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Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
Titulo: Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
Autor: B2UTY
Género: One-shot
Parejas: MinKey y JongTae
Sinopsis: Minho desea unas vacaciones después de 10 años de matrimonio, y le contara a su mejor amigo Jong su secreto para irse de viaje sin ser descubierto...¿pero podrá lograr su cometido?
Nota: es una adaptación del cuento del mismo nombre de Ray Bradbury...y como lo prometido es deuda aqui otro MinKey, espero les guste ;D
Caminaban lentamente por la calle, a eso de las diez de la noche, hablando con tranquilidad. No tenían más de treinta y cinco años. Estaban muy serios.
-Pero ¿por qué tan temprano? -dijo Jonghyun.
-Porque sí -dijo Minho.
-Tu primera salida en todos estos años y te vuelves a casa a las diez.
-Nervios, supongo.
-Me pregunto cómo te las habrás ingeniado. Durante diez años he tratado de sacarte a beber una copa. Y hoy, la primera noche, quieres volver en seguida.
-No tengo que abusar de mi suerte -dijo Minho.
-Pero, ¿qué has hecho? ¿Le has dado un somnífero a tu esposo?
-No. Eso sería inmoral. Ya verás.
Doblaron la esquina.
-De veras, Minho, odio tener que decírtelo, pero has tenido mucha paciencia con él. Tu matrimonio ha sido terrible.
-Yo no diría eso.
-Nadie ignora cómo consiguió casarse contigo. Allá, en 1979, cuando ibas a salir para Río.
-Querido Río. Tantos proyectos y nunca llegué a ir.
-Y cómo él se desgarró la ropa, y se desordenó el cabello, y te amenazó con llamar a la policía si no te casabas con él.
-Siempre fue un poco nervioso, Jonghyun, entiéndelo.
-Había algo más. Tú no lo querías. Se lo dijiste, ¿no es así?
-En eso siempre fui muy firme.
-Pero sin embargo te casaste.
-Tenía que pensar en mi empleo, y también en mi madre, y en mi padre. Una cosa así hubiese terminado con ellos.
-Y han pasado diez años.
-Sí -dijo Minho, mirándolo serenamente con sus ojos grises-. Pero creo que todo va a cambiar. Mira.
Minho sacó un largo billete azul.
-¡Cómo! ¡Un billete para Río! ¡El cohete del jueves!
-Sí, al fin voy a hacer mi viaje.
-¡Es maravilloso! Te lo mereces de veras. Pero, ¿y tu esposo, no se opondrá? ¿No te hará una escena?
Minho sonrió nerviosamente.
-No sabe que me voy. Volveré de Río de Janeiro dentro de un mes y nadie habrá notado mi ausencia, excepto tú.
Jonghyun suspiró.
-Me gustaría ir contigo.
-Pobre Jonghyun, tu matrimonio no ha sido precisamente un lecho de rosas, ¿eh?
-No, exactamente. Casado con un hombre que todo lo exagera. Es decir, después de diez años de matrimonio, ya no esperas que tu esposo se te siente en las rodillas dos horas todas las noches; ni que te llame al trabajo doce veces al día, ni que te hable en media lengua. Y parece como si en este último mes se hubiese puesto todavía peor. Me pregunto si no será una simple.
-Ah, Jonghyun, siempre el mismo conservador. Bueno, llegamos a mi casa. ¿Quieres conocer mi secreto? ¿Cómo pude salir esta noche?
-Me gustaría saberlo.
-Mira allá arriba -dijo Minho.
Los dos hombres se quedaron mirando el aire oscuro. En una ventana del segundo piso apareció una sombra. Un hombre de treinta y cinco años, de sienes canosas, ojos tristes y grises y bigote minúsculo se asomó y miró hacia abajo.
-Pero, cómo, ¡eres tú! -gritó Jonghyun.
-¡Chist! ¡No tan alto!
Minho agitó una mano. El hombre respondió con un ademán y desapareció.
-Me he vuelto loco -dijo Jonghyun.
-Espera un momento.
Los hombres esperaron. Se abrió la puerta de calle y el alto caballero de los finos bigotes y los ojos tristes salió cortésmente a recibirlos.
-Hola, Minho -dijo.
-Hola, Minho -dijo Minho.
Eran idénticos. Jonghyun abría los ojos.
-¿Es tu hermano gemelo? No sabía que…
-No, no -dijo Minho serenamente-. Inclínate. Pon el oído en el pecho de Minho Dos. Jonghyun titubeó un instante y al fin se inclinó y apoyó la cabeza en las impasibles costillas. Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
-¡Oh, no! ¡No puede ser!
-Es.
-Déjame escuchar de nuevo. Tlc-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic. Jonghyun dio un paso atrás y parpadeó, asombrado. Extendió una mano y tocó los brazos tibios y las mejillas del muñeco.
-¿Dónde lo conseguiste?
-¿No está bien hecho?
-Es increíble. ¿Dónde?
-Dale al señor tu tarjeta, Minho Dos.
Minho Dos movió los dedos como un prestidigitador y sacó una tarjeta blanca. MARIONETAS, SOCIEDAD ANÓNIMA. Nuevos Modelos de Humanoides Elásticos, De funcionamiento garantizado, Desde 7.600 a 15.000 dólares, Todo de litio.
-No -dijo Jonghyun.
-Sí -dijo Minho.
-Claro que sí -dijo Minho Dos.
-¿Desde cuándo lo tienes?
-Desde hace un mes. Lo guardo en el sótano, en el cajón de las herramientas. Mi esposo nunca baja, y sólo yo tengo la llave del cajón. Esta noche dije que salía a comprar unos cigarros. Bajé al sótano, saqué a Minho Dos de su encierro, y lo mandé arriba, para que acompañara a mi mujer, mientras yo iba a verte, Jonghyun.
-¡Maravilloso! ¡Hasta huele como tú! ¡Perfume de Bond Street y tabaco Melachrinos!
-Quizás me preocupe por minucias, pero creo que me comporto correctamente. Al fin y al cabo mi esposo me necesita a mí. Y esta marioneta es igual a mí, hasta el último detalle. He estado en casa toda la noche. Estaré en casa con ella todo el mes próximo. Mientras tanto otro caballero paseará al fin por Río. Diez años esperando ese viaje. Y cuando yo vuelva de Río, Minho Dos volverá a su cajón. Jonghyun reflexionó un minuto o dos.
-¿Y seguirá marchando solo durante todo ese mes? -preguntó al fin.
-Y durante seis meses, si fuese necesario. Puede hacer cualquier cosa -comer, dormir, transpirar cualquier cosa, y de un modo totalmente natural. Cuidarás muy bien a mi esposo, ¿no es cierto, Minho Dos?
-Su esposo es encantador -dijo Minho Dos-. Estoy tomándole cariño. Jonghyun se estremeció.
-¿Y desde cuándo funciona Marionetas, S. A.?
-Secretamente, desde hace dos años.
-Podría yo… quiero decir, sería posible… -Jonghyun tomó a su amigo por el codo-. ¿Me dirías dónde puedo conseguir un robot, una marioneta, para mí? Me darás la dirección, ¿no es cierto?
-Aquí la tienes.
Jonghyun tomó la tarjeta y la hizo girar entre los dedos.
-Gracias -dijo-. No sabes lo que esto significa. Un pequeño respiro. Una noche, una vez al mes… Mi esposo me quiere tanto que no me deja salir ni una hora. Yo también lo quiero mucho, pero recuerda el viejo poema: «El amor volará si lo dejas; el amor volará si lo atas.» Sólo deseo que afloje un poco su abrazo.
-Tienes suerte, después de todo. Tu esposo te quiere. El mío me odia. No es tan sencillo.
-Oh, Taemin me quiere locamente. Mi tarea consistirá en que me quiera cómodamente.
-Buena suerte, Jonghyun. No dejes de venir mientras estoy en Río. Mi mujer se extrañará si desaparecieras de pronto. Tienes que tratar a Minho Dos, aquí presente, lo mismo que a mí.
-Tienes razón. Adiós. Y gracias.
Jonghyun se fue, sonriendo, calle abajo. Minho y Minho Dos se encaminaron hacia la casa. Ya en el ómnibus, Jonghyun examinó la tarjeta silbando suavemente. Se ruega al señor cliente que no hable de su compra. Aunque ha sido presentado al Congreso un proyecto para legalizar Marionetas, S. A., la ley pena aún el uso de los robots.
-Bueno -dijo Jonghyun.
Se le sacará al cliente un molde del cuerpo y una muestra del color de los ojos, labios, cabellos, piel, etc. El cliente deberá esperar dos meses a que su modelo esté terminado. No es tanto, pensó Jonghyun. De aquí a dos meses mis costillas podrán descansar al fin de los apretujones diarios. De aquí a dos meses mi mano se curará de esta presión incesante. De aquí a dos meses mi aplastado labio inferior recobrará su tamaño normal. No quiero parecer ingrato, pero… Jonghyun dio vuelta la tarjeta. Marionetas, S. A. funciona desde hace dos años. Se enorgullece de poseer una larga lista de satisfechos clientes. Nuestro lema es «Nada de ataduras.» Dirección: 43 South Wesley.
El ómnibus se detuvo. Jonghyun descendió, y caminó hasta su casa diciéndose a sí mismo: Taemin y yo tenemos quince mil dólares en el banco. Podría sacar unos ocho mil con la excusa de un negocio. La marioneta me devolverá el dinero, y con intereses. Taemin nunca lo sabrá.
Abrió la puerta de su casa y poco después entraba en el dormitorio. Allí estaba Taemin, pálido, hermoso, y serenamente dormido.
-Querido Taemin. -Al ver en la semioscuridad ese rostro inocente, Jonghyun se sintió aplastado, casi, por los remordimientos-. Si estuvieses despierto me asfixiarías con tus besos y me hablarías al oído. Me haces sentir, realmente, como un criminal. Has sido un esposo tan cariñoso y tan bueno. A veces me cuesta creer que te hayas casado conmigo, y no con Lee Jinki, aquel que tanto te gustaba. Y en este último mes has estado todavía más enamorado que antes.
Los ojos se le llenaron de lágrimas. Sintió de pronto deseos de besarla, de confesarle su amor, de hacer pedazos la tarjeta, de olvidarse de todo el asunto. Pero al adelantarse hacia Taemin sintió que la mano le dolía y que las costillas se le quejaban. Se detuvo, con ojos desolados, y volvió la cabeza. Salió de la alcoba y atravesó las habitaciones oscuras. Entró canturreando en la biblioteca, abrió uno de los cajones del escritorio, y sacó la libreta de cheques.
-Sólo ocho mil dólares -dijo-. No más. -Se detuvo-. Un momento. Hojeó febrilmente la libreta.
-¡Pero cómo! -gritó-. ¡Faltan diez mil dólares! -Se incorporó de un salto-. ¡Sólo quedan cinco mil!
¿Qué ha hecho Taemin? ¿Qué ha hecho con ese dinero? ¿Más sombreros, más ropa, más perfumes? ¡Ya sé! ¡Ha comprado aquella casita a orillas del Hudson de la que ha estado hablando durante tantos meses! Se precipitó hacia el dormitorio, virtuosamente indignado. ¿Qué era eso de disponer así del dinero? Se inclinó sobre su esposo.
-¡Taemin! -gritó-. ¡Taemin, despierta!
Taemin no se movió.
-¡Qué has hecho con mi dinero! -rugió Jonghyun.
Taemin se agitó, ligeramente. La luz de la calle brillaba en sus hermosas mejillas. A Taemin le pasaba algo. El corazón de Jonghyun latía con violencia. Se le secó la boca. Se estremeció. Se le aflojaron las rodillas.
-¡Taemin, Taemin! -dijo-. ¿Qué has hecho con mi dinero?
Y en seguida, esa idea horrible. Y luego el terror y la soledad. Y luego el infierno, y la desilusión. Jonghyun se inclinó hacia ella, más y más, hasta que su oreja febril descansó, firmemente, irrevocablemente, sobre el pecho redondo y rosado.
-¡Taemin! -gritó.
Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
Mientras Jonghyun se alejaba por la avenida, internándose en la noche, Minho y Minho. Los dos se volvieron hacia la puerta de la casa.
-Me alegra que él también pueda ser feliz -dijo Minho.
-Sí -dijo Minho Dos distraídamente.
-Bueno, ha llegado la hora del cajón, Minho Dos.
-Precisamente quería hablarle de eso -dijo el otro Minho mientras entraban en la casa- . El sótano. No me gusta. No me gusta ese cajón.
-Trataré de hacerlo un poco más cómodo.
-Las marionetas están hechas para andar, no para quedarse quietas. ¿Le gustaría pasarse las horas metido en un cajón?
-Bueno…
-No le gustaría nada. Sigo funcionando. No hay modo de pararme. Estoy perfectamente vivo y tengo sentimientos.
-Esta vez sólo será por unos días. Saldré para Río y entonces podrás salir del cajón. Podrás vivir arriba. Minho Dos se mostró irritado.
-Y cuando usted regrese de sus vacaciones, volveré al cajón.
-No me dijeron que iba a vérmelas con un modelo difícil.
-Nos conocen poco -dijo Minho Dos-. Somos muy nuevos. Y sensitivos. No me gusta nada imaginarlo al sol, riéndose, mientras yo me quedo aquí pasando frío.
-Pero he deseado ese viaje toda mi vida -dijo Minho serenamente.
Cerró los ojos y vio el mar y las montañas y las arenas amarillas. El ruido de las olas le acunaba la mente. El sol le acariciaba los hombros desnudos. El vino era magnífico.
-Yo nunca podré ir a Río -dijo el otro-. ¿Ha pensado en eso?
-No, yo…
-Y algo más. Su esposo.
-¿Qué pasa con él? -preguntó Minho alejándose hacia la puerta del sótano.
-Lo aprecio mucho.
Minho se pasó nerviosamente la lengua por los labios.
-Me alegra que te guste.
-Parece que usted no me entiende. Creo que… estoy enamorado de él.
Minho dio un paso adelante y se detuvo.
-¿Estás qué?
-Y he estado pensando -dijo Minho Dos- qué hermoso sería ir a Río, y yo que nunca
podré ir…
Y he pensado en su esposo y… creo que podríamos ser muy felices, los dos, yo y él.
-M-m-muy bien. -Minho caminó haciéndose el distraído hacia la puerta del sótano-.
Espera un momento, ¿quieres? tengo que llamar por teléfono. Minho Dos frunció el ceño.
-¿A quién?
-Nada importante.
-¿A Marionetas, Sociedad Anónima? ¿Para decirles que vengan a buscarme?
-No, no… ¡Nada de eso!
Minho corrió hacia la puerta. Unas manos de hierro lo tomaron por los brazos.
-¡No se escape!
-¡Suéltame!
-No.
-¿Te aconsejo mi esposo hacer esto?
-No.
-¿Sospechó algo? ¿Habló contigo? ¿Está enterado?
Minho se puso a gritar. Una mano le tapó la boca.
-No lo sabrá nunca, ¿me entiende? No lo sabrá nunca.
Minho se debatió.
-Él tiene que haber sospechado. ¡Tiene que haber influido en ti!
-Voy a encerrarlo en el cajón. Luego perderé la llave y compraré otro billete para
Río, para su esposo.
-¡Un momento, un momento! ¡Espera! No te apresures. Hablemos con tranquilidad.
-Adiós, Minho.
Minho se endureció.
-¿Qué quieres decir con «adiós»?
Diez minutos más tarde, Kibum abrió los ojos. Se llevó la mano a la mejilla. Alguien la había besado. Se estremeció y alzó la vista.
-Cómo… No lo hacías desde hace años -murmuró.
-Ya arreglaremos eso -dijo alguien.
***************************************************************************************************
¿que les pareció? ¿ loco no creen?..a mi me encanto cuando lo leí... fue como de"no inventes, ¿enserio?" bueno espero que le haya gustado tanto como a mi la historia :D ...esperare sus comentarios con sus criticas y tomatazos xD...y gracias por leer :3
Autor: B2UTY
Género: One-shot
Parejas: MinKey y JongTae
Sinopsis: Minho desea unas vacaciones después de 10 años de matrimonio, y le contara a su mejor amigo Jong su secreto para irse de viaje sin ser descubierto...¿pero podrá lograr su cometido?
Nota: es una adaptación del cuento del mismo nombre de Ray Bradbury...y como lo prometido es deuda aqui otro MinKey, espero les guste ;D
Caminaban lentamente por la calle, a eso de las diez de la noche, hablando con tranquilidad. No tenían más de treinta y cinco años. Estaban muy serios.
-Pero ¿por qué tan temprano? -dijo Jonghyun.
-Porque sí -dijo Minho.
-Tu primera salida en todos estos años y te vuelves a casa a las diez.
-Nervios, supongo.
-Me pregunto cómo te las habrás ingeniado. Durante diez años he tratado de sacarte a beber una copa. Y hoy, la primera noche, quieres volver en seguida.
-No tengo que abusar de mi suerte -dijo Minho.
-Pero, ¿qué has hecho? ¿Le has dado un somnífero a tu esposo?
-No. Eso sería inmoral. Ya verás.
Doblaron la esquina.
-De veras, Minho, odio tener que decírtelo, pero has tenido mucha paciencia con él. Tu matrimonio ha sido terrible.
-Yo no diría eso.
-Nadie ignora cómo consiguió casarse contigo. Allá, en 1979, cuando ibas a salir para Río.
-Querido Río. Tantos proyectos y nunca llegué a ir.
-Y cómo él se desgarró la ropa, y se desordenó el cabello, y te amenazó con llamar a la policía si no te casabas con él.
-Siempre fue un poco nervioso, Jonghyun, entiéndelo.
-Había algo más. Tú no lo querías. Se lo dijiste, ¿no es así?
-En eso siempre fui muy firme.
-Pero sin embargo te casaste.
-Tenía que pensar en mi empleo, y también en mi madre, y en mi padre. Una cosa así hubiese terminado con ellos.
-Y han pasado diez años.
-Sí -dijo Minho, mirándolo serenamente con sus ojos grises-. Pero creo que todo va a cambiar. Mira.
Minho sacó un largo billete azul.
-¡Cómo! ¡Un billete para Río! ¡El cohete del jueves!
-Sí, al fin voy a hacer mi viaje.
-¡Es maravilloso! Te lo mereces de veras. Pero, ¿y tu esposo, no se opondrá? ¿No te hará una escena?
Minho sonrió nerviosamente.
-No sabe que me voy. Volveré de Río de Janeiro dentro de un mes y nadie habrá notado mi ausencia, excepto tú.
Jonghyun suspiró.
-Me gustaría ir contigo.
-Pobre Jonghyun, tu matrimonio no ha sido precisamente un lecho de rosas, ¿eh?
-No, exactamente. Casado con un hombre que todo lo exagera. Es decir, después de diez años de matrimonio, ya no esperas que tu esposo se te siente en las rodillas dos horas todas las noches; ni que te llame al trabajo doce veces al día, ni que te hable en media lengua. Y parece como si en este último mes se hubiese puesto todavía peor. Me pregunto si no será una simple.
-Ah, Jonghyun, siempre el mismo conservador. Bueno, llegamos a mi casa. ¿Quieres conocer mi secreto? ¿Cómo pude salir esta noche?
-Me gustaría saberlo.
-Mira allá arriba -dijo Minho.
Los dos hombres se quedaron mirando el aire oscuro. En una ventana del segundo piso apareció una sombra. Un hombre de treinta y cinco años, de sienes canosas, ojos tristes y grises y bigote minúsculo se asomó y miró hacia abajo.
-Pero, cómo, ¡eres tú! -gritó Jonghyun.
-¡Chist! ¡No tan alto!
Minho agitó una mano. El hombre respondió con un ademán y desapareció.
-Me he vuelto loco -dijo Jonghyun.
-Espera un momento.
Los hombres esperaron. Se abrió la puerta de calle y el alto caballero de los finos bigotes y los ojos tristes salió cortésmente a recibirlos.
-Hola, Minho -dijo.
-Hola, Minho -dijo Minho.
Eran idénticos. Jonghyun abría los ojos.
-¿Es tu hermano gemelo? No sabía que…
-No, no -dijo Minho serenamente-. Inclínate. Pon el oído en el pecho de Minho Dos. Jonghyun titubeó un instante y al fin se inclinó y apoyó la cabeza en las impasibles costillas. Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
-¡Oh, no! ¡No puede ser!
-Es.
-Déjame escuchar de nuevo. Tlc-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic. Jonghyun dio un paso atrás y parpadeó, asombrado. Extendió una mano y tocó los brazos tibios y las mejillas del muñeco.
-¿Dónde lo conseguiste?
-¿No está bien hecho?
-Es increíble. ¿Dónde?
-Dale al señor tu tarjeta, Minho Dos.
Minho Dos movió los dedos como un prestidigitador y sacó una tarjeta blanca. MARIONETAS, SOCIEDAD ANÓNIMA. Nuevos Modelos de Humanoides Elásticos, De funcionamiento garantizado, Desde 7.600 a 15.000 dólares, Todo de litio.
-No -dijo Jonghyun.
-Sí -dijo Minho.
-Claro que sí -dijo Minho Dos.
-¿Desde cuándo lo tienes?
-Desde hace un mes. Lo guardo en el sótano, en el cajón de las herramientas. Mi esposo nunca baja, y sólo yo tengo la llave del cajón. Esta noche dije que salía a comprar unos cigarros. Bajé al sótano, saqué a Minho Dos de su encierro, y lo mandé arriba, para que acompañara a mi mujer, mientras yo iba a verte, Jonghyun.
-¡Maravilloso! ¡Hasta huele como tú! ¡Perfume de Bond Street y tabaco Melachrinos!
-Quizás me preocupe por minucias, pero creo que me comporto correctamente. Al fin y al cabo mi esposo me necesita a mí. Y esta marioneta es igual a mí, hasta el último detalle. He estado en casa toda la noche. Estaré en casa con ella todo el mes próximo. Mientras tanto otro caballero paseará al fin por Río. Diez años esperando ese viaje. Y cuando yo vuelva de Río, Minho Dos volverá a su cajón. Jonghyun reflexionó un minuto o dos.
-¿Y seguirá marchando solo durante todo ese mes? -preguntó al fin.
-Y durante seis meses, si fuese necesario. Puede hacer cualquier cosa -comer, dormir, transpirar cualquier cosa, y de un modo totalmente natural. Cuidarás muy bien a mi esposo, ¿no es cierto, Minho Dos?
-Su esposo es encantador -dijo Minho Dos-. Estoy tomándole cariño. Jonghyun se estremeció.
-¿Y desde cuándo funciona Marionetas, S. A.?
-Secretamente, desde hace dos años.
-Podría yo… quiero decir, sería posible… -Jonghyun tomó a su amigo por el codo-. ¿Me dirías dónde puedo conseguir un robot, una marioneta, para mí? Me darás la dirección, ¿no es cierto?
-Aquí la tienes.
Jonghyun tomó la tarjeta y la hizo girar entre los dedos.
-Gracias -dijo-. No sabes lo que esto significa. Un pequeño respiro. Una noche, una vez al mes… Mi esposo me quiere tanto que no me deja salir ni una hora. Yo también lo quiero mucho, pero recuerda el viejo poema: «El amor volará si lo dejas; el amor volará si lo atas.» Sólo deseo que afloje un poco su abrazo.
-Tienes suerte, después de todo. Tu esposo te quiere. El mío me odia. No es tan sencillo.
-Oh, Taemin me quiere locamente. Mi tarea consistirá en que me quiera cómodamente.
-Buena suerte, Jonghyun. No dejes de venir mientras estoy en Río. Mi mujer se extrañará si desaparecieras de pronto. Tienes que tratar a Minho Dos, aquí presente, lo mismo que a mí.
-Tienes razón. Adiós. Y gracias.
Jonghyun se fue, sonriendo, calle abajo. Minho y Minho Dos se encaminaron hacia la casa. Ya en el ómnibus, Jonghyun examinó la tarjeta silbando suavemente. Se ruega al señor cliente que no hable de su compra. Aunque ha sido presentado al Congreso un proyecto para legalizar Marionetas, S. A., la ley pena aún el uso de los robots.
-Bueno -dijo Jonghyun.
Se le sacará al cliente un molde del cuerpo y una muestra del color de los ojos, labios, cabellos, piel, etc. El cliente deberá esperar dos meses a que su modelo esté terminado. No es tanto, pensó Jonghyun. De aquí a dos meses mis costillas podrán descansar al fin de los apretujones diarios. De aquí a dos meses mi mano se curará de esta presión incesante. De aquí a dos meses mi aplastado labio inferior recobrará su tamaño normal. No quiero parecer ingrato, pero… Jonghyun dio vuelta la tarjeta. Marionetas, S. A. funciona desde hace dos años. Se enorgullece de poseer una larga lista de satisfechos clientes. Nuestro lema es «Nada de ataduras.» Dirección: 43 South Wesley.
El ómnibus se detuvo. Jonghyun descendió, y caminó hasta su casa diciéndose a sí mismo: Taemin y yo tenemos quince mil dólares en el banco. Podría sacar unos ocho mil con la excusa de un negocio. La marioneta me devolverá el dinero, y con intereses. Taemin nunca lo sabrá.
Abrió la puerta de su casa y poco después entraba en el dormitorio. Allí estaba Taemin, pálido, hermoso, y serenamente dormido.
-Querido Taemin. -Al ver en la semioscuridad ese rostro inocente, Jonghyun se sintió aplastado, casi, por los remordimientos-. Si estuvieses despierto me asfixiarías con tus besos y me hablarías al oído. Me haces sentir, realmente, como un criminal. Has sido un esposo tan cariñoso y tan bueno. A veces me cuesta creer que te hayas casado conmigo, y no con Lee Jinki, aquel que tanto te gustaba. Y en este último mes has estado todavía más enamorado que antes.
Los ojos se le llenaron de lágrimas. Sintió de pronto deseos de besarla, de confesarle su amor, de hacer pedazos la tarjeta, de olvidarse de todo el asunto. Pero al adelantarse hacia Taemin sintió que la mano le dolía y que las costillas se le quejaban. Se detuvo, con ojos desolados, y volvió la cabeza. Salió de la alcoba y atravesó las habitaciones oscuras. Entró canturreando en la biblioteca, abrió uno de los cajones del escritorio, y sacó la libreta de cheques.
-Sólo ocho mil dólares -dijo-. No más. -Se detuvo-. Un momento. Hojeó febrilmente la libreta.
-¡Pero cómo! -gritó-. ¡Faltan diez mil dólares! -Se incorporó de un salto-. ¡Sólo quedan cinco mil!
¿Qué ha hecho Taemin? ¿Qué ha hecho con ese dinero? ¿Más sombreros, más ropa, más perfumes? ¡Ya sé! ¡Ha comprado aquella casita a orillas del Hudson de la que ha estado hablando durante tantos meses! Se precipitó hacia el dormitorio, virtuosamente indignado. ¿Qué era eso de disponer así del dinero? Se inclinó sobre su esposo.
-¡Taemin! -gritó-. ¡Taemin, despierta!
Taemin no se movió.
-¡Qué has hecho con mi dinero! -rugió Jonghyun.
Taemin se agitó, ligeramente. La luz de la calle brillaba en sus hermosas mejillas. A Taemin le pasaba algo. El corazón de Jonghyun latía con violencia. Se le secó la boca. Se estremeció. Se le aflojaron las rodillas.
-¡Taemin, Taemin! -dijo-. ¿Qué has hecho con mi dinero?
Y en seguida, esa idea horrible. Y luego el terror y la soledad. Y luego el infierno, y la desilusión. Jonghyun se inclinó hacia ella, más y más, hasta que su oreja febril descansó, firmemente, irrevocablemente, sobre el pecho redondo y rosado.
-¡Taemin! -gritó.
Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
Mientras Jonghyun se alejaba por la avenida, internándose en la noche, Minho y Minho. Los dos se volvieron hacia la puerta de la casa.
-Me alegra que él también pueda ser feliz -dijo Minho.
-Sí -dijo Minho Dos distraídamente.
-Bueno, ha llegado la hora del cajón, Minho Dos.
-Precisamente quería hablarle de eso -dijo el otro Minho mientras entraban en la casa- . El sótano. No me gusta. No me gusta ese cajón.
-Trataré de hacerlo un poco más cómodo.
-Las marionetas están hechas para andar, no para quedarse quietas. ¿Le gustaría pasarse las horas metido en un cajón?
-Bueno…
-No le gustaría nada. Sigo funcionando. No hay modo de pararme. Estoy perfectamente vivo y tengo sentimientos.
-Esta vez sólo será por unos días. Saldré para Río y entonces podrás salir del cajón. Podrás vivir arriba. Minho Dos se mostró irritado.
-Y cuando usted regrese de sus vacaciones, volveré al cajón.
-No me dijeron que iba a vérmelas con un modelo difícil.
-Nos conocen poco -dijo Minho Dos-. Somos muy nuevos. Y sensitivos. No me gusta nada imaginarlo al sol, riéndose, mientras yo me quedo aquí pasando frío.
-Pero he deseado ese viaje toda mi vida -dijo Minho serenamente.
Cerró los ojos y vio el mar y las montañas y las arenas amarillas. El ruido de las olas le acunaba la mente. El sol le acariciaba los hombros desnudos. El vino era magnífico.
-Yo nunca podré ir a Río -dijo el otro-. ¿Ha pensado en eso?
-No, yo…
-Y algo más. Su esposo.
-¿Qué pasa con él? -preguntó Minho alejándose hacia la puerta del sótano.
-Lo aprecio mucho.
Minho se pasó nerviosamente la lengua por los labios.
-Me alegra que te guste.
-Parece que usted no me entiende. Creo que… estoy enamorado de él.
Minho dio un paso adelante y se detuvo.
-¿Estás qué?
-Y he estado pensando -dijo Minho Dos- qué hermoso sería ir a Río, y yo que nunca
podré ir…
Y he pensado en su esposo y… creo que podríamos ser muy felices, los dos, yo y él.
-M-m-muy bien. -Minho caminó haciéndose el distraído hacia la puerta del sótano-.
Espera un momento, ¿quieres? tengo que llamar por teléfono. Minho Dos frunció el ceño.
-¿A quién?
-Nada importante.
-¿A Marionetas, Sociedad Anónima? ¿Para decirles que vengan a buscarme?
-No, no… ¡Nada de eso!
Minho corrió hacia la puerta. Unas manos de hierro lo tomaron por los brazos.
-¡No se escape!
-¡Suéltame!
-No.
-¿Te aconsejo mi esposo hacer esto?
-No.
-¿Sospechó algo? ¿Habló contigo? ¿Está enterado?
Minho se puso a gritar. Una mano le tapó la boca.
-No lo sabrá nunca, ¿me entiende? No lo sabrá nunca.
Minho se debatió.
-Él tiene que haber sospechado. ¡Tiene que haber influido en ti!
-Voy a encerrarlo en el cajón. Luego perderé la llave y compraré otro billete para
Río, para su esposo.
-¡Un momento, un momento! ¡Espera! No te apresures. Hablemos con tranquilidad.
-Adiós, Minho.
Minho se endureció.
-¿Qué quieres decir con «adiós»?
Diez minutos más tarde, Kibum abrió los ojos. Se llevó la mano a la mejilla. Alguien la había besado. Se estremeció y alzó la vista.
-Cómo… No lo hacías desde hace años -murmuró.
-Ya arreglaremos eso -dijo alguien.
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¿que les pareció? ¿ loco no creen?..a mi me encanto cuando lo leí... fue como de"no inventes, ¿enserio?" bueno espero que le haya gustado tanto como a mi la historia :D ...esperare sus comentarios con sus criticas y tomatazos xD...y gracias por leer :3
b2uty
todos son tan lindos que es difícil decidir pero como tengo que escoger uno escogeré al lindo ONEW
217
Re: Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
Aaahahahaha demonios, Marionetas! XD Esta entretenido, tal vez no es la palabra que busco pero woo! Esta loco(?) hahaha y no se si aquí aplica eso de "... Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes ..." (?) ahahaha como sea, yo quiero uno de esos Minho dos XD
Adrie_tibbers
MinHo Onew
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Re: Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
apartoo! *w*♥
"¿que les pareció? ¿ loco no creen?..a mi me encanto cuando lo leí... fue como de"no inventes, ¿enserio?" " hahahhahahaha
siiiiiiiiiiiiii!!!! fue justo asi de O_O no manches!!!
pero pero entonces... tengo una duda TAemin? andaba paseandose por ahí.... o ... el taemin marioneta tambien le dijo adios desde un mes atras!?? D: y por eso estaba mas asfixiante q nunca?? D: y y y si era tan exagerado con su jong♥ porq se consiguio una marioneta?? *^*---- ok lo de taemin fué inesperado o_o
ahora ese minho..... jajajajajaja dios imaginarme a kibum todo dramatico para q se casara con el D: q le sucede?? xD....y ese minho dos!!!! D: ya me esperaba algo asi de tragico ;o; pero aww de alguna manera el minkey permanecio lol , y el minho dos diciendo que se habia enamorado de "su esposo" fue lindo *-*
bueno ya me voy xD inicié mi mañana con un loco oneshot♥ hahaha quiero una marioneta *--* pero q no sea mala y me quiera dejar guardada ¬_¬
hahaha una abrazito (>*3*)> nos leemos~
"¿que les pareció? ¿ loco no creen?..a mi me encanto cuando lo leí... fue como de"no inventes, ¿enserio?" " hahahhahahaha
siiiiiiiiiiiiii!!!! fue justo asi de O_O no manches!!!
pero pero entonces... tengo una duda TAemin? andaba paseandose por ahí.... o ... el taemin marioneta tambien le dijo adios desde un mes atras!?? D: y por eso estaba mas asfixiante q nunca?? D: y y y si era tan exagerado con su jong♥ porq se consiguio una marioneta?? *^*---- ok lo de taemin fué inesperado o_o
ahora ese minho..... jajajajajaja dios imaginarme a kibum todo dramatico para q se casara con el D: q le sucede?? xD....y ese minho dos!!!! D: ya me esperaba algo asi de tragico ;o; pero aww de alguna manera el minkey permanecio lol , y el minho dos diciendo que se habia enamorado de "su esposo" fue lindo *-*
bueno ya me voy xD inicié mi mañana con un loco oneshot♥ hahaha quiero una marioneta *--* pero q no sea mala y me quiera dejar guardada ¬_¬
hahaha una abrazito (>*3*)> nos leemos~
enilk
minho *o* siempre el num.1 :D pero onew le sigue muy de cerca con su hermosa sonrisa y su tierna forma de ser ♥ y jonghyun cuando canta no puedo quitar mis ojos de el LoL ohh taemin es una lindura y key dios! es tan genial! *o* los quiero a todos!! pero minho es mi marido num 1 en el mundo ♥.♥ *la patean*
691
Re: Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
Esta loco esto, definitivamente, pero tiene un encanto tan hermoso, en todo esta historia, pero es aterrador ¿Qué paso con Minho 1?
¿Dónde esta Taemin verdadero?
¿Que hay de Jonghyun?
Es como el cuento, tendré que leerlo, gracias por el One shot!
¿Dónde esta Taemin verdadero?
¿Que hay de Jonghyun?
Es como el cuento, tendré que leerlo, gracias por el One shot!
JOAN HINA
ஜKeybum ♥
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Re: Marionetas S.A. [MinKey y JongTae]
jajjaja es shot mas raro q he leido XD
pobre minho uno termino enserrado en el cajon u.u
y Teamin para mi que se fue con jinki XD
pobre minho uno termino enserrado en el cajon u.u
y Teamin para mi que se fue con jinki XD
Vanexia
Minho<3
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