♪ ♫ ♩Mamá, lamento mucho lo de ayer
Mis dos ojos estaban realmente hinchados
Cerré mi puerta y no di un paso fuera de ella
¿Qué debo hacer? Lagrimas siguen cayendo
Supongo que no hay alguien cuyo primer amor haya durado en este mundo
Supongo que todos tienen que ponerse de rodillas y derramar lágrimas
Y olvidar como ellos han estado viviendo
Mi primer amor duele como mi primera muela del juicio♩♫♪

—Tonto.

Se escuchó la puerta de la entrada principal ser azotada y unos pasos rápidos andantes por el pasillo de la sala. Una madre, una de aquellas que por nada del mundo cambiarias; dejó de cocinar para ver que era todo ese alboroto.

—Oh Minnie has llegado amor. —vio como su hijo entraba rápidamente. —Vas a…

—No quiero comer. —dijo fríamente mientras colocaba su abrigo en el perchero.

— ¿Pero por… —inmediatamente sus palabras fueron calladas cuando el chico se volteó y le miró molesta. —Que no quiero comer.

El ruido de unos escalones siendo pisados fuertemente se escuchaban por toda la casa, incluso el cachorro de la casa se había levantado de donde estaba y vino a ver qué es lo que estaba pasando.
Para aquella madre el sonido de cada pisada era el sonido de su corazón rompiéndose en pedazos. Aunque, realmente no sabía si se le había roto por la actitud cruel de su hijo o por el dolor o la situación que estaba pasando su hijo.






Tonto, Idiota, Estúpido .Eran las palabras que sonaban en su mente y que de vez en cuando salían de su boca. A veces su cachorro y el peluche, aquel que le había regalado en su ultimo cumpleaños, pero el primero después de haberlo conocido, sufrían los ataques de la rabieta del rubio.

— ¿Por qué? —preguntaba mirando y acariciando esta vez dulcemente a su cachorro. — ¿Por qué siempre tiene que hacerme llorar? —las lágrimas corrían. —¿En verdad soy muy infantil?






—TaeMin…

Una voz familiar le hizo levantar el rostro de la almohada ya húmeda. —Eomma…—sus lágrimas salieron aun mas cuando vio a su madre parada frente a su cama. —Eomma…—gritó.
Su madre le extendió los brazos para rodearlo en un cálido abrazo. Si siempre habia visto a su hijo como si fuera una copa de vidrio que en cualquier momento podía romperse, en estos momentos le parecía aun más frágil. —Eomma ¿Abeoji… abeoji te hizo llorar antes?
Esa pregunta se le hizo la más tierna que en la corta vida de su hijo había escuchado por parte de él. —Claro, muchas veces.

—Pero no debió de enojarte tanto, pues todavía están juntos. —la madre rió—Eso fue porque lo amo, por eso estamos juntos. —le tomó de la barbilla y lo hizo mirarla. —Por eso es tas tú. —le dedicó una sonrisa solo para él.






— ¿Por qué no tomas mi mano como todas aquellas personas? —dos chicos se encontraban en un parque y a su alrededor habían muchas parejas. “Normales”.

—Taemin, ya hemos hablado de eso. —el mayor sonaba molesto.

—Lo sé pero…

— ¿Puedes no ser tan infantil y entender la situación? —el alto se puso de pié. — A veces… pienso que esto no fue buena idea.

—Ah? —el que se encontraba sentado se puso de pié asustado por lo que había escuchado. —MinHo… — intentó tomar la mano del otro, pero el alto la quitó. —No entiendo lo que quieres decir.

—Es mejor que vuelvas a casa. —el mayor volteó y le sonrió despeinando sus negros cabellos.


Escuchó los pasos de su mayor alejarse por el pavimento del parque. Sentía que la tristeza y el coraje le salían por las pequeñas gotas que escurrían por su mejilla. Se paró a mitad del camino y alzó la mirada, aun podía ver a MinHo no iba lejos, podría escucharlo.

—MinHo…—gritó. Vio como el otro se detenía pero no volteaba, y justo cuando iba a comenzar a caminar gritó nuevamente. —Dijiste que te gustaba.

El otro volteó y se quedaron unos segundos viéndose de lejos. ¿Acaso de esa manera iba a ser su amor?
El alto dio media vuelta y siguió su camino. ¿Qué más le quedaba hacer? Hacer lo mismo que el otro, irse. Estaba acostumbrado a tener este tipo de discusiones con él, siempre pasaban, ciertamente él era el que las iniciaba y siempre el alto lograba convencerlo y decirle muy buenos motivos. Pero a pesar de que le quería, estos momentos le comenzaban a doler, a calar.

—Taemin… — una voz le asustó, solo faltaban unas cinco casa para llegar a la suya. —MinHo…


Los dos estaban sentados sobre la acera, a un metro de distancia cada uno del otro. El silencio por parte de los dos no ayudaba a la relación, o al momento. —Taemin… me gustas pero…

— ¿Pero qué? —el menor contestó con gran molestia.

—Eso, no me gusta que te pongas de esa manera. —dijo aventando a la suerte la poca intención que tenia de ser dulce con el pequeño. —Yo solo quiero que entiendas que es difícil para mí. —tomó la mano de Taemin y lo hizo sentarse nuevamente. —no sé si es difícil para ti, pero para mí lo es. Y eso no quiere decir que no me gustes.

—Es que… yo solo te pido que seas como cual quiero otra pareja normal. —sus lágrimas salían. —Pero es que no somos normales Taemin. —su molestia volvía a salir.

Otro silencio se apoderó de ellos dos.

—Entonces… desearías ser una persona normal. —se puso de pié sin mirarlo siquiera. —No estoy diciendo eso.

— ¿A no?¿Acaso quieres que me ponga una falda y tacones para que me veas como una niña y te sientas como cualquier otra pareja?

—Taemin yo… —el alto se tomó los cabellos. —Creo…

—MinHo… —Taemin se acercó como si supiera lo que diría y en ese momento se arrepintió de haber dicho todas esas estupideces. —Creo que nos debemos de dar un tiempo.

Los dos se miraron por unos segundos, hasta que Taemin comenzó a llorar. MinHo quiso limpiar sus lágrimas pero este golpeó su mano antes de que llegara a tocarlo. —Haz lo que quieras Choi MinHo. —gritó.



—Eomma… ¿Qué hago si ya no me quiere? —Aquella dulce madre acariciaba el cabello de su hijo. —Amor… aun eres joven.

—Pero es que lo quiero. —chilló sobre el pecho de su madre.

—Lo sé y eso nunca cambiará. Es más…—levantó el rostro de su hijo. —lo se seguirás queriendo por un poco más de tiempo, o hasta que tu desees.

—Pero eso es malo, eso va a doler. —volvió a enterrar su rostro en el cuerpo de su madre. —Lo sé, pero… aun con los momentos dolorosos— sonrió para ella. — este primer amor fue lindo ¿no?
El chico se quedó pensando un momento y a su mente vinieron todos aquellos momentos que había pasado con él. Desde ese maravilloso día en el que tubo la bendición de conocerlo. Ese día que le dijo que era lindo e hizo que se sonrojara. Ese día en que le dio su primer y casto beso.
El día en que por primera vez tomó su mano por un minuto.

—Sí, fueron lindos. —dijo aun derramando unas lagrimas. —Pero… ¿y si ya no me quiere?

—Pues habrá alguien que te va a querer amor, un te falta mucho por recorrer. —besó suavemente la mejilla roja de su hijo.
El chico dejó soltar un suspiro largo y aun permaneció por un muy buen largo rato en los brazos de su madre.
No permitiría que algo así le arruinara los momentos más lindos que había pasado con él. A pesar de todo fue un lindo y tierno amor. Y sabía perfectamente que no siempre tu primer amor es para siempre.

—Eomma… mi primer amor duele.

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Nina_Lee:Si yo igual lo siento de esa manera, apesar de que fue un momento dificil, siento que como lectora tambien fue algo lindo. Gracias por leer eonni ^^

Janess:Eonni, relamente muchas gracias por estar siempre leyendome, ya casi te siento parte de mi familia ;^; es muy bueno y de alegria para mi el que te haya gustado. Nuevamente gracias.

gypsy:Muchas gracia spor pasarte, y es bueno que te haya traido lnos recuerdos! ^^

Noreri:mi hermosa! amo tus post verdes *____* en parte lo siento por hacerte recordar cosas feas, pero... pasado es pasado amor!. Gracias por pasarte!

Sunny:antes que nada y como en cada escrito, es un honor el tenerte aquí. Pero cuando leí tu comentario fue inevitable soltar un gran awwwwww que hasta mi mama me quedó mirando raro xD. Pero nena, es algo que pasamos muchas personas, y la intencion del fic era ver como las cosas buenas opacan a las malas. Tu puedes mi nena, no te me apachures mucho vale? ^^

Cariito:Eomma! que bueno que te gustó, y sabes... aveces las cosas pasas por algo pero... no puedes negar que aunque sea una cosalinda hubo. Tu puedes eomma! No te me apagues! Te quiero eomma.