La carretera estaba completamente desierta y oscura, simplemente iluminada por unos cuantos faros. ¿Suficiente? Al parecer no.
Los árboles se veían algo borrosos para aquella joven por los efectos del alcohol. La oscuridad era predominante, y apenas si había autos. La copiloto “admiraba” el panorama, mientras que el piloto, bueno el piloto simplemente aceleraba.
La joven vio los árboles cada vez más borrosos, las luces más lejanas y un objeto aproximándose cada vez más, después… después la realidad.
-Señorita Kim, ¿Qué piensa de la propuesta?- dijo un hombre de edad avanzada y cabello cano.
-Perfecto-dijo la joven mientras sonreía- Lo dejo en sus manos secretario Cho.
El hombre simplemente asintió.
-La junta de hoy termina- dijo mientras se ponía de pie- gracias por su trabajo- al tiempo que hacia una reverencia.
Fue hasta su oficina y cerró la puerta con llave. Tomó el teléfono para hablar con su secretaria.
-Todos los asuntos de hoy… cancélalos.
-Pe-pero- tartamudeó- …señorita- dijo temerosa la secretaria.
-¿Tengo que repetirte las cosas?-dijo autoritaria para después alejar lentamente el auricular de su rostro.
Esos recuerdos la atormentaban seguido. Esa trágica noche… ¿Cómo olvidarla? Ese exceso de copas, ese corazón roto, el borroso panorama, el viento contra su rostro, la velocidad del automóvil… la vida de su amigo… la sangre, el dolor, las ansias y desesperación. Pero ya no era más una adolescente inconsciente y precoz, eso cinco años la habían convertido en una mujer, una ejecutiva.
Era cierto, el tiempo había pasado pero esa noche… era algo que no quería recordar, ni aceptar.
-MinHo-dijo para sí misma al tiempo que una lagrima comenzaba a recorrer su mejilla dolorosa, y pesadamente.
¿Pero que sentido tenía arrepentirse a esas alturas? El lamentarse no cambiaría nada y eso era algo que ella sabía perfectamente.
El vacío era demasiado en su corazón. El día que MinHo murió algo de ella murió con él. No quería recordar, pero tenía que hacerlo… sólo una vez más.
Aquel había sido oscuro y ambos se encontraban deprimidos: ShinHae porque Onew había encontrado a alguien a quién amar, y MinHo sufría al verla en ese estado. Ese par de menores de edad no encontraron otra solución más que ahogarse en alcohol… el verlo con otra era demasiado doloroso para ella.
Esa noche fueron a un bar, donde dejarían beber a unos menores. ShinHae ahogó sus penas sin mas, mientras que MinHo se limitó a observarla beber, de manera desesperada.
MinHo la ayudó a subir al auto. Él manejaría y todo estaría bien.
-¿De verdad amas a Onew?-preguntó con leves punzadas en el pecho.
-Como no tienes una idea-respondió entre lágrimas.
-Y… ¿Qué piensas de mí?-preguntó con cautela aprovechando que probablemente no recordaría ese momento al día siguiente.
-¿MinHo-Sshi?-bufó-¿Qué debería pensar de él? Es tan simple y tosco, tonto, aburrido, ingenuo y hasta patético.
MinHo sentía ganas de correr, ¿Cómo podía decir eso? Él la amba tanto y ella pensaba que esra patético. No la dejó terminar.
-Basta- dijo frustrado-no necesitas decir nada mas, con eso me basta-dijo lo último para sí mismo.
ShinHae guardó silencio y se dedico a observar el panorama.
Por un momento deseo morir y que ella muriera con él, le entristecía el hecho de hacerlo soloy le dolía tanto el pecho. Aceleró.
Así, sin más. Quería alejarse de ella, correr pero no podía… estaba atrapado. Aceleró por segunda vez.Ella no dijo nada. Aceleró por tercera vez… y se calmó, le calmo sentir el viento en su rostro y el silencio de la culpable de su dolor.
Vio un trailer aproximandose a ellos. Trató de frenar… pero no fue lo suficientemente rápido. El trailer chocó a un costado del automóvil golpeando a MinHo, pero no lo suficientemente fuerte como para darle muerte instantánea.
ShinHae después del golpe y asegurarse de que estaba viva, se giró hacia MinHo. Lo miró ahí… estaba bañado en sangre e irreconocible.
-¿MinHo?-dijo ShinHae paralizada por la escena.
MinHo exhaló aire lentamente.
-ShinHae-dijo con pesadez.
-No digas nada-dijo suplicante como si el efecto del alcohol se hubiese pasado por completo.
-Te… amo-volvió a decir MinHo perdiendo poco a poco el brillo de sus ojos-perdoname-dijo con la voz entre cortada-por mí-exhaló pesadamente de nuevo-amor… egoísta-dio un último respiro y su corazón se detuvo.
-¿MinHo?-dijo ShinHae con lágrimas en los ojos-MinHo-Sshi no me hagas esto… ¡Tú no, por favor! ¡MinHo!
Y ahí se encontraba esa mujer solitaria, llorando de nuevo en su oficina… lamentándose de su propio pasado.
-Nunca dejaste uqe terminara lo que iba a decir-le tembló levemente la voz-¿MinHo-Sshi?-bufó-¿Qué debería pensar de él? Es tan simple y tosco, tonto, aburrido, ingenuo y hasta patético-se le quebró la voz-y aún así eres una de las personas a las que mas amo y no dejó de agradecer por tenerte en mi vida-sollozó un poco-no me dejaste terminar-limpió sus lagrimás con una leve sonrisa-siempre con la manía de interrumpir a las personas.