Creía que mi día sería muy tranquilo, tenía planeado ir a la terminal de autobuses para despedir a mi novio pues iría de vacaciones a visitar a su mamá y a su hermano. Desperté y supe que mi hermana desayunaría en la casa. Comería frijoles pues unos días antes había sentido un antojo inmenso de comer frijoles.
Me levante sin cambiarme mi pijama, como acostumbro los fines de semana. Y comí galletas con leche. Llego mi hermana y hablo con mi mamá sin decirme nada a mí.
Desayuno rápido y lo único que me dijo fue que se tenía que ir.
Me arregle y fui a la terminal, hice un gran coraje lo cual no quiero recordar. Y al salir mi mamá me dijo que acompañaríamos a mi hermana al entierro de un amigo suyo.
Carlos Miguel Lizama Chuc. Amigo de mi hermana. Conocido mío y hermano de una amigo mío. Elías era hermano menor de Carlos. A Elías lo conocí en la escuela nunca fue de mis mejores amigos, pero comencé a acercarme a él de una manera de la cual no me enorgullezco. Su madre falleció hace tan solo 10 meses.
Ese día el llego a la escuela muy extraño, pues acostumbraba ser muy feliz e incluso molesto. Llego con el ojo rojo y muy silencioso. Hablamos sobre lo cual le ocurrió, desde esa vez nos acercamos un poco pero con el paso de los meses volvió a ser para mí el chico latoso y burro del salón.
Cuando tome el autobús con mi mamá me explico que era lo que le había pasado. Carlos murió en un accidente automovilístico.
Llegamos al panteón y Elías estaba en la entrada y junto a él una camioneta con el nombre de Carlos escrita en el cristal trasero.
Nunca había ido a un entierro la única imagen que tenia de esos eventos era la que me daba las películas, personas de luto, y un sacerdote dando las últimas palabras. Nadie iba vestido de colores oscuros.
Me acerque y abrace a Elías.
-¿Cómo estás?- pregunte no entiendo como fui capaz de preguntar eso, era obvio que estaba triste.
-aun no me lo creo. Perdón por no avisarte es que no tenía tu número, te iba a avisar por tu hermana-.
-yo tampoco me lo creo…-
-me tengo que ir-. Me interrumpió y me fui hacia donde estaba mi mamá y mi hermana.
Caminamos hasta el lugar en donde lo iban a enterrar. Una señora que caminaba tras nosotras lloraba sin parar. Llegamos hasta el lugar y un señor comenzó a leer lo que creo que era la biblia de la religión cristiana.
Abrieron el féretro para que la gente pasara a despedirse de él y mi hermana comenzó a llorar.
El sollozar de Elías era de una tristeza inmensa me dolía el estomago de decir el dolor que él sentía. Llore todo el tiempo que estuvimos allí. Escuchar esos llantos me ponían inmensamente triste.
Al termino de todo me acerque a darle el ultimo pésame a Elias. Lo abrace y en su oído susurre.
-perdóname si en algún momento no te he demostrado mi amistad, pero cuentas conmigo como amiga siempre. Eres una persona magnifica, y sabes bien que tu mamá y tu hermano querían lo mejor para ti. Tienes que echarle las ganas a la escuela para que seas la persona que ellos quieren que seas-.

Carlos:
Para mí siempre fue una persona admirable, lo conocí cuando yo era muy pequeña. Un hombre al cual dios tal vez no le dio el don de caminar pero le dio el don de no darse por vencido. Él tenía un problema en sus piernas y no podía caminar, pero nunca se dio por vencido. Tuvo muchos logros en su vida trabajaba en el gobierno.
Era una de esas personas que te da orgullo decir yo lo conozco.

Esto lo escribí pues hoy mi tristeza fue inmensa vivo en un país en el que poco a poco se pierden los valores, la inseguridad es algo aterrador. Y las personas en las que se puede confiar se cuentan con los dedos.
Les recuerdo que la vida que tenemos es prestada. Según mi forma de pensar tenemos el destino escrito, pero uno siempre lo puede modificar con los actos que realiza.
Les pido nunca se aparten de esas personas que aman y los aman, nunca hay nadie solo, en este mundo tan grande es muy difícil que una persona no esté acompañada. Disfruten cada día sin importar las carencias, el amor verdadero es aquel que se entrega sin esperar nada a cambio…
Adoro mi vida y a mi misma…
A mis padres los quiero infinitamente y puedo decir orgullosa que soy hija de Pilar Rocha y Manuel Vargas…
Mi hermana la quiero y sé que puede confiar en ella en cualquier minuto…
A mi familia la aprecio pues siempre existen diferencias pero siempre pueden ser limadas esas pequeñas esperezas…
Mi hermana adoptada, mi mejor amiga sin duda es Naybe, quiero que sepa que siempre sin importar la hora, el día o el lugar en el que me encuentre contara conmigo, a nadie más puedo darle el título que ella se ha ganado con el pasar de los años...
Mi mejor amigo, mi novio, que puedo decir de él. Él primero que hace despertar en mí la cursilería. Lo amo como loca y espero que lo nuestro dure mucho tiempo…
Mi negra, la niña de mis ojos, mi mascota. Me acompaña desde que inicie la primaria, y espero este a mi lado por mucho más tiempo…
Mis otros amigos, son pocos los amigos verdaderos y uno se puede dar cuenta de ello con el pasar del tiempo. Podrán decirse muy tus amigos pero la lealtad es algo que no se puede crear, es algo que se siente. Y mis amigos me han mostrado lealtad en los momentos en los que los he necesitado…
Ellos y ellas son las personas más importantes de mi vida, piensa en las tuyas y hazle saber lo que sientes por ellos…

solo tenia que escribir y pues queria compartirlo necesitaba hacerlo para sentirme bien, y sentir que ayude a los demas