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~ Spica ~
por ' ★ ｢ нeeгι~ ｣ Lun Mar 22, 2010 3:15 am
Titulo: Spica
Género: ¿?
Autor: ★Άгιмuгα★
Nota: Es algo que soñé & necesitaba sacarlo. Fue en su momento algo pequeño, pero le fui agregando detalles & quedó como esta historia.
En este fic sale Key, pero le cambié el nombre & resulta ser mujer. A ver si pueden saber quién es el segundo personaje principal. Aclaro; NO soñé con Key & con el otro personaje, solo fue un sueño “x”, pero quise hacerlo como especie Oneshot & usar personajes un poco más conocidos & así ._. pero terminó siendo fic xD así que…
*Satsu, no sé si esté bien aquí, de hecho, dudo si debería estar en este foro...*
Capítulo I: Suwon, Kofu… Kofu, ¿Suwon?
Es inverosímil el gran cambio que puede dar un trabajo a tu vida.
Ya va a ser un año desde que mi vida dio un giro de 360º, y sigue doliéndome el pecho con todo lo que ha pasado.
Hace diez meses le informaron a mi padre sobre un cambio de trabajo, estábamos viviendo en un pueblo de Yamanashi-ken, llamado Kofu. El cambio de Japón a Corea del Sur fue algo que no me agradó al primer instante, no quería dejar a mis amigos y tener que adaptarme a una nueva escuela, además, mi coreano no era muy bueno.
Mi padre es coreano y mi madre japonesa, gracias a los dos puedo hablar ambos idiomas, pero por ende practicaba más el japonés. Siempre había pensado que mi coreano era extraño y, aunque lo practicaba a veces con mi padre, no era lo mismo y conocía muy pocos coreanos en Kofu.
Siempre creí que el último día de clases en mi escuela en Kofu iba a ser el día más duro de mi vida, pero no fue así.
-Te extrañaremos mucho, Kumiko.-Dijo Tenma, mi mejor amiga desde hace más de 8 años, iba a extrañar a esa niña loca e hiperactiva.-En especial… yo.-Solo pudo decir antes de que se le quebrara la voz.
-No, no…-la abracé fuerte, era más pequeña que yo.-No te dejaré, solo serán 3 años, y en ese transcurso vendré en las vacaciones, tengo familia aquí, ¿recuerdas?-Eso fue lo mejor que pude decir para consolarla, no quería que se sintiera mal.
-Si.-Dijo mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su suéter y sonreía ampliamente para no ponerme triste a mí.-Entiendo, entonces, solo serán unos meses sin verte y luego vendrás a que compartamos tiempo juntas como siempre.-Afirmó.
-Sí, exactamente eso.-Dije antes de comenzar a reír y llorar de nuevo las dos. Nos abrazamos fuertemente y me despedí de mis demás compañeras.-Las extrañaré, mucho.-Hubo abrazo grupal y me fui.
Caminé observando todo, era un pueblo, no tan pequeño, no tan grande, pero era hermoso, aunque no dudaba que Suwon sería tal vez igual de precioso. Llegué a casa y mi madre me recibió un poco nerviosa, estaba tan acostumbrada a ese pueblo que no sabía como sería nuestro nuevo hogar.
-Cariño, ¿ya tienes todas tus cosas en cajas?-Dijo sonriéndome al ver que había llegado del colegio.
-Si, mamá. No te preocupes, todo irá bien, ¿Y mi papá?
-Lo sé, querida. Es solo que…-Suspiró fuertemente y cambió de tema respondiendo mi pregunta.-Salió por más cajas, al parecer contamos mal.-Se rascó la cabeza e hizo una sonrisa de pena. Mi madre es muy distraída, pero así la amo.
Así pasó el día, todos viendo si no faltaba algo por empacar, papeles que arreglar, trámites y demás cosas. Si la mudanza llegaría, si la casa estaba lista, que si los muebles, sin fin de cosas. En la noche, yo estaba sumamente cansada. Subí a mi habitación, había dejado un futon, una toalla donde poner mi ropa y mis cosas, como dinero y mi celular. Dormiría por última vez ahí.
Estaba tan cansada que me dormí inmediatamente. A la mañana siguiente sonó el despertador de mi celular, a las 5:30 a.m.
-¿Ya despertaste, floja?-Era mi madre con toda esa alegría que siempre desbordaba.-Nosotros ya estamos listos, solo esperamos a que te duches y alistes para ir a desayunar a algún lado, ¿te parece?
-Sí, está bien…-Dije aún adormilada. Me levanté a bañar, me cambié y preparé, agarré las cosas que llevaría en mi equipaje de mano en el avión y bajé.-Ya estoy lista, ¿nos vamos?
-Sí, hija.-Dijo mi padre levantándose y saliendo de la casa.-¿Me sigues? Tu madre ya está afuera.-Asentí y me abrió la puerta.-¿Pasa algo?
-No, es que aún tengo sueño.-Me sentía mal por el sueño, sí, pero también porque mi vida sería distinta, tal vez aburrida durante 3 años.
Desayunamos, fuimos al aeropuerto, abordamos y nos dirigimos a Corea del Sur. Todo iba de acuerdo al plan de mis padres. Yo solo acataba órdenes ya sin decir nada, ellos sabían que me dolía y la verdad no me estaban obligando, yo nunca dije que no, todo me lo guardé.
Por fin llegamos a la casa, era bonita, mucho muy bonita. La colonia era agradable y la gente nos recibió con una sonrisa en su rostro, me hicieron sentir bien. La observé completamente, por dentro y por fuera, no quería perderme luego. Subí a la que, según mi madre, sería mi habitación, por la iluminación que tenía, para que yo pudiera estudiar y practicar bien. Tenía razón, era amplia y muy bien iluminada, tenía un ventanal que daba a la toda la colonia, pero también, a otro ventanal. Por curiosa me asomé y me di cuenta que en la habitación de la casa continua vivía una mujer al igual que yo. Sería de mi edad, por los libros que había en su escritorio y por cómo tenía adornado su celular, el cual también estaba en su escritorio.
Escuché cómo alguien abrió la puerta de mi nueva habitación e inmediatamente volteé.-Ah, eres tú…-Era mi primo Jonghyun, aún no sabía qué hacía ahí. Cambié mi rostro de enfado y posé una sonrisa.-¡Hola! Hace mucho que no nos veíamos, ¿cómo están mis tíos?
-Ya pareciera que esa felicidad es real, Kumi. A mí no me engañas, estás triste y enfadada por el cambio drástico que dio el nuevo trabajo de mi tío a tu vida, ¿cierto?-Lamentablemente, Jonghyun me conocía demasiado bien. Comencé a llorar cuando dijo aquello, pero fue un llanto tranquilo, no me desbordé por completo, solo dejé escapar una que otra lágrima y él me abrazó con fuerza.-Tendrás que superarlo. Además, serán 3 años aquí en lo que terminas la preparatoria, quién sabe si para ese entonces te guste mucho aquí o puedas regresar a Japón a estudiar lo que gustes. Ya serás alguien con más principios y poder para controlar tu vida.-En eso tenía razón, pero tardaría en asimilar todo, aunque me esforzaría.
Bajamos a por mis cajas y me ayudó a decorar mi habitación. Como era más grande que la que tenía, me sobró mucho espacio y estuve contenta de que esta vez si pudiera tener mi piano conmigo y no en la sala, iba a ser mucho más cómodo practicar ahí.
-¡Gracias, Jong! Emm… ¿qué horas son?
-De nada. Son las 5:12 p.m., ¿por? ¿Tienes algo qué hacer?
-No, es solo que creí que tardaríamos más…-Quería entretenerme todo el día en acomodar cosas y al parecer no iba a ser así.-¿Quieres que le diga a mis papás que te lleven a tu casa? Sirve y saludamos a mis tíos.
-No, gracias, tengo otros planes.-Jong cambió un poco desde la última vez que lo vi hacía unos 2 años y medio.-Prima, te ayudaré a familiarizarte un poco más con este lugar. ¿Te parece si te arreglas y te invito a cenar, o algo por el estilo?
-Ahh… esto.-No sabía que decir, aún me sentía un poco mal, pero creo que me haría bien… aunque… no sé.
-Sí… sácala a pasear, Jonghyunnie.-Dijo mi madre, mientras salía de la cocina.-Le hará bien el aire fresco.
-¡Lo que ordene, tía!-Hizo un saludo militar y volteó sonriéndome.-Ya ves, tu madre ha dicho que sí, vengo en una hora y media, espero no tardes tanto como las chicas comunes, bueno, no creo.
No me resistí a golpearlo en el estómago y lo sofoqué un poco.-Soy común.-Dije, mientras ponía mi cara de indiferente.-Veremos si cuando llegues tengo ganas de salir con alguien como tú.
-Sí, claro. Con permiso, tíos. Al rato vengo, estás lista, ¡eh!-Cerró la puerta de la casa y escuché como subía a un auto. Al parecer mis tíos le habían dado ese lujo, ahora entendía porqué me había invitado a salir.
Todo marchó de acuerdo a su plan; conquistar chicas. Quería darle celos a una niña que le gustaba y creo ella le correspondía, solo que no quería aceptarlo. Fuimos a un bar muy tranquilo, en el centro. Odiaba ir a esos lugares, pero ese bar era realmente agradable, además, los amigos de Jonghyun fueron muy amables conmigo y nada pesados ni engreídos, como él.
Llegué temprano y cansada, de nuevo. Dormí como un tronco y el domingo me dispuse a localizar mi nueva escuela, aún no sabía en dónde era. Pero no tardé demasiado en llegar. Era amena, había árboles, una fuente, grandes ventanales, enormes, diría yo. Tenía biblioteca, la cual estaba en servicio los fines, porque vi gente saliendo de ahí y entré para averiguar si ese podría llegar a ser mi refugio en caso de que lo necesitase.
Había contadas personas, pero no estaba tan solo como imaginé. Nadie volteó a verme como bicho raro, todos iban a lo que se debía ir, a estudiar. Caminé silenciosamente entre cada estante, tratando de encontrar algo que me pudiera interesar, no importaba si tardaba en llegar a casa, mis padres supondrían que me habría perdido un poco. No encontré aún un libro que me llamara la atención, así que decidí irme.
Mientras caminaba por una zona que yo aseguraba estaba desierta, me percaté de la presencia de alguien. Inmediatamente volteé y me quedé en silencio. Esa pequeña niña con cabello tan corto que hacía parecer su cabeza igual a un hongo de algún videojuego famoso. Se veía frágil, pero a la vez fuerte, delicada… se dio cuenta de que la observé y volteó a verme por igual. Abrió los ojos al verme y después esquivó mi mirada, algo apenada, tapándose la boca y respirando hondo. No entendí que pasaba, así que me acerqué.
-¿Te encuentras bien?-Le dije, mientras puse mi mano en su hombro.
-Si, estoy bien… gracias.-Se levantó con el libro que estaba leyendo e instantáneamente lo dejó en su lugar y se fue de la biblioteca. Me extrañó su actitud, no sabía qué le había molestado de mí.
Todo el día pensé en eso. Pero solo ese domingo, ya que al día siguiente, no me pasó por la cabeza la imagen de esa niña avergonzada. Transcurrió la semana así, sin novedad alguna, las clases igual de aburridas, compañeros agradables, si, pero no especiales. El primer miércoles le hablé a Tenma, aprovecharía para tratar de hablarle por lo menos cada 2 semanas, los miércoles, que era cuando su madre trabajaba hasta tarde y ella tenía que quedarse en casa para cuidar a su hermanito Hiroshi. Nada interesante que contarle, solo lo mucho que las extrañaba y ellas a mí. A la mayoría les había tocado en el mismo curso y posiblemente a mi me iba a tocar junto con ellas, pero no pudo ser así.
Al siguiente lunes, noté algo distinto en el aula, así que inspeccioné cada rincón y me sorprendí al ver a la “niña hongo”. Me acerqué a ella sin que lo notara y me senté en la banca delantera a la de ella.-Hola, ¿me recuerdas?-Dije mientras intentaba tener contacto directo con sus ojos.-Emm… perdona si soy molesta pero, ese día me preocupaste.
Me ignoraba, seguía leyendo su libro y me ignoraba. De pronto volteó a verme, resoplando.-Sí, te recuerdo. Te pediría que no me molestes cuando esté leyendo, eso me enfada, pero, como eres nueva, te pasaré ésta primera falta.-Se masajeó las sienes y continuó.-Eres parecida a una… prima mía, recordé cuando te vi que tenía un compromiso con ella e iba a llegar tarde a ese dicho compromiso. Tendrás que disculpar mi comportamiento de ese día. Te pido disculpas.-Hizo una especie de reverencia y yo asentí un poco extrañada.
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Capítulo II: Rápidamente.
-Jóvenes, a sus lugares.-Había llegado el maestro Kang. Un señor ya mayor, con cabello sumamente canoso, pero mirada de niño. Se paró junto al escritorio y observó a todos los alumnos-Así que esta semana deciden acompañarnos los demás, yo pensé que ya no estudiarían… Señorita Choi, Señor Arimura, Señor Han.
-Perdone, maestro, me sentí indispuesta.-Se atrevió a decir sin pedir permiso, esa niña que me llamaba tanto la atención.-Por favor, perdone mi falta.-De nuevo hizo una especia de reverencia y se sentó.
-Hablaré con usted luego, Señorita Choi. Mmm…-Volteó a ver a los demás, que estaban sentados casi por el mismo lugar.-¿Y ustedes?
-Yo estaba de vacaciones, así que… no hay mayor excusa, no creo que me perdonen por eso.-Dijo de manera apagada el muchacho con apellido Han.
-Yo creí que empezábamos clases hoy… pero me di cuenta que no.
-Usted siempre ha sido sumamente distraído, Señor Arimura.-Dijo de manera recriminatoria.
-Perdone, no creo cambiar pronto.-Cabe mencionar que a todo esto, yo jamás volteé a ver a los otros dos chicos. Pero cuando el maestro comenzó a dar pase de lista volteé a ver a uno de ellos al momento de decir su nombre.
-¿Arimura Ryutaro?
-Presente…-Y fue cuando lo vi, un joven de cabello oscuro, tez sumamente pálida, labios gruesos y algo desaliñado. Con una voz gruesa y melancólica. Me llamaba la atención, sí, pero estaba con él alguien que realmente me gustó cuando lo vi. Su amigo, que al parecer también era japonés y se llamaba Hasegawa Tadashi, igual de misterioso.
-Maestro, ¿puedo cambiar de lugar? Estoy algo enferma y sentarme junto a la ventana no me hará bien.-Esa voz me sacó de mis pensamientos y regresé mi mirada al pupitre cerrando los ojos fuertemente.
-Está bien, joven. Tome asiento junto a su compañera…-Revisó la lista de alumnos.-…Kim.
-¿Si?-Toda la clase rió al ver que yo estaba distraída.-Ah… disculpe, no lo escuché.-Me puse totalmente roja y escondí mi rostro entre mis brazos, tumbada encima de la mesa de mi pupitre. La niña… Choi, se sentó a un lado de mi y yo intenté presentarme, no lo habíamos hecho. Aproveché que el maestro había salido por la llamada de un alumno afuera.
-¡Hola! Creo que no nos hemos presentado, después de lo que nos ha pasado desde el otro fin de semana. Soy Kim Kumiko, mucho gusto.-No respondió, de nuevo me ignoraba, hasta que respiró hondo y decidió intercambiar una sonrisa conmigo. Esa niña a veces me daba escalofríos, se comportaba extraño.
-Mucho gusto. Perdona, estoy algo tensa. Mi nombre es…-En ese momento la interrumpió el maestro Kang.
-¿A quién buscaba?-Se asomó el maestro con un muchacho sumamente guapo y de sonrisa angelical. Creo que había desplazado un poco al misterioso Hasegawa.
-Choi Minna.-Dijo, sonriendo y haciendo que todas las niñas del salón se derritieran, aplicando celos en los muchachos.
-Aquí. Permíteme… Kim.-Se levantó, al parecer se llamaba Minna.
-Llámame Kumiko o Kumi.-Me miró extraño y salió con ese muchacho tan lindo. Me dio curiosidad y me permití pensar que cuando me llevara mejor con Minna le preguntaría por él. Aunque no debería, tal vez era su novio y a mi no me incumbía saber de él.
Ni dos minutos pasaron cuando Minna regresó a su lugar y el maestro continuó con la clase de Literatura. No volví a hablar con ella, y en el almuerzo, estuve sola, no la vi, se me había escapado sin darme cuenta.
El día escolar estuvo algo aburrido, clases, clases y más clases. Cuando sonó la última campanada del día, di un fuerte suspiro y no tardé en salir del salón.
A la salida de la escuela, vi a esa niña, junto con el chico guapo y sin darme cuenta me les acerqué.-Eh… ¡Choi!-Voltearon los dos algo sorprendidos.-Eh… perdón… Choi, dime que tienes el apunte de gramática, porque no lo tengo y quiero estudiar.-Dije de manera suplicante y ni uno de los dos se inmutó. Hasta que el chico guapo decidió hablar.
-Esto… ¿Te conozco?-Dijo extrañado y Choi lo interrumpió.
-No, no. Va conmigo, se refiere a mí. Si, tengo el apunte, ¿quieres que te preste mi cuaderno?-¿Porqué el muchacho se había confundido? ¿Qué pasaba?
-Ah, sí. Gracias.-Dije un poco avergonzada y para no parecer descortés, decidí presentarme ahora con el muchacho.-¡Ah, perdona! Soy Kim Kumiko, voy en el curso de Choi. Mucho gusto.
Sonrió y me saludó amablemente.-Mucho gusto, yo soy Choi Minho, hermano de Minna.-Dios, era su hermano. No sabía si sentirme algo humillada conmigo misma o sentirme bien, tal vez tenía una oportunidad…
De pronto me di un golpe en la cabeza, un poco leve. Pero, ¿qué estaba pensando? No fui hasta allá a conseguir novio.-Con que, son hermanos, ¿eh? Ha, ha, ha.-Reí algo nerviosa.
-Sí.-Sonrió de nuevo, me derretiría.
-Aquí tienes.-Estiró su brazo hacia mi con su cuaderno y yo lo tomé.-Entonces, te quedarás hasta tarde. Está bien, yo le aviso a mi padre.
-Gracias, pequeña.-Minho sobó la cabeza de su hermana, como a un animalito, fue tan tierno.
-No hagas eso.-lo fulminó con la mirada, mientras retiraba la mano de su cabeza.
-Perdona, si no quieres que te trate como siempre, estando frente a tus amigas. Por cierto, Kim.-Dirigió su mirada a mi.-Puedes llamarme Minho.-Siempre sonreía.-Me tengo que ir. Adiós a las dos.-Se despidió y se fue corriendo por atrás de la biblioteca.
-Igual tú, puedes llamarme Kumiko, Minho.-Grité, muy animada. No sé qué me pasaba, era tan hermoso.-Ah, perdona, Minna… Choi… ahhh…-Con ella aún no había esa confianza. No creía que la hubiera pronto.
-Ja…-Resopló.-No te preocupes, Kim.
-Te dije que me podías llamar Kumiko.
-Aún no me apetece hacerlo.-Se volteó y se fue sin decir nada más. Comenzaba a odiar sus desplantes, y yo solo quería a una amiga.
-Como gustes.-Caminé detrás de ella, todo el camino fue así, al parecer vivíamos en la misma colonia. Después de un gran camino recorrido, pregunté-¿En qué colonia vives?
-Deja de seguirme.
-¿Qué?-¿Qué le sucedía? ¿Estaba loca?
-Deja de seguirme, por favor.
-No te estoy siguiendo, voy a mi casa. ¿Cuál es tu problema?
-Ninguno, no me gusta que me sigas, solo eso.
-Que no te sigo.
-Sí, claro.
Todo el camino en silencio, hasta que la a rebasé y llegué hasta la puerta de mi casa, ella pasó de largo de la puerta de mi casa sin siquiera despedirse ni nada. Quería que fuera mala, lo sería. Subí malhumorada a mi habitación y para tranquilizarme abrí el ventanal de mi habitación para que entrara aire fresco. Me asomé y no podía creerlo.
-¿Qué rayos haces tú aquí?-Ella también se sorprendió.
-Vivo aquí desde el sábado pasado, ¿te molesta? ¿Me mudo?-Mi parte más frívola estaba saliendo, ella se lo había buscado.-Ahora, ¿me crees que no te seguía? Ahora resulta que somos vecinas.
-Discúlpame. Aún así, no… Bah, olvídalo.-Se metió algo enfadada y a yo casi me carcajeo frente a su ventanal. Me tapé la boca y fui corriendo al pasillo para poder soltar una risotada bastantemente fuerte.
-¡Hey, tú, loca! ¿De qué te ríes?-Era Jonghyun, se le estaba haciendo costumbre venir por lo menos cada tres días a mi casa a molestar después de la escuela.
-Ah, demonios, ¿te importa?-Siempre maltrataba a mi primo, pero le quería, era como un cariño apache.
-Pues, pensaba que esta casa sería más tranquila, pero tú haces que eso sea imposible.-Sus padres solían pelear mucho, y creo que últimamente lo hacían más seguido, por eso Jonghyun escapaba a mi casa.-Si quieres me voy.
-No, sabes que es broma. ¿De nuevo pelearon?-Después me arrepentí de haber hecho esa pregunta.-No…-Agachó su mirada y comenzó a sollozar mientras movía dudosos sus brazos, no sabía si abrazarme o no. Me atreví a abrazarlo con fuerza y consolar su dolor.-Sé que eres fuerte, ignóralos ya, ve por ti mismo. Solo tres años, saldremos de aquí convida. Me tendrás a mí y yo espero tenerte a ti.
-Pero…-Lo interrumpí con mi dedo en su boca. Tenía que desahogarse y en él ya no era necesario hablar, solo llorar.
Así comenzó a transcurrir la semana, hasta que fueron meses. Jonghyun a veces estaba más afectado que otras y siempre se escapaba a mi casa porque sabía que yo estaría ahí para apoyarle. Yo tenía mis problemas, pero no eran tan graves. Cierta nostalgia por mis amigas en Japón, los enfados que me provocaba Choi. Durante 2 meses siguió con la misma cantaleta de ser indiferente conmigo y a mi se me hacía extraño. Aunque, a decir verdad, era la única que llamaba mi atención y sin embargo, no la conocía. Tenía amigas en la nueva escuela pero, eran simples amigas de hacer tareas juntas, comer en el almuerzo y reír de vez en cuando. Nada relevante.
El que siempre fue amable conmigo desde un principio fue Minho, y yo lo veía lejos de mi alcance, ya que me di cuenta que lo que sentía por él solo era una atracción física de típica adolescente. Eso lo noté por algo que pasó con Choi.
-Odio gimnasia.-Dijo DakHo. Una niña menudita con ojos profundos, que siempre se quejaba de todo en todas las clases.
-Lo sé, es pesado…-Vi que Choi no estaba y volteé a ver que estaba hablando con Arimura y Hasegawa. Esos muchachos, con los que yo apenas y había entablado conversación alguna. En ese momento comencé a sentir las famosas mariposas en el estómago por Hasegawa. No me había dado cuenta, pero esos chicos siempre habían sido amables conmigo, fueron los que desde un principio me aceptaron, tal vez por ser ellos también extranjeros. Los dos eran japoneses. Los padres de Arimura se vinieron a Corea por cambio de trabajo, pero desde que él estaba aún pequeño. Hasegawa era de intercambio y, al parecer, le gustó el lugar y decidió quedarse, estaba viviendo en la casa de la familia Arimura.
No sabía de qué podrían hablar, pero percibí como Choi volteaba a verme y me observaba fijamente. Después de la clase de gimnasia, pasó algo mucho más extraño aún.
-Esto… Kim… ahh, ¿te molesta si nos vamos juntas a casa?
-Vaya, ¿aún no te apetece llamarme por mi nombre?
-No, sí… ya…-Se sonrojó y desvió su mirada.-Entonces, ¿qué dices, Kumiko?
-Me parece bien. Si para ti está bien, para mí también.-Estaba siendo muy duro para ella pedirme eso, quería averiguar qué tramaba.
-Entonces, te espero afuera, ¿vale? Yo ya me cambié.
-Está bien.-Se fue y me sentí más confusa de lo que ya me sentía con ella. Me duché y cambié para ver que efectivamente, Choi me estaba esperando en la puerta del instituto.-Ah, aquí estás, Choi.
-Sí. Te diré, que igualmente tú puedes llamarme por mi nombre.-Sonrió de manera afable y me causó escalofríos, realmente pasaba algo extraño.
-Nee.., Ch… Minna, ¿porqué ese cambio tan repentino para conmigo?-Fui directa.
-Me di cuenta, que no eres tan mala como pensé…-Dijo de forma seria.
-¿Mala? ¿Por qué mala?
-Olvídalo, por favor.
-No, ahora, me dices.-La sostuve de un brazo y casi la amenazaba con la mirada.
-Esto… creí…-Respiró hondo y calló, haciendo que me exasperara.
-¡Dime!-La gente volteó a vernos.-Dime… por favor.-La solté y seguí caminando.
Ella me siguió.-Creí que eras de esas niñas bonitas y aprovechadas que tal vez querría ser mi amiga para sacarme tareas…-Dijo todo de forma rápida y de un solo bocado. Tomó aire profundamente e hizo como si nada.
-¿Qué?-No podía creer su comentario, comencé a reír como desquiciada y de nuevo la gente volteó a vernos, pero ahora sí, no me importó y seguí riendo.-Dios, pero, ¿Qué te sucede? ¿Desde cuándo la gente piensa que soy así? Si en primera, no soy muy bonita que digamos.
-Lo eres…-Lo dijo de manera desconcertante, y me provocó ternura.
-Si a esas vamos, tú igual lo eres, niña hongo.-Ese mote se me salió y sentí sienta vergüenza.
-¿“Niña hongo”?-Abrió los ojos un poco y luego se mostró un poco enojada.
-Perdona, no quise…
-¿Has estado hablando con Minho? Él así me dice…-Comencé a reír de nuevo.
-No, no he hablado con él. Son puros “hola” y “adiós”. Pero es que, mírate, tu cabello hace parecer un hongo. No es por criticar, de hecho, te ves muy bien, no quiero que cambies tu corte solo por mi estúpido comentario, menos por el de tu hermano, ellos no cuentan.-Comenzó a reír un poco y eso me hizo sentir mejor.
Llegamos, cada quién a su casa y no supe de ella hasta el siguiente día. Todo se hizo más ameno; en clases me saludaba, me ayudaba con apuntes o yo le pasaba algo que no había anotado. Me invitó dos veces al almuerzo y yo le correspondí igual. No me confiaba, algo tenía entre manos y me di cuenta después de tres semanas con una pequeña rutina de irnos juntas a la escuela y de regreso, aunque en la escuela no estuviésemos siempre juntas.
-¿Entendiste la tarea de matemáticas, Minna?-Le pregunté, mientras ponía mis brazos atrás de mi cabeza, estirándome un poco.
-Siempre le entiendo, lo sabes.-Se quedó callada, para luego tartamudear.-Oye, Kumi.-
-Sí, ¿dime?
-Tengo una… pregunta un poco… personal.
-Puedes preguntarme lo que sea, después decidiré si es muy personal o no.
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Capítulo III: Preguntas.
-Oye, Kumi.-
-Sí, ¿dime?
-Tengo una… pregunta un poco… personal.
-Puedes preguntarme lo que sea, después decidiré si es muy personal o no.
-Ese chico… Hasegawa, te gusta, ¿verdad?-Me detuve en seco, creo que era muy obvia y es que, desde esa clase de gimnasia había vuelto a sentir un hueco en mi estómago cada vez que lo veía, y una que otra vez había mantenido una buena conversación con él.
-¿Soy… muy obvia?-Tragué saliva y volví a avanzar.
-Algo… ¿crees que le intereses?-Esa pregunta me dolió, pareciera que ella no confiaba en que alguien como él pudiera fijarse en mí. Tal vez ella pensaba que yo sería de tener novios sumamente guapos con autos, deportivos y demás. Sin embargo, Hasegawa no era así…
-Hasegawa… esto…-Volví a tragar saliva y a jugar con un lápiz que saqué del bolsillo de mi suéter.-No sé, él… es muy reservado…
-Cierto, Tadashi es muy reservado, al igual que Ryutaro…-Dijo un poco pensativa.
-Tadashi… Ryutaro… ¿ya tienen esa confianza?-Me sorprendí.
-Esto… sí. Hace tiempo que nos conocemos y pues… mira, ahí están.-De nuevo la parada en seco. Estaba tan nerviosa que sabía que me humillaría yo sola frente a Hasegawa.
-¡Hola, Minna! ¡Hola, Kim!-Era Arimura, se acercó y Hasegawa lo siguió callado.
-Hola, Ryutaro… Hola, Tadashi…
-Pareciera que invirtieron papeles.-Susurré.
-¿Qué pasa, Kim?-Preguntó Arimura un poco extrañado, creo que si escuchó.
-Nada. Por cierto… puedes llamarme Kumiko.-Ya me estaba cansando de a todos tener que decirles que me llamen por mi nombre, pero, debía entender que era prácticamente nueva, aún.
-Ah, ha, ha, entendido. Entonces, tú llámame por mi nombre también. A él igual.-Dijo señalando a Tadashi, el cual estaba algo distraído observando una tienda de helados.
-¿Quieres un helado, Tadashi?-Preguntó Minna, mientras lo jalaba hacia el local. Me dio cierto miedo, acababa de confesarle que me gustaba Hasegawa y ella era al parecer muy unida a él. No quería que le soltara nada.
-¿Quieres uno tú también, Kumi?-Arimura me sacó de mis pensamientos y yo asentí, no muy segura.
-¿Desde cuándo tienes viviendo aquí?
-Casi tres meses, ¿y tú?-Pregunté, sin mostrarle mucha importancia, yo solo observaba a Minna & a Hase… Tadashi.
-Desde los 2 años. Oye, si no quieres venir, no hay problema.-Mencionó con tristeza, lo cual me hizo voltear y rogarle perdón con la mirada.
-Perdona, me preocupa Minna, je.-Me rasqué la cabeza.
-¿Por qué? Dashi no muerde.
-No,… no es eso.-Me acerqué a Minna e hice una reverencia.-Lo lamento, Minna, es que me tengo que ir, pero no quiero que te apresures por mi culpa, así que me voy.-Volteé a ver a Ryutaro y a Tadashi.-Lo lamento, chicos. Me harían el favor de acompañar a Minna hasta su casa, ¿por favor?-Ellos asintieron y yo salí casi corriendo. Si le soltaba algo a Tadashi, prefería no estar yo ahí con miradas acusativas.
Estuve toda la tarde nerviosa y al anochecer me asomé por el ventanal de mi habitación para ver si Minna estaba estudiando en su escritorio. Efectivamente, ahí estaba. Abrí la puertita de mi ventanal y toqué en la suya.
-Buenas noches, Kumi. ¿Pasa algo?
-Sí… no… solo quería decirte, buenas noches. Buenas noches, Minna.-No pude, no me fue posible preguntarle eso. Además, no creía que le hubiese dicho algo, ya.
-Que descanses.
Desde esa vez, no pude preguntarle nada más a Minna, y el tema quedó en el aire. Comencé a pensar que, si Minna le hubiera dicho algo, él seguramente se me hubiera acercado a comentarlo o habría hecho algo que me hiciera saber que conocía mis sentimientos. O ella no había abierto la boca, o a él realmente no le interesaba. Así transcurrieron unas cuantas semanas y poco a poco me estaba llevando realmente bien con Ryutaro.
Descubríamos que teníamos cosas en común y que a la vez éramos totalmente distintos. Él veía el mundo de una manera, y yo de otra manera, pero me encantaba su forma de calcar cada cosa que le pasaba en su mente y tomar ese boceto de experiencia. Apreciar cada flor que cruza por su camino, disfrutar de lindos paisajes, por más simples que parecieran. Acariciar todos los gatos que le permitieran hacerlo, ya que eran uno de sus animales favoritos…
-¿Qué otro animal te gusta? Además de los gatos-Dije mientras controlaba mi cabello por el inmenso aire que hacía.
-Las medusas… los pandas… Me gustaría ser una medusa.
-Ha, ha. Qué extraño eres.
-¿Extraño? ¿Poco común? ¿Original?... Soy distinto a los demás, pero te puedo asegurar que todo mundo tiene ideas así de bizarras, y una obsesión con animales. Que no lo muestren como yo, es distinto.
-¿Eh? Bueno, tal vez tengas razón. Pero, ¿no te duele estar solo?
-¿Estoy solo? Yo veo a alguien más aquí…
-Sabes a lo que me refiero…
-No, no estoy solo, nunca lo he estado, me tengo a mi mismo. Tengo a mis padres, tengo a los gatos, los pandas y las medusas. Tengo a Nekozirushi…-Dijo un nombre que yo no reconocía y lo interrumpí.
-¿Nekozirushi?
-¿Alguna vez te dije que estoy en una banda?
-¿Así se llama?
-No.
-¿Entonces?
-No sé…
-¿Eh? Ya no entendí…-Siempre era algo confuso hablar con él, me destanteaba, se ponía serio y luego cambiaba o retomaba el tema anterior.
-¿Te dije que estoy en una banda? Se llama Plastic Tree…
-Plastic Tree…-Repetí en voz baja, mientras me rascaba la mejilla.-¿Estás? Ese nombre me suena a que es tu banda.
-Estoy… la formamos Dashi y yo, pero él es líder.
-Ah, ya veo… y, ¿Nekozirushi?
-¿Neko… quién?
-Ryutaro…-Siempre funcionaba, si me hacía la malhumorada dejaba de jugar así. Aunque era divertido, no quería luego enfadarme y enojarme enserio con él.
-Ha, ha, ha. Es la mascota de la banda. Un un gato negro de peluche, luego te lo presento.
-Ha, ha, ha. Está bien.-Sonreí de forma afable y comencé a observar el paisaje. Era viernes, habíamos salido temprano y Ryutaro me dijo que necesitaba hablar conmigo. Yo no sabía de qué se trataba, pero como Tadashi no había ido a la escuela, no me importó irme por otro rumbo a la casa. Me había llevado a un lago hermoso, al otro lado de la ciudad. Me encantó y le pedí que algún día me llevara de nuevo… podría ser un buen refugio, además de la biblioteca.
-¿Te gusta Tadashi, verdad?-Esa pregunta me dejó un poco helada y me nubló el paisaje…-Perdona, no tienes que responder.
-Te responderé igual que a Minna… ¿soy tan obvia?
-Algo, por las miradas que le diriges y por cómo le hablas, también.
-No importa, jamás me hará caso.
-Porque no luchas, por eso…
-Luchar, ¿en qué? Si desde hace tiempo que le hablo y no ha mostrado interés alguno en mí.
-Recuerda que tanto Dashi como yo, somos distintos a los demás chicos y nos expresamos distintos, también Akira y Kenken…
-Akira y Kentarou… si, son extraños ustedes cuatro, aunque, Kentarou es el más enérgico.
-Ahora, tú me cambias de tema.
-¿Ves lo que se siente?
-No…
Cerré un poco mis ojos y lo fulminé con la mirada.-Insisto, eres extraño.-Siempre lo sería para mí.
-Lo sé.-Dijo con cierto orgullo. Me fijé en el reloj de mi celular y noté que ya era tarde así que le pedí que me llevara a la casa.
Llegando, pude notar que acababa de llegar Minna, ya que vi cómo cerraba apenas la puerta. Mis padres no estarían hoy y yo no quería estar sola, así que toqué en su casa.
-Ah, hola…
-¡Hola, Minna! Oye… me gustaría que vinieras a mi casa a comer, mis padres no estarán y no quiero estar sola…
-Pero, es que…
-Por favor.-Dije de manera suplicante.
-No puedo, tengo que terminar unas cosas.-Dijo de forma firme y seria.-Pero, si gustas, puedes comer aquí.
-¡Gracias!-Me animé.
Fui a mi casa rápidamente a cambiarme, dejé la mochila en casa de Minna para hacer mi tarea ahí y demás.
Toda la tarde estuvo tranquila. Con Minna las cosas se habían hecho amenas y todo iba bien, era una buena amiga, y yo trataba de abrir mi corazón a ella. Sin embargo, ella continuaba con su corazón más cerrado que nada y eso a veces me frustraba, pero le daría su tiempo. Aunque, la verdad, sentía que quería suplantar a Tenma, quería una amiga como Tenma acá, pero sin dejar a mi mejor amiga de Japón. Le seguía hablando por teléfono continuamente y nada nos había alejado, todo seguía como antes. Pero, no tenerla físicamente o todos los días me hacía cierto daño que quería sanar con la presencia de Minna, sin que ella me lo permitiera y sin que yo lo hiciera concientemente.
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Capítulo IV: Ilusiones.
Esa tarde hablamos y ella me comentó que sospechaba algo entre Ryutaro y yo. Yo le dije la verdad, no éramos más que buenos amigos y que le comenzaba a tener mucho cariño.
-¿Segura?-Seguía curiosa por saber.
-Segura, ¿porqué? Te gusta Ryutaro… ha, ha, ha.-Se puso algo roja y supe que sí.
-No, no es eso…-Pausó un poco y prosiguió.-Me gustaría que tuvieras a alguien aquí, creo que el cambio de Japón a acá, no te hizo bien…-Me enterneció y la abracé, a lo que ella se extrañó y al principio no correspondía mi abrazo.
-No te preocupes, tengo a cuatro personas que me ayudan a pasar esto de la manera más divertida e interesante.-Suspiré.-Aunque no lo creas, tú & Tadashi me ayudan mucho y Ryutaro no se diga.
-¿Y la cuarta?-Dijo un poco asustada.
-Mi primo Jonghyun, él me ayuda mucho, aunque todo el tiempo estemos peleando.
-Ah, ¿el chico con cabello teñido?
-Ha, ha, ha, ha. Ese.-La solté con delicadeza y comencé a reír, mientras seguía con mi tarea.
Pasó un mes en el que todo con Minna mejoró rápidamente, creo que le di la confianza que necesitaba para abrirme su corazón y me confesó que tenía a alguien que no podía sacar de su cabeza. Sin duda, era Ryutaro, el nombre no me lo quiso decir, así que yo tuve que sacar mis conclusiones.
-Dentro de dos semanas será el baile de la escuela, por el aniversario.-Me sorprendía que Tadashi comentara un baile, no se veía de esos chicos a los que les gustaran ese tipo de cosas.
-¿Irás?-Pregunté, mostrando mi sorpresa.
-No… no sé.
-¿Tú irás, Kumi?-Preguntó Ryutaro, mientras aparecía detrás mía revolviendo mis cabellos. Detrás de él venía Minna… ¿Le habría dicho ya sus sentimientos por él?
-Claro que no. No me gustan esas cosas.
-Ándale, ¿por qué no vas a divertirte? Creo que te está yendo muy bien en la escuela, te mereces algo así.-Sonrió abiertamente.
-¿Irás, Minna?-Minna se sonrojó ante el interrogatorio de Tadashi. No pude evitar ponerme un poco celosa, ¿y si ella lo invitaba? Tal vez le daría pena preguntarle a Ryutaro y preferiría ir con Tadashi.
-No, no soy de ir a bailes. Mejor hagamos otra cosa ese día. No sé, ir a ver una película.
-Me parece mejor idea.-Realmente me lo parecía.-Entonces, tenemos estas dos semanas para ahorrar para una buena salida. También para escoger una película, que nos guste a los cuatro.
Todos asintieron y llegó la maestra Jinki. Nos daría nuestra clase de Geografía. Comenzó a hablar y me quedé profundamente dormida en mi pupitre. Tuve un sueño extraño, tanto que me provocó escalofríos y me llevaron a la enfermería por mido a que estuviera enferma. No sé si no querían que contagiara a los demás o si realmente se preocuparon por mí. Me dio fiebre y cuando desperté estaba en mi habitación. Volteé algo asustada a ver si estaba sola. No lo estaba, en el escritorio estaba Jonghyun escribiendo algo, seguramente su tarea.
-¿Mmm…?-Murmuré aturdida.
-Ah, con que, ya estás conciente.-Reclamó sin voltear, seguía escribiendo.
-¿Tarea?
-No, una carta. Quiero saber si Leia quiere invitarme al baile.-Se puso la mano en la boca y rió macabramente.
-Me das miedo.-
-Y tú a mí lástima. ¿Cómo se te ocurre estar inconciente mientras tu “príncipe azul” te trajo hasta aquí?-Abrí los ojos, no podía creerlo.
-¿Qué? ¿De qué hablas?-Me levanté de un brinco.
-Si, llamaron a la casa y después mis tíos me llamaron para ir por ti. Cuando llegué estaban tus amigos en la enfermería contigo, ardiendo, por cierto. Te traje en mi carro, solo uno de los chicos vino conmigo y cuando menos me imaginé, ya estaba cargándote desde mi carro hasta la casa. Le abrí la puerta y le indiqué donde estaba tu cuarto, te dejó y se despidió algo triste. No se pudo quedar porque tenía deberes, pero créeme, si hubiera podido, estaría aquí y yo estaría abajo jugando algún videojuego.-No pude evitar arrojarle una de mis almohadas, era un sangrón.-Ha, ha, ha. No te creas lo del videojuego… bueno, en parte sería cierto.
-¿No te dijo nada de mí?
-Emmm… no. Solo que te cuidara bien.
-¿Solo eso?
-Sí… tranquila, lo verás mañana, si ya te sientes mejor, no veo porqué faltar.
-Sí…-Estuve emocionada todo el día, ya quería que fuera el siguiente día de clases, verlo a la primera hora y agradecerle. Dormí con un hueco en el estómago, estaba totalmente nerviosa. Me levanté y arreglé más temprano de lo común. Pero, tuve que esperar a la hora de siempre porque si llegaba antes, no habría nadie y eso me daría miedo.
-¡Buenos días, chicos!-Llegué y ya estaban Ryutaro y Minna en el salón. Observé discreta y cautelosamente para ver si Tadashi no estaba en otro lugar.-¿Y… Tadashi?...
-No vendrá. Se fue a Japón.-Me quedé helada. Se había ido.-No te preocupes, volverá en una semana, solo necesitaba arreglar unos papeles allá.-En ese instante, sentí como el alma me regresaba al cuerpo.-¿Lo necesitas?
-No, solo pregunté por curiosidad, últimamente él estaba llegando más temprano que yo…
-Pues, no, no vendrá en una semana. Cambiando de tema, ¿ya te sientes mejor?-Preguntó Minna con rostro de preocupación.
-Si, mucho mejor, gracias.-Sonreí.
Esa semana fue la más pesada de mi vida, sumamente lenta. Las clases me desesperaban como nunca y no podía concentrarme en mis tareas. Mis padres no dejaban de preguntarme si tenía algo y le conté todo a Jonghyun para desahogarme. Después de tres días, igual le confesé todo a Minna. Su reacción fue extraña, un poco de celos y yo terminé confundida, ¿la persona a la que no podía sacar de su mente, era Tadashi?
Si era así, yo no me pondría en medio, ella se llevaba mejor con él y se conocían de más tiempo. Es más, comencé a sospechar que ya tenían una relación, porque siempre estaban juntos y por eso era que yo platicaba más con Ryutaro que con él.
Una semana… lo vería en una semana… iríamos al cine y yo tal vez no soportaría verlo junto a Minna… le tenía que preguntar…
Me digné a tocar el vidrio de su ventanal.-¿Minna?-Tardó en salir.
-¿Sí, dime? ¿Pasa algo, Kumi?
-Te tengo que preguntar, no puedo soportarlo más, mi curiosidad me puede.-Dije directamente, enserio no podía más.
-¿Qué sucede?-La asusté, lo supe por cómo preguntó.
-No es malo, simplemente… ahh… ¿Tú y Tadashi tienen una relación?-Antes de que pudiera responderme, me apresuré a decir.-Mira, si es así, no importa, no me sentiré mal. Solo, no me mientas. Me sentiré peor si me dices que no y resulta ser que si.
-No…-Dijo apenada, mientras se llevaba la mano a la boca y susurraba algo.
-¿Perdón?
-No, no tengo ninguna relación más allá de una amistad con Tadashi…
-Dime la verdad…
-Es enserio. Solo somos amigos, créeme.-Estiró su mano y acarició la mía. La sentí sincera y le creí. Me tranquilicé y sonreí.
-Gracias.-Cerré el vidrio y me metí a estudiar, la semana pasada me había ido totalmente mal con todo lo que pasaba en mi mente.
El lunes siguiente ahí estaba, si había vuelto una semana después y yo me sentía plena con ello. Caminé hacia él y le hablé, ¿cómo? No lo sé, pero me armé de valor y platiqué con él de muchas cosas. Tenía un modo de ver la vida, parecido a Ryutaro, pero era muy distinto, sumamente distinto.
Pasó el día, y cuando volvimos de clase de gimnasia me encontré con un regalo… un lirio blanco en mi butaca. Volteé a todos lados, ya no había nadie, ya todos se habían ido… y me ilusioné, pensé en Tadashi, realmente se había animado ya a expresar sus sentimientos, o era mi loca imaginación. Tal vez era de algún otro enamorado del salón que había confundido mi butaca con la de alguna otra chica que se sentaba a mí alrededor. Comencé a pensar en no hacerme ilusiones…
El problema fue que toda la semana recibí esos lirios… cinco lirios que aún conservo entre mi libro favorito… cinco lirios que jamás podré volver a ver igual. Deshidratados en mi librero.
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Capítulo V: Siete lirios.
El día del último lirio, el viernes… toda la escuela estaba volteada de cabeza, ¿la razón? El baile de aniversario.
Recordemos que yo no iría, el plan estaba en salir en la noche al cine con Minna, Tadashi y Ryutaro. Tal vez me armaría de valor de nuevo y hablaba con él, le pediría a Minna que distrajera a Ryutaro para que no nos interrumpiera, quería acabar con mis dudas de una vez por todas.
No tuvimos casi clases, por las organizaciones y demás, además de que hubieron torneos deportivos en la mañana. Todo era un caos, así que decidí irme temprano, pedí permiso, ya que no haríamos nada de provecho.
Cuando iba saliendo del instituto, me encontré con Ryutaro, recargado en uno de los muchos árboles del patio exterior. Me observó y sonrió, así que me acerqué para asegurar como estaban los planes de esa noche.-Hola, Ryutaro. Entonces, ¿cómo quedamos con lo de esta noche?
-Tadashi y Minna no podrán ir.-Me extrañó ese comentario.-Así que, paso por ti a las… 6:00 p.m., ¿te parece?
-No, espera… sin ellos, no voy.-Me negué rotundamente, yo solo quería hablar con Tadashi. En ese instante me volteé y ya iba a retirarme cuando sentí como me jalaba del brazo derecho.
-¿Me dejarás solo?
-No, es que… enserio, Ryutaro, quiero que vayamos todos.
-No, quieres… olvídalo.-Odiaba que me dejaran con la duda.
-Dime.
-¡OL-VÍ-DA-LO!
-¡NO! Dime…
-Tú lo que quieres es que vaya Tadashi, es solo eso, Tadashi… solo él.-Se puso de cunclillas y a modo de desesperación revolvió sus cabellos.-Lo dije, ya, te puedes ir.
-Sí, quiero que vaya él, ¿algún problema? Eso tú ya lo sabías.-Me indigné.
-Estoy harto…-susurró.
-No te escuché.
-¡Que estoy harto!-En ese instante se paró, moviendo los brazos hacia abajo. Me sobresalté y lo observé con una mirada de miedo, ¿qué le pasaba?-Estoy harto de que solo sea él. Te conozco, me conoces, somos conocidos, nos nutrimos mutuamente con pensamientos y demás cosas, ¿por qué solo él? A él no lo conoces, él no te conoce, no tiene ni la más mínima idea de lo que piensas hasta de por una mosca que pase. No…-Se agachó de nuevo, haciendo el mismo gesto de revolver sus cabellos con desesperación.
-¿Qué te pasa…?-Me agaché a acariciar su cabeza, cuando en ese instante tomo mi mano y la besó con dulzura.-¿Qué pasa…?-Dije asustada.
-Nada más… nada, solo quiero estar contigo, dame una oportunidad.
-Ryutaro, me estás asustando.
-Kumiko, mi bella Kumiko.-De nuevo besó mi mano.
-Ryutaro… ¿qué…?-Me interrumpió besando dulcemente mis labios, con delicadeza. Yo no pude rehusarme, no sentía que era indebido besarle, en ese instante deseé hacerlo. Mi primer beso, tan hermoso… y extraño. Me di cuenta que yo jamás amé a Tadashi, me estaba confundiendo. Toda mi fascinación era por él, Ryutaro Arimura. Terminó de besarme y comenzó a llorar, me aferré a él como pude y lo abracé con fuerza.
-No llores… Ryutaro… yo… me doy cuenta que ya no es Tadashi…
-¿Por qué? ¿Porque él no te hace caso… yo sí?
-No. No… estaba confundida, ¿crees que si no supiera que eres tú el que me quiere de verdad, te hubiera correspondido ese beso?
-Perdóname…
-¿Por qué?
-Por no poder estar contigo cuando estabas enferma. Enserio, tenía que arreglar unas cosas…
-Entonces, ¿eras tú quien acompañó a Jonghyun hasta mi casa, conmigo en brazos?
-¿No sabías? ¿Pensabas que era Tadashi?
-Si…-Dije apenada. Jonghyun era un tonto, siempre le dije que Tadashi tenía el cabello teñido de rubio al igual que él.
-No, era yo. Ahora, ¿ves lo importante que eres para mí?
-Si, ahora lo veo.-Besé dulcemente sus labios y recordé a Minna. Ella me dijo que Tadashi no era quien le gustaba, entonces, seguramente sería Ryutaro. Tenía que ir a hablar con ella, antes de que se enterara por los alumnos que habían visto mi beso con él.-Ryutaro, tengo que irme.
-¿A… dónde?-Seguía aturdido.
-No puedo… tengo que irme, por favor… ve en la tarde a mi casa. Tenemos que hablar, ¿sí?
-Está bien…
Salí corriendo del patio exterior, hasta llegar a los comedores de atrás, para ver a Minna con Tadashi hablando seriamente. Minna tenía cara de sorpresa. No… Tadashi le había contado, seguramente, notó que Ryutaro iba a explotar ese día y me diría lo que sentía. Corrí como pude hasta ellos, y antes de gritar el nombre de Minna, Tadashi la besó. Me quedé helada… Tadashi estaba enamorado de Minna. Creía en lo que ella me había dicho, que no eran pareja, pero, ella tal vez jamás se imaginó que Tadashi podía estar enamorado de ella.
Se dieron cuenta de mi presencia y Minna notó también mi rostro de asombro y avergonzada, se tapó la boca y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Kumi, no…
-No, Minna. No hay nin…-No pude acabar la frase cuando Minna comenzó a correr… se sentía mal por lo que vi. Pero, no sabía que yo no sentía realmente nada por Tadashi, que ya había encontrado a Ryutaro.
-¡MINNA!-Salí corriendo tras ella y observé como Tadashi se quedó congelado en su sitio.-¡Minna, a dónde vas!
Minna entró al edificio y siguió corriendo, subió escaleras y yo la perseguía gritando su nombre. Corrí mucho, pero me preocupaba tanto por Minna, que no noté cuántos pisos había subido, ni cuanta gente había tenido que esquivar.
Llegamos al techo del instituto y encontré a Minna de rodillas en el suelo. Agitada, llegué hasta ella y traté de explicarle.-Minna…-No podía respirar, esos escalones estaba haciendo efecto en mis pulmones.-Minna… no te preocupes… descubrí… descubrí…-Seguía sin poder respirar bien.
-¿Qué? ¿Que Tadashi jamás se interesó en ti? ¿Que Ryutaro siempre estuvo tratando de llamar tu atención? ¿Qué por eso siempre Ryutaro fue abierto contigo? Si yo ya lo sabía todo… pero todo me dolía, no quería que estuvieras con ninguno de los dos… ¡NO!-¿Era así de egoísta? ¿Me engañó siempre…?
-Pero, ¿qué rayos dices? ¿QUÉ TE SUCEDE?-Grité. Me estaba enojando, no podía creerlo.
-¿Qué me sucede? Tú eras la que no les decías nada. Yo quería que fueras feliz, con cualquiera, por eso le ayudé a Ryutaro contigo, pero tú solo veías a Tadashi… y me daban celos, muchos celos.-Se sobó la frente. Se estaba exasperando.
-Celos… te gusta Tadashi. ¡Me lo hubieras dicho!
-¡NO!
-¡¿Por qué no?!
-¡Porque no me gusta! Jamás lo quise más que como un amigo, ¿por qué no entiendes?
-Si no me explicas, jamás entenderé. ¡Te informo que aún no sé leer mentes, Minna!
-No hay nada qué explicar. Esto no es explicable, esto no es normal…-Comenzó a llorar, se abrazó a sus piernas y solo lloraba miserablemente.-No es normal…
-¿Qué no es normal?... ¡MINNA, NO ENTIENDO!
-¡Jamás lo entenderás!-Gritó, mientras volteaba su rostro solo para eso.
-Dime… dime, ¿qué sucede?-No pude resistirlo, me estaba desesperando. Sentí impotencia y comencé a llorar en el suelo.
-Yo… Kumi… Yo…
-Tú, ¿qué?-Me acerqué a ella gateando y la agité con fuerza. Tenía que reaccionar, y yo descargar mi impotencia con alguien.
-YO… YO TE AMO, KUMIKO.-Me aturdí completamente y la solté… caí hacia atrás y rebobiné mi mente. ¿Qué había dicho?
-Tú…
-Sí, te amo. Desde ese día que te vi en la biblioteca, no puedo dejar de pensar en ti. No sé qué me pasa. No es normal, me matarán. No…-comenzó a llorar más fuerte.
-Minna…-La abracé.-…yo…
-¿Qué? Tú no puedes corresponderme. ¡ESO LO SÉ! Lo sé, y me duele. Me duele tanto, por eso quiero que seas feliz con Ryutaro, él es buen chico.
-No puedes escogerme pareja.
-Lo sé, pero, dale una oportunidad.
-Minna, primero estás tú para aclararme todo…
-Aclarar, ¿qué? Sabía que no comprenderías… por eso es que me sonrojo contigo, por eso es que me encelo tanto. Por eso los lirios…-La interrumpí.
-¿Lirios? ¿Eras tú?-Nunca me lo imaginé, siempre pensé que eran de Tadashi y cuando Ryutaro me confesó sus sentimientos, pensé que eran de él.
-Sí, fui yo…-seguía llorando abrazada a sus piernas.-Lo siento… no puedo… tengo que ir… no…-Se levantó y comenzó a correr de nuevo. Yo no sabía que hacer… no quería dejarla, pero, no podía amarla. Yo no era así…
-¡MINNA! ¡No te vayas…!-Y rompí en llanto.
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Capítulo VI – Capítulo final: Sink.
Una semana completa sin saber de Minna, desde aquel día. Me sentía mal, pero, no me atreví en toda esa semana a llamarle por los ventanales. Esa semana fue un error en mi vida y por muchas cosas que se desencadenaron después de la confesión de Minna…
Mi relación con Ryutaro mejoró, pero, yo le dije que me esperara. Me sentía realmente mal y no podía contarle a nadie más que a Jonghyun. Pero, él no estaba, había salido con mis tíos a un viaje de negocios en los que él aprovecharía para ver Universidades en el extranjero.
Estaba sola… totalmente sola. Tenma se había acabado de mudar y aún no me llamaba para darme su nuevo número de casa. Todo el viernes lo utilicé para armarme de valor y tocar en casa de Minna. Y lo hice…
-¿Sí? ¿A quién busca?-Era Minho, hace mucho que no lo veía y lo notaba preocupado.
-Hola, Minho… esto… ¿está Minna?-Puso sus ojos tristes y volteó a ver por su casa si no había nadie cerca.
-Salió al parque, está muy mal, no sé qué le pasa.-Murmuró.
-Gracias. Yo igual, quiero saber qué le sucede.-Mentí.
-Si sabes algo, dime, por favor.-Suplicó con la mirada y cerró la puerta.-Adiós, Kumiko.
-Adiós.-Fui corriendo al parque, quería hablar con ella. Saber cómo estaba.
Ahí estaba, llorando debajo de un árbol, por un columpio rupestre que algún niño había hecho alguna vez, hace muchos años.
-¡Minna!-Volteó a verme y se levantó de un brinco.
-¿Qué haces…? No puedo verte…
-¿Por qué? No has hecho nada malo.-Sonreí, quería que confiara en mi.
-Sigues sin entender…
-¿Qué?
-No entiendes. Mis sentimientos son puros, eso duele. No resisto más… no lo resisto.
-Minna, tal vez después dejes de sentir eso por mi. No digo que no lo sientas, ni que seas una… pervertida.-Me dolió decir lo último.-Tal vez encuentres a una niña que te corresponda como se debe.
-No… ¡NO!-Se abrazó a mi con fuerza y yo la abracé igual.-Te amo, Kumiko.
-Yo…-Me interrumpió un beso dulce de sus labios en los míos. Corto, pero dulce.
-Lo lamento…
En ese momento, me soltó y subió un pie en el asiento del columpio. Yo estaba sin poder moverme por lo que había hecho y no hice nada. Soy una estúpida, ¡¿por qué no hice nada, joder?!
-Minna…
-Lo lamento, Kumi…
Comenzó a hacer girar con su mano derecha el columpio. Haciendo un especia de enredo con las cuerdas de éste… cada vez iba más rápido y yo no hacía nada. No la observé en si, no lo entendía. No sabía qué hacía. Hasta que reaccioné.
-No, Minna, ¿qué haces?-Traté de evitar que se ahorcara, no podía hacerlo, no. Cuando vio que iba a fallar en terminar con su vida así. Sacó un cuchillo del bolso de su chamarra y se lo acercó lentamente al cuello. Abrí mis ojos y comenzaron a llenarse de lágrimas, solo recuerdo cómo le suplicaba porque no lo hiciera…
-¡NO, MINNA! ¡NO!-Se cortó la yugular y cayó encima de mi… me manché de sangre, lloré fuerte y luego, me desmayé. Me había golpeado al momento de su caída…
Aún no recuerdo cuánto tiempo pasé en el hospital inconciente. Me levanté y exasperada pregunté por Minna… mi madre, tristemente me dio la noticia…
El día del funeral, estuve todo el evento pegada a Ryutaro. Me dolía el pecho y no encontraba mi lugar. Ryutaro solo me consolaba…
-Señora Choi.
-Sí… ¿dime, querida?-En sus ojos podía ver la tristeza de más de 1,000 hombres.
-¿Podría…-Tragué saliva y me limpié las lágrimas.-…ir al cuarto de Minna?
-Por supuesto.
-Subí sola hasta su habitación. Tenía su aroma cuando entré y no pude evitar soltar una lágrima de amargura… todo había sido mi culpa… todo. Observé cada rincón, hacía mucho que no entraba ahí… y pude ver que debajo de su cama había algo…
Husmeé un poco y saqué un periódico con algo encima. Eran dos lirios… los cinco lirios ya no serían cinco, si no siete. Abajo, había una nota de despedida…
Vi que no era una nota, era una canción, la había escuchado antes…
Desde ese entonces, lloro… ya son casi 6 meses… y lloro mucho… no puedo evitarlo. Y dicha canción pasó a ser parte de mi repertorio, la toco por lo menos una vez a la semana… por ti…
Género: ¿?
Autor: ★Άгιмuгα★
Nota: Es algo que soñé & necesitaba sacarlo. Fue en su momento algo pequeño, pero le fui agregando detalles & quedó como esta historia.
En este fic sale Key, pero le cambié el nombre & resulta ser mujer. A ver si pueden saber quién es el segundo personaje principal. Aclaro; NO soñé con Key & con el otro personaje, solo fue un sueño “x”, pero quise hacerlo como especie Oneshot & usar personajes un poco más conocidos & así ._. pero terminó siendo fic xD así que…
*Satsu, no sé si esté bien aquí, de hecho, dudo si debería estar en este foro...*
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Capítulo I: Suwon, Kofu… Kofu, ¿Suwon?
Es inverosímil el gran cambio que puede dar un trabajo a tu vida.
Ya va a ser un año desde que mi vida dio un giro de 360º, y sigue doliéndome el pecho con todo lo que ha pasado.
Hace diez meses le informaron a mi padre sobre un cambio de trabajo, estábamos viviendo en un pueblo de Yamanashi-ken, llamado Kofu. El cambio de Japón a Corea del Sur fue algo que no me agradó al primer instante, no quería dejar a mis amigos y tener que adaptarme a una nueva escuela, además, mi coreano no era muy bueno.
Mi padre es coreano y mi madre japonesa, gracias a los dos puedo hablar ambos idiomas, pero por ende practicaba más el japonés. Siempre había pensado que mi coreano era extraño y, aunque lo practicaba a veces con mi padre, no era lo mismo y conocía muy pocos coreanos en Kofu.
Siempre creí que el último día de clases en mi escuela en Kofu iba a ser el día más duro de mi vida, pero no fue así.
-Te extrañaremos mucho, Kumiko.-Dijo Tenma, mi mejor amiga desde hace más de 8 años, iba a extrañar a esa niña loca e hiperactiva.-En especial… yo.-Solo pudo decir antes de que se le quebrara la voz.
-No, no…-la abracé fuerte, era más pequeña que yo.-No te dejaré, solo serán 3 años, y en ese transcurso vendré en las vacaciones, tengo familia aquí, ¿recuerdas?-Eso fue lo mejor que pude decir para consolarla, no quería que se sintiera mal.
-Si.-Dijo mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su suéter y sonreía ampliamente para no ponerme triste a mí.-Entiendo, entonces, solo serán unos meses sin verte y luego vendrás a que compartamos tiempo juntas como siempre.-Afirmó.
-Sí, exactamente eso.-Dije antes de comenzar a reír y llorar de nuevo las dos. Nos abrazamos fuertemente y me despedí de mis demás compañeras.-Las extrañaré, mucho.-Hubo abrazo grupal y me fui.
Caminé observando todo, era un pueblo, no tan pequeño, no tan grande, pero era hermoso, aunque no dudaba que Suwon sería tal vez igual de precioso. Llegué a casa y mi madre me recibió un poco nerviosa, estaba tan acostumbrada a ese pueblo que no sabía como sería nuestro nuevo hogar.
-Cariño, ¿ya tienes todas tus cosas en cajas?-Dijo sonriéndome al ver que había llegado del colegio.
-Si, mamá. No te preocupes, todo irá bien, ¿Y mi papá?
-Lo sé, querida. Es solo que…-Suspiró fuertemente y cambió de tema respondiendo mi pregunta.-Salió por más cajas, al parecer contamos mal.-Se rascó la cabeza e hizo una sonrisa de pena. Mi madre es muy distraída, pero así la amo.
Así pasó el día, todos viendo si no faltaba algo por empacar, papeles que arreglar, trámites y demás cosas. Si la mudanza llegaría, si la casa estaba lista, que si los muebles, sin fin de cosas. En la noche, yo estaba sumamente cansada. Subí a mi habitación, había dejado un futon, una toalla donde poner mi ropa y mis cosas, como dinero y mi celular. Dormiría por última vez ahí.
Estaba tan cansada que me dormí inmediatamente. A la mañana siguiente sonó el despertador de mi celular, a las 5:30 a.m.
-¿Ya despertaste, floja?-Era mi madre con toda esa alegría que siempre desbordaba.-Nosotros ya estamos listos, solo esperamos a que te duches y alistes para ir a desayunar a algún lado, ¿te parece?
-Sí, está bien…-Dije aún adormilada. Me levanté a bañar, me cambié y preparé, agarré las cosas que llevaría en mi equipaje de mano en el avión y bajé.-Ya estoy lista, ¿nos vamos?
-Sí, hija.-Dijo mi padre levantándose y saliendo de la casa.-¿Me sigues? Tu madre ya está afuera.-Asentí y me abrió la puerta.-¿Pasa algo?
-No, es que aún tengo sueño.-Me sentía mal por el sueño, sí, pero también porque mi vida sería distinta, tal vez aburrida durante 3 años.
Desayunamos, fuimos al aeropuerto, abordamos y nos dirigimos a Corea del Sur. Todo iba de acuerdo al plan de mis padres. Yo solo acataba órdenes ya sin decir nada, ellos sabían que me dolía y la verdad no me estaban obligando, yo nunca dije que no, todo me lo guardé.
Por fin llegamos a la casa, era bonita, mucho muy bonita. La colonia era agradable y la gente nos recibió con una sonrisa en su rostro, me hicieron sentir bien. La observé completamente, por dentro y por fuera, no quería perderme luego. Subí a la que, según mi madre, sería mi habitación, por la iluminación que tenía, para que yo pudiera estudiar y practicar bien. Tenía razón, era amplia y muy bien iluminada, tenía un ventanal que daba a la toda la colonia, pero también, a otro ventanal. Por curiosa me asomé y me di cuenta que en la habitación de la casa continua vivía una mujer al igual que yo. Sería de mi edad, por los libros que había en su escritorio y por cómo tenía adornado su celular, el cual también estaba en su escritorio.
Escuché cómo alguien abrió la puerta de mi nueva habitación e inmediatamente volteé.-Ah, eres tú…-Era mi primo Jonghyun, aún no sabía qué hacía ahí. Cambié mi rostro de enfado y posé una sonrisa.-¡Hola! Hace mucho que no nos veíamos, ¿cómo están mis tíos?
-Ya pareciera que esa felicidad es real, Kumi. A mí no me engañas, estás triste y enfadada por el cambio drástico que dio el nuevo trabajo de mi tío a tu vida, ¿cierto?-Lamentablemente, Jonghyun me conocía demasiado bien. Comencé a llorar cuando dijo aquello, pero fue un llanto tranquilo, no me desbordé por completo, solo dejé escapar una que otra lágrima y él me abrazó con fuerza.-Tendrás que superarlo. Además, serán 3 años aquí en lo que terminas la preparatoria, quién sabe si para ese entonces te guste mucho aquí o puedas regresar a Japón a estudiar lo que gustes. Ya serás alguien con más principios y poder para controlar tu vida.-En eso tenía razón, pero tardaría en asimilar todo, aunque me esforzaría.
Bajamos a por mis cajas y me ayudó a decorar mi habitación. Como era más grande que la que tenía, me sobró mucho espacio y estuve contenta de que esta vez si pudiera tener mi piano conmigo y no en la sala, iba a ser mucho más cómodo practicar ahí.
-¡Gracias, Jong! Emm… ¿qué horas son?
-De nada. Son las 5:12 p.m., ¿por? ¿Tienes algo qué hacer?
-No, es solo que creí que tardaríamos más…-Quería entretenerme todo el día en acomodar cosas y al parecer no iba a ser así.-¿Quieres que le diga a mis papás que te lleven a tu casa? Sirve y saludamos a mis tíos.
-No, gracias, tengo otros planes.-Jong cambió un poco desde la última vez que lo vi hacía unos 2 años y medio.-Prima, te ayudaré a familiarizarte un poco más con este lugar. ¿Te parece si te arreglas y te invito a cenar, o algo por el estilo?
-Ahh… esto.-No sabía que decir, aún me sentía un poco mal, pero creo que me haría bien… aunque… no sé.
-Sí… sácala a pasear, Jonghyunnie.-Dijo mi madre, mientras salía de la cocina.-Le hará bien el aire fresco.
-¡Lo que ordene, tía!-Hizo un saludo militar y volteó sonriéndome.-Ya ves, tu madre ha dicho que sí, vengo en una hora y media, espero no tardes tanto como las chicas comunes, bueno, no creo.
No me resistí a golpearlo en el estómago y lo sofoqué un poco.-Soy común.-Dije, mientras ponía mi cara de indiferente.-Veremos si cuando llegues tengo ganas de salir con alguien como tú.
-Sí, claro. Con permiso, tíos. Al rato vengo, estás lista, ¡eh!-Cerró la puerta de la casa y escuché como subía a un auto. Al parecer mis tíos le habían dado ese lujo, ahora entendía porqué me había invitado a salir.
Todo marchó de acuerdo a su plan; conquistar chicas. Quería darle celos a una niña que le gustaba y creo ella le correspondía, solo que no quería aceptarlo. Fuimos a un bar muy tranquilo, en el centro. Odiaba ir a esos lugares, pero ese bar era realmente agradable, además, los amigos de Jonghyun fueron muy amables conmigo y nada pesados ni engreídos, como él.
Llegué temprano y cansada, de nuevo. Dormí como un tronco y el domingo me dispuse a localizar mi nueva escuela, aún no sabía en dónde era. Pero no tardé demasiado en llegar. Era amena, había árboles, una fuente, grandes ventanales, enormes, diría yo. Tenía biblioteca, la cual estaba en servicio los fines, porque vi gente saliendo de ahí y entré para averiguar si ese podría llegar a ser mi refugio en caso de que lo necesitase.
Había contadas personas, pero no estaba tan solo como imaginé. Nadie volteó a verme como bicho raro, todos iban a lo que se debía ir, a estudiar. Caminé silenciosamente entre cada estante, tratando de encontrar algo que me pudiera interesar, no importaba si tardaba en llegar a casa, mis padres supondrían que me habría perdido un poco. No encontré aún un libro que me llamara la atención, así que decidí irme.
Mientras caminaba por una zona que yo aseguraba estaba desierta, me percaté de la presencia de alguien. Inmediatamente volteé y me quedé en silencio. Esa pequeña niña con cabello tan corto que hacía parecer su cabeza igual a un hongo de algún videojuego famoso. Se veía frágil, pero a la vez fuerte, delicada… se dio cuenta de que la observé y volteó a verme por igual. Abrió los ojos al verme y después esquivó mi mirada, algo apenada, tapándose la boca y respirando hondo. No entendí que pasaba, así que me acerqué.
-¿Te encuentras bien?-Le dije, mientras puse mi mano en su hombro.
-Si, estoy bien… gracias.-Se levantó con el libro que estaba leyendo e instantáneamente lo dejó en su lugar y se fue de la biblioteca. Me extrañó su actitud, no sabía qué le había molestado de mí.
Todo el día pensé en eso. Pero solo ese domingo, ya que al día siguiente, no me pasó por la cabeza la imagen de esa niña avergonzada. Transcurrió la semana así, sin novedad alguna, las clases igual de aburridas, compañeros agradables, si, pero no especiales. El primer miércoles le hablé a Tenma, aprovecharía para tratar de hablarle por lo menos cada 2 semanas, los miércoles, que era cuando su madre trabajaba hasta tarde y ella tenía que quedarse en casa para cuidar a su hermanito Hiroshi. Nada interesante que contarle, solo lo mucho que las extrañaba y ellas a mí. A la mayoría les había tocado en el mismo curso y posiblemente a mi me iba a tocar junto con ellas, pero no pudo ser así.
Al siguiente lunes, noté algo distinto en el aula, así que inspeccioné cada rincón y me sorprendí al ver a la “niña hongo”. Me acerqué a ella sin que lo notara y me senté en la banca delantera a la de ella.-Hola, ¿me recuerdas?-Dije mientras intentaba tener contacto directo con sus ojos.-Emm… perdona si soy molesta pero, ese día me preocupaste.
Me ignoraba, seguía leyendo su libro y me ignoraba. De pronto volteó a verme, resoplando.-Sí, te recuerdo. Te pediría que no me molestes cuando esté leyendo, eso me enfada, pero, como eres nueva, te pasaré ésta primera falta.-Se masajeó las sienes y continuó.-Eres parecida a una… prima mía, recordé cuando te vi que tenía un compromiso con ella e iba a llegar tarde a ese dicho compromiso. Tendrás que disculpar mi comportamiento de ese día. Te pido disculpas.-Hizo una especie de reverencia y yo asentí un poco extrañada.
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Capítulo II: Rápidamente.
-Jóvenes, a sus lugares.-Había llegado el maestro Kang. Un señor ya mayor, con cabello sumamente canoso, pero mirada de niño. Se paró junto al escritorio y observó a todos los alumnos-Así que esta semana deciden acompañarnos los demás, yo pensé que ya no estudiarían… Señorita Choi, Señor Arimura, Señor Han.
-Perdone, maestro, me sentí indispuesta.-Se atrevió a decir sin pedir permiso, esa niña que me llamaba tanto la atención.-Por favor, perdone mi falta.-De nuevo hizo una especia de reverencia y se sentó.
-Hablaré con usted luego, Señorita Choi. Mmm…-Volteó a ver a los demás, que estaban sentados casi por el mismo lugar.-¿Y ustedes?
-Yo estaba de vacaciones, así que… no hay mayor excusa, no creo que me perdonen por eso.-Dijo de manera apagada el muchacho con apellido Han.
-Yo creí que empezábamos clases hoy… pero me di cuenta que no.
-Usted siempre ha sido sumamente distraído, Señor Arimura.-Dijo de manera recriminatoria.
-Perdone, no creo cambiar pronto.-Cabe mencionar que a todo esto, yo jamás volteé a ver a los otros dos chicos. Pero cuando el maestro comenzó a dar pase de lista volteé a ver a uno de ellos al momento de decir su nombre.
-¿Arimura Ryutaro?
-Presente…-Y fue cuando lo vi, un joven de cabello oscuro, tez sumamente pálida, labios gruesos y algo desaliñado. Con una voz gruesa y melancólica. Me llamaba la atención, sí, pero estaba con él alguien que realmente me gustó cuando lo vi. Su amigo, que al parecer también era japonés y se llamaba Hasegawa Tadashi, igual de misterioso.
-Maestro, ¿puedo cambiar de lugar? Estoy algo enferma y sentarme junto a la ventana no me hará bien.-Esa voz me sacó de mis pensamientos y regresé mi mirada al pupitre cerrando los ojos fuertemente.
-Está bien, joven. Tome asiento junto a su compañera…-Revisó la lista de alumnos.-…Kim.
-¿Si?-Toda la clase rió al ver que yo estaba distraída.-Ah… disculpe, no lo escuché.-Me puse totalmente roja y escondí mi rostro entre mis brazos, tumbada encima de la mesa de mi pupitre. La niña… Choi, se sentó a un lado de mi y yo intenté presentarme, no lo habíamos hecho. Aproveché que el maestro había salido por la llamada de un alumno afuera.
-¡Hola! Creo que no nos hemos presentado, después de lo que nos ha pasado desde el otro fin de semana. Soy Kim Kumiko, mucho gusto.-No respondió, de nuevo me ignoraba, hasta que respiró hondo y decidió intercambiar una sonrisa conmigo. Esa niña a veces me daba escalofríos, se comportaba extraño.
-Mucho gusto. Perdona, estoy algo tensa. Mi nombre es…-En ese momento la interrumpió el maestro Kang.
-¿A quién buscaba?-Se asomó el maestro con un muchacho sumamente guapo y de sonrisa angelical. Creo que había desplazado un poco al misterioso Hasegawa.
-Choi Minna.-Dijo, sonriendo y haciendo que todas las niñas del salón se derritieran, aplicando celos en los muchachos.
-Aquí. Permíteme… Kim.-Se levantó, al parecer se llamaba Minna.
-Llámame Kumiko o Kumi.-Me miró extraño y salió con ese muchacho tan lindo. Me dio curiosidad y me permití pensar que cuando me llevara mejor con Minna le preguntaría por él. Aunque no debería, tal vez era su novio y a mi no me incumbía saber de él.
Ni dos minutos pasaron cuando Minna regresó a su lugar y el maestro continuó con la clase de Literatura. No volví a hablar con ella, y en el almuerzo, estuve sola, no la vi, se me había escapado sin darme cuenta.
El día escolar estuvo algo aburrido, clases, clases y más clases. Cuando sonó la última campanada del día, di un fuerte suspiro y no tardé en salir del salón.
A la salida de la escuela, vi a esa niña, junto con el chico guapo y sin darme cuenta me les acerqué.-Eh… ¡Choi!-Voltearon los dos algo sorprendidos.-Eh… perdón… Choi, dime que tienes el apunte de gramática, porque no lo tengo y quiero estudiar.-Dije de manera suplicante y ni uno de los dos se inmutó. Hasta que el chico guapo decidió hablar.
-Esto… ¿Te conozco?-Dijo extrañado y Choi lo interrumpió.
-No, no. Va conmigo, se refiere a mí. Si, tengo el apunte, ¿quieres que te preste mi cuaderno?-¿Porqué el muchacho se había confundido? ¿Qué pasaba?
-Ah, sí. Gracias.-Dije un poco avergonzada y para no parecer descortés, decidí presentarme ahora con el muchacho.-¡Ah, perdona! Soy Kim Kumiko, voy en el curso de Choi. Mucho gusto.
Sonrió y me saludó amablemente.-Mucho gusto, yo soy Choi Minho, hermano de Minna.-Dios, era su hermano. No sabía si sentirme algo humillada conmigo misma o sentirme bien, tal vez tenía una oportunidad…
De pronto me di un golpe en la cabeza, un poco leve. Pero, ¿qué estaba pensando? No fui hasta allá a conseguir novio.-Con que, son hermanos, ¿eh? Ha, ha, ha.-Reí algo nerviosa.
-Sí.-Sonrió de nuevo, me derretiría.
-Aquí tienes.-Estiró su brazo hacia mi con su cuaderno y yo lo tomé.-Entonces, te quedarás hasta tarde. Está bien, yo le aviso a mi padre.
-Gracias, pequeña.-Minho sobó la cabeza de su hermana, como a un animalito, fue tan tierno.
-No hagas eso.-lo fulminó con la mirada, mientras retiraba la mano de su cabeza.
-Perdona, si no quieres que te trate como siempre, estando frente a tus amigas. Por cierto, Kim.-Dirigió su mirada a mi.-Puedes llamarme Minho.-Siempre sonreía.-Me tengo que ir. Adiós a las dos.-Se despidió y se fue corriendo por atrás de la biblioteca.
-Igual tú, puedes llamarme Kumiko, Minho.-Grité, muy animada. No sé qué me pasaba, era tan hermoso.-Ah, perdona, Minna… Choi… ahhh…-Con ella aún no había esa confianza. No creía que la hubiera pronto.
-Ja…-Resopló.-No te preocupes, Kim.
-Te dije que me podías llamar Kumiko.
-Aún no me apetece hacerlo.-Se volteó y se fue sin decir nada más. Comenzaba a odiar sus desplantes, y yo solo quería a una amiga.
-Como gustes.-Caminé detrás de ella, todo el camino fue así, al parecer vivíamos en la misma colonia. Después de un gran camino recorrido, pregunté-¿En qué colonia vives?
-Deja de seguirme.
-¿Qué?-¿Qué le sucedía? ¿Estaba loca?
-Deja de seguirme, por favor.
-No te estoy siguiendo, voy a mi casa. ¿Cuál es tu problema?
-Ninguno, no me gusta que me sigas, solo eso.
-Que no te sigo.
-Sí, claro.
Todo el camino en silencio, hasta que la a rebasé y llegué hasta la puerta de mi casa, ella pasó de largo de la puerta de mi casa sin siquiera despedirse ni nada. Quería que fuera mala, lo sería. Subí malhumorada a mi habitación y para tranquilizarme abrí el ventanal de mi habitación para que entrara aire fresco. Me asomé y no podía creerlo.
-¿Qué rayos haces tú aquí?-Ella también se sorprendió.
-Vivo aquí desde el sábado pasado, ¿te molesta? ¿Me mudo?-Mi parte más frívola estaba saliendo, ella se lo había buscado.-Ahora, ¿me crees que no te seguía? Ahora resulta que somos vecinas.
-Discúlpame. Aún así, no… Bah, olvídalo.-Se metió algo enfadada y a yo casi me carcajeo frente a su ventanal. Me tapé la boca y fui corriendo al pasillo para poder soltar una risotada bastantemente fuerte.
-¡Hey, tú, loca! ¿De qué te ríes?-Era Jonghyun, se le estaba haciendo costumbre venir por lo menos cada tres días a mi casa a molestar después de la escuela.
-Ah, demonios, ¿te importa?-Siempre maltrataba a mi primo, pero le quería, era como un cariño apache.
-Pues, pensaba que esta casa sería más tranquila, pero tú haces que eso sea imposible.-Sus padres solían pelear mucho, y creo que últimamente lo hacían más seguido, por eso Jonghyun escapaba a mi casa.-Si quieres me voy.
-No, sabes que es broma. ¿De nuevo pelearon?-Después me arrepentí de haber hecho esa pregunta.-No…-Agachó su mirada y comenzó a sollozar mientras movía dudosos sus brazos, no sabía si abrazarme o no. Me atreví a abrazarlo con fuerza y consolar su dolor.-Sé que eres fuerte, ignóralos ya, ve por ti mismo. Solo tres años, saldremos de aquí convida. Me tendrás a mí y yo espero tenerte a ti.
-Pero…-Lo interrumpí con mi dedo en su boca. Tenía que desahogarse y en él ya no era necesario hablar, solo llorar.
Así comenzó a transcurrir la semana, hasta que fueron meses. Jonghyun a veces estaba más afectado que otras y siempre se escapaba a mi casa porque sabía que yo estaría ahí para apoyarle. Yo tenía mis problemas, pero no eran tan graves. Cierta nostalgia por mis amigas en Japón, los enfados que me provocaba Choi. Durante 2 meses siguió con la misma cantaleta de ser indiferente conmigo y a mi se me hacía extraño. Aunque, a decir verdad, era la única que llamaba mi atención y sin embargo, no la conocía. Tenía amigas en la nueva escuela pero, eran simples amigas de hacer tareas juntas, comer en el almuerzo y reír de vez en cuando. Nada relevante.
El que siempre fue amable conmigo desde un principio fue Minho, y yo lo veía lejos de mi alcance, ya que me di cuenta que lo que sentía por él solo era una atracción física de típica adolescente. Eso lo noté por algo que pasó con Choi.
-Odio gimnasia.-Dijo DakHo. Una niña menudita con ojos profundos, que siempre se quejaba de todo en todas las clases.
-Lo sé, es pesado…-Vi que Choi no estaba y volteé a ver que estaba hablando con Arimura y Hasegawa. Esos muchachos, con los que yo apenas y había entablado conversación alguna. En ese momento comencé a sentir las famosas mariposas en el estómago por Hasegawa. No me había dado cuenta, pero esos chicos siempre habían sido amables conmigo, fueron los que desde un principio me aceptaron, tal vez por ser ellos también extranjeros. Los dos eran japoneses. Los padres de Arimura se vinieron a Corea por cambio de trabajo, pero desde que él estaba aún pequeño. Hasegawa era de intercambio y, al parecer, le gustó el lugar y decidió quedarse, estaba viviendo en la casa de la familia Arimura.
No sabía de qué podrían hablar, pero percibí como Choi volteaba a verme y me observaba fijamente. Después de la clase de gimnasia, pasó algo mucho más extraño aún.
-Esto… Kim… ahh, ¿te molesta si nos vamos juntas a casa?
-Vaya, ¿aún no te apetece llamarme por mi nombre?
-No, sí… ya…-Se sonrojó y desvió su mirada.-Entonces, ¿qué dices, Kumiko?
-Me parece bien. Si para ti está bien, para mí también.-Estaba siendo muy duro para ella pedirme eso, quería averiguar qué tramaba.
-Entonces, te espero afuera, ¿vale? Yo ya me cambié.
-Está bien.-Se fue y me sentí más confusa de lo que ya me sentía con ella. Me duché y cambié para ver que efectivamente, Choi me estaba esperando en la puerta del instituto.-Ah, aquí estás, Choi.
-Sí. Te diré, que igualmente tú puedes llamarme por mi nombre.-Sonrió de manera afable y me causó escalofríos, realmente pasaba algo extraño.
-Nee.., Ch… Minna, ¿porqué ese cambio tan repentino para conmigo?-Fui directa.
-Me di cuenta, que no eres tan mala como pensé…-Dijo de forma seria.
-¿Mala? ¿Por qué mala?
-Olvídalo, por favor.
-No, ahora, me dices.-La sostuve de un brazo y casi la amenazaba con la mirada.
-Esto… creí…-Respiró hondo y calló, haciendo que me exasperara.
-¡Dime!-La gente volteó a vernos.-Dime… por favor.-La solté y seguí caminando.
Ella me siguió.-Creí que eras de esas niñas bonitas y aprovechadas que tal vez querría ser mi amiga para sacarme tareas…-Dijo todo de forma rápida y de un solo bocado. Tomó aire profundamente e hizo como si nada.
-¿Qué?-No podía creer su comentario, comencé a reír como desquiciada y de nuevo la gente volteó a vernos, pero ahora sí, no me importó y seguí riendo.-Dios, pero, ¿Qué te sucede? ¿Desde cuándo la gente piensa que soy así? Si en primera, no soy muy bonita que digamos.
-Lo eres…-Lo dijo de manera desconcertante, y me provocó ternura.
-Si a esas vamos, tú igual lo eres, niña hongo.-Ese mote se me salió y sentí sienta vergüenza.
-¿“Niña hongo”?-Abrió los ojos un poco y luego se mostró un poco enojada.
-Perdona, no quise…
-¿Has estado hablando con Minho? Él así me dice…-Comencé a reír de nuevo.
-No, no he hablado con él. Son puros “hola” y “adiós”. Pero es que, mírate, tu cabello hace parecer un hongo. No es por criticar, de hecho, te ves muy bien, no quiero que cambies tu corte solo por mi estúpido comentario, menos por el de tu hermano, ellos no cuentan.-Comenzó a reír un poco y eso me hizo sentir mejor.
Llegamos, cada quién a su casa y no supe de ella hasta el siguiente día. Todo se hizo más ameno; en clases me saludaba, me ayudaba con apuntes o yo le pasaba algo que no había anotado. Me invitó dos veces al almuerzo y yo le correspondí igual. No me confiaba, algo tenía entre manos y me di cuenta después de tres semanas con una pequeña rutina de irnos juntas a la escuela y de regreso, aunque en la escuela no estuviésemos siempre juntas.
-¿Entendiste la tarea de matemáticas, Minna?-Le pregunté, mientras ponía mis brazos atrás de mi cabeza, estirándome un poco.
-Siempre le entiendo, lo sabes.-Se quedó callada, para luego tartamudear.-Oye, Kumi.-
-Sí, ¿dime?
-Tengo una… pregunta un poco… personal.
-Puedes preguntarme lo que sea, después decidiré si es muy personal o no.
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Capítulo III: Preguntas.
-Oye, Kumi.-
-Sí, ¿dime?
-Tengo una… pregunta un poco… personal.
-Puedes preguntarme lo que sea, después decidiré si es muy personal o no.
-Ese chico… Hasegawa, te gusta, ¿verdad?-Me detuve en seco, creo que era muy obvia y es que, desde esa clase de gimnasia había vuelto a sentir un hueco en mi estómago cada vez que lo veía, y una que otra vez había mantenido una buena conversación con él.
-¿Soy… muy obvia?-Tragué saliva y volví a avanzar.
-Algo… ¿crees que le intereses?-Esa pregunta me dolió, pareciera que ella no confiaba en que alguien como él pudiera fijarse en mí. Tal vez ella pensaba que yo sería de tener novios sumamente guapos con autos, deportivos y demás. Sin embargo, Hasegawa no era así…
-Hasegawa… esto…-Volví a tragar saliva y a jugar con un lápiz que saqué del bolsillo de mi suéter.-No sé, él… es muy reservado…
-Cierto, Tadashi es muy reservado, al igual que Ryutaro…-Dijo un poco pensativa.
-Tadashi… Ryutaro… ¿ya tienen esa confianza?-Me sorprendí.
-Esto… sí. Hace tiempo que nos conocemos y pues… mira, ahí están.-De nuevo la parada en seco. Estaba tan nerviosa que sabía que me humillaría yo sola frente a Hasegawa.
-¡Hola, Minna! ¡Hola, Kim!-Era Arimura, se acercó y Hasegawa lo siguió callado.
-Hola, Ryutaro… Hola, Tadashi…
-Pareciera que invirtieron papeles.-Susurré.
-¿Qué pasa, Kim?-Preguntó Arimura un poco extrañado, creo que si escuchó.
-Nada. Por cierto… puedes llamarme Kumiko.-Ya me estaba cansando de a todos tener que decirles que me llamen por mi nombre, pero, debía entender que era prácticamente nueva, aún.
-Ah, ha, ha, entendido. Entonces, tú llámame por mi nombre también. A él igual.-Dijo señalando a Tadashi, el cual estaba algo distraído observando una tienda de helados.
-¿Quieres un helado, Tadashi?-Preguntó Minna, mientras lo jalaba hacia el local. Me dio cierto miedo, acababa de confesarle que me gustaba Hasegawa y ella era al parecer muy unida a él. No quería que le soltara nada.
-¿Quieres uno tú también, Kumi?-Arimura me sacó de mis pensamientos y yo asentí, no muy segura.
-¿Desde cuándo tienes viviendo aquí?
-Casi tres meses, ¿y tú?-Pregunté, sin mostrarle mucha importancia, yo solo observaba a Minna & a Hase… Tadashi.
-Desde los 2 años. Oye, si no quieres venir, no hay problema.-Mencionó con tristeza, lo cual me hizo voltear y rogarle perdón con la mirada.
-Perdona, me preocupa Minna, je.-Me rasqué la cabeza.
-¿Por qué? Dashi no muerde.
-No,… no es eso.-Me acerqué a Minna e hice una reverencia.-Lo lamento, Minna, es que me tengo que ir, pero no quiero que te apresures por mi culpa, así que me voy.-Volteé a ver a Ryutaro y a Tadashi.-Lo lamento, chicos. Me harían el favor de acompañar a Minna hasta su casa, ¿por favor?-Ellos asintieron y yo salí casi corriendo. Si le soltaba algo a Tadashi, prefería no estar yo ahí con miradas acusativas.
Estuve toda la tarde nerviosa y al anochecer me asomé por el ventanal de mi habitación para ver si Minna estaba estudiando en su escritorio. Efectivamente, ahí estaba. Abrí la puertita de mi ventanal y toqué en la suya.
-Buenas noches, Kumi. ¿Pasa algo?
-Sí… no… solo quería decirte, buenas noches. Buenas noches, Minna.-No pude, no me fue posible preguntarle eso. Además, no creía que le hubiese dicho algo, ya.
-Que descanses.
Desde esa vez, no pude preguntarle nada más a Minna, y el tema quedó en el aire. Comencé a pensar que, si Minna le hubiera dicho algo, él seguramente se me hubiera acercado a comentarlo o habría hecho algo que me hiciera saber que conocía mis sentimientos. O ella no había abierto la boca, o a él realmente no le interesaba. Así transcurrieron unas cuantas semanas y poco a poco me estaba llevando realmente bien con Ryutaro.
Descubríamos que teníamos cosas en común y que a la vez éramos totalmente distintos. Él veía el mundo de una manera, y yo de otra manera, pero me encantaba su forma de calcar cada cosa que le pasaba en su mente y tomar ese boceto de experiencia. Apreciar cada flor que cruza por su camino, disfrutar de lindos paisajes, por más simples que parecieran. Acariciar todos los gatos que le permitieran hacerlo, ya que eran uno de sus animales favoritos…
-¿Qué otro animal te gusta? Además de los gatos-Dije mientras controlaba mi cabello por el inmenso aire que hacía.
-Las medusas… los pandas… Me gustaría ser una medusa.
-Ha, ha. Qué extraño eres.
-¿Extraño? ¿Poco común? ¿Original?... Soy distinto a los demás, pero te puedo asegurar que todo mundo tiene ideas así de bizarras, y una obsesión con animales. Que no lo muestren como yo, es distinto.
-¿Eh? Bueno, tal vez tengas razón. Pero, ¿no te duele estar solo?
-¿Estoy solo? Yo veo a alguien más aquí…
-Sabes a lo que me refiero…
-No, no estoy solo, nunca lo he estado, me tengo a mi mismo. Tengo a mis padres, tengo a los gatos, los pandas y las medusas. Tengo a Nekozirushi…-Dijo un nombre que yo no reconocía y lo interrumpí.
-¿Nekozirushi?
-¿Alguna vez te dije que estoy en una banda?
-¿Así se llama?
-No.
-¿Entonces?
-No sé…
-¿Eh? Ya no entendí…-Siempre era algo confuso hablar con él, me destanteaba, se ponía serio y luego cambiaba o retomaba el tema anterior.
-¿Te dije que estoy en una banda? Se llama Plastic Tree…
-Plastic Tree…-Repetí en voz baja, mientras me rascaba la mejilla.-¿Estás? Ese nombre me suena a que es tu banda.
-Estoy… la formamos Dashi y yo, pero él es líder.
-Ah, ya veo… y, ¿Nekozirushi?
-¿Neko… quién?
-Ryutaro…-Siempre funcionaba, si me hacía la malhumorada dejaba de jugar así. Aunque era divertido, no quería luego enfadarme y enojarme enserio con él.
-Ha, ha, ha. Es la mascota de la banda. Un un gato negro de peluche, luego te lo presento.
-Ha, ha, ha. Está bien.-Sonreí de forma afable y comencé a observar el paisaje. Era viernes, habíamos salido temprano y Ryutaro me dijo que necesitaba hablar conmigo. Yo no sabía de qué se trataba, pero como Tadashi no había ido a la escuela, no me importó irme por otro rumbo a la casa. Me había llevado a un lago hermoso, al otro lado de la ciudad. Me encantó y le pedí que algún día me llevara de nuevo… podría ser un buen refugio, además de la biblioteca.
-¿Te gusta Tadashi, verdad?-Esa pregunta me dejó un poco helada y me nubló el paisaje…-Perdona, no tienes que responder.
-Te responderé igual que a Minna… ¿soy tan obvia?
-Algo, por las miradas que le diriges y por cómo le hablas, también.
-No importa, jamás me hará caso.
-Porque no luchas, por eso…
-Luchar, ¿en qué? Si desde hace tiempo que le hablo y no ha mostrado interés alguno en mí.
-Recuerda que tanto Dashi como yo, somos distintos a los demás chicos y nos expresamos distintos, también Akira y Kenken…
-Akira y Kentarou… si, son extraños ustedes cuatro, aunque, Kentarou es el más enérgico.
-Ahora, tú me cambias de tema.
-¿Ves lo que se siente?
-No…
Cerré un poco mis ojos y lo fulminé con la mirada.-Insisto, eres extraño.-Siempre lo sería para mí.
-Lo sé.-Dijo con cierto orgullo. Me fijé en el reloj de mi celular y noté que ya era tarde así que le pedí que me llevara a la casa.
Llegando, pude notar que acababa de llegar Minna, ya que vi cómo cerraba apenas la puerta. Mis padres no estarían hoy y yo no quería estar sola, así que toqué en su casa.
-Ah, hola…
-¡Hola, Minna! Oye… me gustaría que vinieras a mi casa a comer, mis padres no estarán y no quiero estar sola…
-Pero, es que…
-Por favor.-Dije de manera suplicante.
-No puedo, tengo que terminar unas cosas.-Dijo de forma firme y seria.-Pero, si gustas, puedes comer aquí.
-¡Gracias!-Me animé.
Fui a mi casa rápidamente a cambiarme, dejé la mochila en casa de Minna para hacer mi tarea ahí y demás.
Toda la tarde estuvo tranquila. Con Minna las cosas se habían hecho amenas y todo iba bien, era una buena amiga, y yo trataba de abrir mi corazón a ella. Sin embargo, ella continuaba con su corazón más cerrado que nada y eso a veces me frustraba, pero le daría su tiempo. Aunque, la verdad, sentía que quería suplantar a Tenma, quería una amiga como Tenma acá, pero sin dejar a mi mejor amiga de Japón. Le seguía hablando por teléfono continuamente y nada nos había alejado, todo seguía como antes. Pero, no tenerla físicamente o todos los días me hacía cierto daño que quería sanar con la presencia de Minna, sin que ella me lo permitiera y sin que yo lo hiciera concientemente.
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Capítulo IV: Ilusiones.
Esa tarde hablamos y ella me comentó que sospechaba algo entre Ryutaro y yo. Yo le dije la verdad, no éramos más que buenos amigos y que le comenzaba a tener mucho cariño.
-¿Segura?-Seguía curiosa por saber.
-Segura, ¿porqué? Te gusta Ryutaro… ha, ha, ha.-Se puso algo roja y supe que sí.
-No, no es eso…-Pausó un poco y prosiguió.-Me gustaría que tuvieras a alguien aquí, creo que el cambio de Japón a acá, no te hizo bien…-Me enterneció y la abracé, a lo que ella se extrañó y al principio no correspondía mi abrazo.
-No te preocupes, tengo a cuatro personas que me ayudan a pasar esto de la manera más divertida e interesante.-Suspiré.-Aunque no lo creas, tú & Tadashi me ayudan mucho y Ryutaro no se diga.
-¿Y la cuarta?-Dijo un poco asustada.
-Mi primo Jonghyun, él me ayuda mucho, aunque todo el tiempo estemos peleando.
-Ah, ¿el chico con cabello teñido?
-Ha, ha, ha, ha. Ese.-La solté con delicadeza y comencé a reír, mientras seguía con mi tarea.
Pasó un mes en el que todo con Minna mejoró rápidamente, creo que le di la confianza que necesitaba para abrirme su corazón y me confesó que tenía a alguien que no podía sacar de su cabeza. Sin duda, era Ryutaro, el nombre no me lo quiso decir, así que yo tuve que sacar mis conclusiones.
-Dentro de dos semanas será el baile de la escuela, por el aniversario.-Me sorprendía que Tadashi comentara un baile, no se veía de esos chicos a los que les gustaran ese tipo de cosas.
-¿Irás?-Pregunté, mostrando mi sorpresa.
-No… no sé.
-¿Tú irás, Kumi?-Preguntó Ryutaro, mientras aparecía detrás mía revolviendo mis cabellos. Detrás de él venía Minna… ¿Le habría dicho ya sus sentimientos por él?
-Claro que no. No me gustan esas cosas.
-Ándale, ¿por qué no vas a divertirte? Creo que te está yendo muy bien en la escuela, te mereces algo así.-Sonrió abiertamente.
-¿Irás, Minna?-Minna se sonrojó ante el interrogatorio de Tadashi. No pude evitar ponerme un poco celosa, ¿y si ella lo invitaba? Tal vez le daría pena preguntarle a Ryutaro y preferiría ir con Tadashi.
-No, no soy de ir a bailes. Mejor hagamos otra cosa ese día. No sé, ir a ver una película.
-Me parece mejor idea.-Realmente me lo parecía.-Entonces, tenemos estas dos semanas para ahorrar para una buena salida. También para escoger una película, que nos guste a los cuatro.
Todos asintieron y llegó la maestra Jinki. Nos daría nuestra clase de Geografía. Comenzó a hablar y me quedé profundamente dormida en mi pupitre. Tuve un sueño extraño, tanto que me provocó escalofríos y me llevaron a la enfermería por mido a que estuviera enferma. No sé si no querían que contagiara a los demás o si realmente se preocuparon por mí. Me dio fiebre y cuando desperté estaba en mi habitación. Volteé algo asustada a ver si estaba sola. No lo estaba, en el escritorio estaba Jonghyun escribiendo algo, seguramente su tarea.
-¿Mmm…?-Murmuré aturdida.
-Ah, con que, ya estás conciente.-Reclamó sin voltear, seguía escribiendo.
-¿Tarea?
-No, una carta. Quiero saber si Leia quiere invitarme al baile.-Se puso la mano en la boca y rió macabramente.
-Me das miedo.-
-Y tú a mí lástima. ¿Cómo se te ocurre estar inconciente mientras tu “príncipe azul” te trajo hasta aquí?-Abrí los ojos, no podía creerlo.
-¿Qué? ¿De qué hablas?-Me levanté de un brinco.
-Si, llamaron a la casa y después mis tíos me llamaron para ir por ti. Cuando llegué estaban tus amigos en la enfermería contigo, ardiendo, por cierto. Te traje en mi carro, solo uno de los chicos vino conmigo y cuando menos me imaginé, ya estaba cargándote desde mi carro hasta la casa. Le abrí la puerta y le indiqué donde estaba tu cuarto, te dejó y se despidió algo triste. No se pudo quedar porque tenía deberes, pero créeme, si hubiera podido, estaría aquí y yo estaría abajo jugando algún videojuego.-No pude evitar arrojarle una de mis almohadas, era un sangrón.-Ha, ha, ha. No te creas lo del videojuego… bueno, en parte sería cierto.
-¿No te dijo nada de mí?
-Emmm… no. Solo que te cuidara bien.
-¿Solo eso?
-Sí… tranquila, lo verás mañana, si ya te sientes mejor, no veo porqué faltar.
-Sí…-Estuve emocionada todo el día, ya quería que fuera el siguiente día de clases, verlo a la primera hora y agradecerle. Dormí con un hueco en el estómago, estaba totalmente nerviosa. Me levanté y arreglé más temprano de lo común. Pero, tuve que esperar a la hora de siempre porque si llegaba antes, no habría nadie y eso me daría miedo.
-¡Buenos días, chicos!-Llegué y ya estaban Ryutaro y Minna en el salón. Observé discreta y cautelosamente para ver si Tadashi no estaba en otro lugar.-¿Y… Tadashi?...
-No vendrá. Se fue a Japón.-Me quedé helada. Se había ido.-No te preocupes, volverá en una semana, solo necesitaba arreglar unos papeles allá.-En ese instante, sentí como el alma me regresaba al cuerpo.-¿Lo necesitas?
-No, solo pregunté por curiosidad, últimamente él estaba llegando más temprano que yo…
-Pues, no, no vendrá en una semana. Cambiando de tema, ¿ya te sientes mejor?-Preguntó Minna con rostro de preocupación.
-Si, mucho mejor, gracias.-Sonreí.
Esa semana fue la más pesada de mi vida, sumamente lenta. Las clases me desesperaban como nunca y no podía concentrarme en mis tareas. Mis padres no dejaban de preguntarme si tenía algo y le conté todo a Jonghyun para desahogarme. Después de tres días, igual le confesé todo a Minna. Su reacción fue extraña, un poco de celos y yo terminé confundida, ¿la persona a la que no podía sacar de su mente, era Tadashi?
Si era así, yo no me pondría en medio, ella se llevaba mejor con él y se conocían de más tiempo. Es más, comencé a sospechar que ya tenían una relación, porque siempre estaban juntos y por eso era que yo platicaba más con Ryutaro que con él.
Una semana… lo vería en una semana… iríamos al cine y yo tal vez no soportaría verlo junto a Minna… le tenía que preguntar…
Me digné a tocar el vidrio de su ventanal.-¿Minna?-Tardó en salir.
-¿Sí, dime? ¿Pasa algo, Kumi?
-Te tengo que preguntar, no puedo soportarlo más, mi curiosidad me puede.-Dije directamente, enserio no podía más.
-¿Qué sucede?-La asusté, lo supe por cómo preguntó.
-No es malo, simplemente… ahh… ¿Tú y Tadashi tienen una relación?-Antes de que pudiera responderme, me apresuré a decir.-Mira, si es así, no importa, no me sentiré mal. Solo, no me mientas. Me sentiré peor si me dices que no y resulta ser que si.
-No…-Dijo apenada, mientras se llevaba la mano a la boca y susurraba algo.
-¿Perdón?
-No, no tengo ninguna relación más allá de una amistad con Tadashi…
-Dime la verdad…
-Es enserio. Solo somos amigos, créeme.-Estiró su mano y acarició la mía. La sentí sincera y le creí. Me tranquilicé y sonreí.
-Gracias.-Cerré el vidrio y me metí a estudiar, la semana pasada me había ido totalmente mal con todo lo que pasaba en mi mente.
El lunes siguiente ahí estaba, si había vuelto una semana después y yo me sentía plena con ello. Caminé hacia él y le hablé, ¿cómo? No lo sé, pero me armé de valor y platiqué con él de muchas cosas. Tenía un modo de ver la vida, parecido a Ryutaro, pero era muy distinto, sumamente distinto.
Pasó el día, y cuando volvimos de clase de gimnasia me encontré con un regalo… un lirio blanco en mi butaca. Volteé a todos lados, ya no había nadie, ya todos se habían ido… y me ilusioné, pensé en Tadashi, realmente se había animado ya a expresar sus sentimientos, o era mi loca imaginación. Tal vez era de algún otro enamorado del salón que había confundido mi butaca con la de alguna otra chica que se sentaba a mí alrededor. Comencé a pensar en no hacerme ilusiones…
El problema fue que toda la semana recibí esos lirios… cinco lirios que aún conservo entre mi libro favorito… cinco lirios que jamás podré volver a ver igual. Deshidratados en mi librero.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capítulo V: Siete lirios.
El día del último lirio, el viernes… toda la escuela estaba volteada de cabeza, ¿la razón? El baile de aniversario.
Recordemos que yo no iría, el plan estaba en salir en la noche al cine con Minna, Tadashi y Ryutaro. Tal vez me armaría de valor de nuevo y hablaba con él, le pediría a Minna que distrajera a Ryutaro para que no nos interrumpiera, quería acabar con mis dudas de una vez por todas.
No tuvimos casi clases, por las organizaciones y demás, además de que hubieron torneos deportivos en la mañana. Todo era un caos, así que decidí irme temprano, pedí permiso, ya que no haríamos nada de provecho.
Cuando iba saliendo del instituto, me encontré con Ryutaro, recargado en uno de los muchos árboles del patio exterior. Me observó y sonrió, así que me acerqué para asegurar como estaban los planes de esa noche.-Hola, Ryutaro. Entonces, ¿cómo quedamos con lo de esta noche?
-Tadashi y Minna no podrán ir.-Me extrañó ese comentario.-Así que, paso por ti a las… 6:00 p.m., ¿te parece?
-No, espera… sin ellos, no voy.-Me negué rotundamente, yo solo quería hablar con Tadashi. En ese instante me volteé y ya iba a retirarme cuando sentí como me jalaba del brazo derecho.
-¿Me dejarás solo?
-No, es que… enserio, Ryutaro, quiero que vayamos todos.
-No, quieres… olvídalo.-Odiaba que me dejaran con la duda.
-Dime.
-¡OL-VÍ-DA-LO!
-¡NO! Dime…
-Tú lo que quieres es que vaya Tadashi, es solo eso, Tadashi… solo él.-Se puso de cunclillas y a modo de desesperación revolvió sus cabellos.-Lo dije, ya, te puedes ir.
-Sí, quiero que vaya él, ¿algún problema? Eso tú ya lo sabías.-Me indigné.
-Estoy harto…-susurró.
-No te escuché.
-¡Que estoy harto!-En ese instante se paró, moviendo los brazos hacia abajo. Me sobresalté y lo observé con una mirada de miedo, ¿qué le pasaba?-Estoy harto de que solo sea él. Te conozco, me conoces, somos conocidos, nos nutrimos mutuamente con pensamientos y demás cosas, ¿por qué solo él? A él no lo conoces, él no te conoce, no tiene ni la más mínima idea de lo que piensas hasta de por una mosca que pase. No…-Se agachó de nuevo, haciendo el mismo gesto de revolver sus cabellos con desesperación.
-¿Qué te pasa…?-Me agaché a acariciar su cabeza, cuando en ese instante tomo mi mano y la besó con dulzura.-¿Qué pasa…?-Dije asustada.
-Nada más… nada, solo quiero estar contigo, dame una oportunidad.
-Ryutaro, me estás asustando.
-Kumiko, mi bella Kumiko.-De nuevo besó mi mano.
-Ryutaro… ¿qué…?-Me interrumpió besando dulcemente mis labios, con delicadeza. Yo no pude rehusarme, no sentía que era indebido besarle, en ese instante deseé hacerlo. Mi primer beso, tan hermoso… y extraño. Me di cuenta que yo jamás amé a Tadashi, me estaba confundiendo. Toda mi fascinación era por él, Ryutaro Arimura. Terminó de besarme y comenzó a llorar, me aferré a él como pude y lo abracé con fuerza.
-No llores… Ryutaro… yo… me doy cuenta que ya no es Tadashi…
-¿Por qué? ¿Porque él no te hace caso… yo sí?
-No. No… estaba confundida, ¿crees que si no supiera que eres tú el que me quiere de verdad, te hubiera correspondido ese beso?
-Perdóname…
-¿Por qué?
-Por no poder estar contigo cuando estabas enferma. Enserio, tenía que arreglar unas cosas…
-Entonces, ¿eras tú quien acompañó a Jonghyun hasta mi casa, conmigo en brazos?
-¿No sabías? ¿Pensabas que era Tadashi?
-Si…-Dije apenada. Jonghyun era un tonto, siempre le dije que Tadashi tenía el cabello teñido de rubio al igual que él.
-No, era yo. Ahora, ¿ves lo importante que eres para mí?
-Si, ahora lo veo.-Besé dulcemente sus labios y recordé a Minna. Ella me dijo que Tadashi no era quien le gustaba, entonces, seguramente sería Ryutaro. Tenía que ir a hablar con ella, antes de que se enterara por los alumnos que habían visto mi beso con él.-Ryutaro, tengo que irme.
-¿A… dónde?-Seguía aturdido.
-No puedo… tengo que irme, por favor… ve en la tarde a mi casa. Tenemos que hablar, ¿sí?
-Está bien…
Salí corriendo del patio exterior, hasta llegar a los comedores de atrás, para ver a Minna con Tadashi hablando seriamente. Minna tenía cara de sorpresa. No… Tadashi le había contado, seguramente, notó que Ryutaro iba a explotar ese día y me diría lo que sentía. Corrí como pude hasta ellos, y antes de gritar el nombre de Minna, Tadashi la besó. Me quedé helada… Tadashi estaba enamorado de Minna. Creía en lo que ella me había dicho, que no eran pareja, pero, ella tal vez jamás se imaginó que Tadashi podía estar enamorado de ella.
Se dieron cuenta de mi presencia y Minna notó también mi rostro de asombro y avergonzada, se tapó la boca y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Kumi, no…
-No, Minna. No hay nin…-No pude acabar la frase cuando Minna comenzó a correr… se sentía mal por lo que vi. Pero, no sabía que yo no sentía realmente nada por Tadashi, que ya había encontrado a Ryutaro.
-¡MINNA!-Salí corriendo tras ella y observé como Tadashi se quedó congelado en su sitio.-¡Minna, a dónde vas!
Minna entró al edificio y siguió corriendo, subió escaleras y yo la perseguía gritando su nombre. Corrí mucho, pero me preocupaba tanto por Minna, que no noté cuántos pisos había subido, ni cuanta gente había tenido que esquivar.
Llegamos al techo del instituto y encontré a Minna de rodillas en el suelo. Agitada, llegué hasta ella y traté de explicarle.-Minna…-No podía respirar, esos escalones estaba haciendo efecto en mis pulmones.-Minna… no te preocupes… descubrí… descubrí…-Seguía sin poder respirar bien.
-¿Qué? ¿Que Tadashi jamás se interesó en ti? ¿Que Ryutaro siempre estuvo tratando de llamar tu atención? ¿Qué por eso siempre Ryutaro fue abierto contigo? Si yo ya lo sabía todo… pero todo me dolía, no quería que estuvieras con ninguno de los dos… ¡NO!-¿Era así de egoísta? ¿Me engañó siempre…?
-Pero, ¿qué rayos dices? ¿QUÉ TE SUCEDE?-Grité. Me estaba enojando, no podía creerlo.
-¿Qué me sucede? Tú eras la que no les decías nada. Yo quería que fueras feliz, con cualquiera, por eso le ayudé a Ryutaro contigo, pero tú solo veías a Tadashi… y me daban celos, muchos celos.-Se sobó la frente. Se estaba exasperando.
-Celos… te gusta Tadashi. ¡Me lo hubieras dicho!
-¡NO!
-¡¿Por qué no?!
-¡Porque no me gusta! Jamás lo quise más que como un amigo, ¿por qué no entiendes?
-Si no me explicas, jamás entenderé. ¡Te informo que aún no sé leer mentes, Minna!
-No hay nada qué explicar. Esto no es explicable, esto no es normal…-Comenzó a llorar, se abrazó a sus piernas y solo lloraba miserablemente.-No es normal…
-¿Qué no es normal?... ¡MINNA, NO ENTIENDO!
-¡Jamás lo entenderás!-Gritó, mientras volteaba su rostro solo para eso.
-Dime… dime, ¿qué sucede?-No pude resistirlo, me estaba desesperando. Sentí impotencia y comencé a llorar en el suelo.
-Yo… Kumi… Yo…
-Tú, ¿qué?-Me acerqué a ella gateando y la agité con fuerza. Tenía que reaccionar, y yo descargar mi impotencia con alguien.
-YO… YO TE AMO, KUMIKO.-Me aturdí completamente y la solté… caí hacia atrás y rebobiné mi mente. ¿Qué había dicho?
-Tú…
-Sí, te amo. Desde ese día que te vi en la biblioteca, no puedo dejar de pensar en ti. No sé qué me pasa. No es normal, me matarán. No…-comenzó a llorar más fuerte.
-Minna…-La abracé.-…yo…
-¿Qué? Tú no puedes corresponderme. ¡ESO LO SÉ! Lo sé, y me duele. Me duele tanto, por eso quiero que seas feliz con Ryutaro, él es buen chico.
-No puedes escogerme pareja.
-Lo sé, pero, dale una oportunidad.
-Minna, primero estás tú para aclararme todo…
-Aclarar, ¿qué? Sabía que no comprenderías… por eso es que me sonrojo contigo, por eso es que me encelo tanto. Por eso los lirios…-La interrumpí.
-¿Lirios? ¿Eras tú?-Nunca me lo imaginé, siempre pensé que eran de Tadashi y cuando Ryutaro me confesó sus sentimientos, pensé que eran de él.
-Sí, fui yo…-seguía llorando abrazada a sus piernas.-Lo siento… no puedo… tengo que ir… no…-Se levantó y comenzó a correr de nuevo. Yo no sabía que hacer… no quería dejarla, pero, no podía amarla. Yo no era así…
-¡MINNA! ¡No te vayas…!-Y rompí en llanto.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capítulo VI – Capítulo final: Sink.
Una semana completa sin saber de Minna, desde aquel día. Me sentía mal, pero, no me atreví en toda esa semana a llamarle por los ventanales. Esa semana fue un error en mi vida y por muchas cosas que se desencadenaron después de la confesión de Minna…
Mi relación con Ryutaro mejoró, pero, yo le dije que me esperara. Me sentía realmente mal y no podía contarle a nadie más que a Jonghyun. Pero, él no estaba, había salido con mis tíos a un viaje de negocios en los que él aprovecharía para ver Universidades en el extranjero.
Estaba sola… totalmente sola. Tenma se había acabado de mudar y aún no me llamaba para darme su nuevo número de casa. Todo el viernes lo utilicé para armarme de valor y tocar en casa de Minna. Y lo hice…
-¿Sí? ¿A quién busca?-Era Minho, hace mucho que no lo veía y lo notaba preocupado.
-Hola, Minho… esto… ¿está Minna?-Puso sus ojos tristes y volteó a ver por su casa si no había nadie cerca.
-Salió al parque, está muy mal, no sé qué le pasa.-Murmuró.
-Gracias. Yo igual, quiero saber qué le sucede.-Mentí.
-Si sabes algo, dime, por favor.-Suplicó con la mirada y cerró la puerta.-Adiós, Kumiko.
-Adiós.-Fui corriendo al parque, quería hablar con ella. Saber cómo estaba.
Ahí estaba, llorando debajo de un árbol, por un columpio rupestre que algún niño había hecho alguna vez, hace muchos años.
-¡Minna!-Volteó a verme y se levantó de un brinco.
-¿Qué haces…? No puedo verte…
-¿Por qué? No has hecho nada malo.-Sonreí, quería que confiara en mi.
-Sigues sin entender…
-¿Qué?
-No entiendes. Mis sentimientos son puros, eso duele. No resisto más… no lo resisto.
-Minna, tal vez después dejes de sentir eso por mi. No digo que no lo sientas, ni que seas una… pervertida.-Me dolió decir lo último.-Tal vez encuentres a una niña que te corresponda como se debe.
-No… ¡NO!-Se abrazó a mi con fuerza y yo la abracé igual.-Te amo, Kumiko.
-Yo…-Me interrumpió un beso dulce de sus labios en los míos. Corto, pero dulce.
-Lo lamento…
En ese momento, me soltó y subió un pie en el asiento del columpio. Yo estaba sin poder moverme por lo que había hecho y no hice nada. Soy una estúpida, ¡¿por qué no hice nada, joder?!
-Minna…
-Lo lamento, Kumi…
Comenzó a hacer girar con su mano derecha el columpio. Haciendo un especia de enredo con las cuerdas de éste… cada vez iba más rápido y yo no hacía nada. No la observé en si, no lo entendía. No sabía qué hacía. Hasta que reaccioné.
-No, Minna, ¿qué haces?-Traté de evitar que se ahorcara, no podía hacerlo, no. Cuando vio que iba a fallar en terminar con su vida así. Sacó un cuchillo del bolso de su chamarra y se lo acercó lentamente al cuello. Abrí mis ojos y comenzaron a llenarse de lágrimas, solo recuerdo cómo le suplicaba porque no lo hiciera…
-¡NO, MINNA! ¡NO!-Se cortó la yugular y cayó encima de mi… me manché de sangre, lloré fuerte y luego, me desmayé. Me había golpeado al momento de su caída…
Aún no recuerdo cuánto tiempo pasé en el hospital inconciente. Me levanté y exasperada pregunté por Minna… mi madre, tristemente me dio la noticia…
El día del funeral, estuve todo el evento pegada a Ryutaro. Me dolía el pecho y no encontraba mi lugar. Ryutaro solo me consolaba…
-Señora Choi.
-Sí… ¿dime, querida?-En sus ojos podía ver la tristeza de más de 1,000 hombres.
-¿Podría…-Tragué saliva y me limpié las lágrimas.-…ir al cuarto de Minna?
-Por supuesto.
-Subí sola hasta su habitación. Tenía su aroma cuando entré y no pude evitar soltar una lágrima de amargura… todo había sido mi culpa… todo. Observé cada rincón, hacía mucho que no entraba ahí… y pude ver que debajo de su cama había algo…
Husmeé un poco y saqué un periódico con algo encima. Eran dos lirios… los cinco lirios ya no serían cinco, si no siete. Abajo, había una nota de despedida…
Vi que no era una nota, era una canción, la había escuchado antes…
Desde ese entonces, lloro… ya son casi 6 meses… y lloro mucho… no puedo evitarlo. Y dicha canción pasó a ser parte de mi repertorio, la toco por lo menos una vez a la semana… por ti…
Solo por ti…
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
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Última edición por ~★нeeгιмedu★~ el Dom Abr 04, 2010 11:57 pm, editado 2 veces
' ★ ｢ нeeгι~ ｣
「ĸ℮y●๋•」 peгo 「мιnнo●๋•」 me tιentα♥
592
Re: ~ Spica ~
por keyshi Lun Mar 22, 2010 12:27 pm
Voy en el segundo cap.. :(L)_(L): :(L)_(L): :(L)_(L): no pude evitar venir a comentar .. hasta ahora me gusta mucho... continuo mi lectura...
Me gusto pero ,Que triste.. :baah: ...
Me gusto pero ,Que triste.. :baah: ...
Última edición por keyshi el Lun Mar 22, 2010 4:25 pm, editado 1 vez
keyshi
key 432
Re: ~ Spica ~
por annienoona_minho Lun Mar 22, 2010 2:15 pm
OMG ari neta tu fic me enknto
cuando le dijo q la amaba me kede asi d WTF?? pro no ma pobrecita chica neta q yo creo q t pase algo asi ha d ser bn feo, pro bno ella keria ver feliz a su persona amada
neta si me sake d onda xq jamas pense q pasaria eso yo me imagine otra cosa pfff
y el final nononooo neta senti una nostalgia,yo no se q hubiera hecho en el lugar d kumiko :(
y no maaaa neta pocas cosas q leo me hacn sentir asi, pro neta tu pfff lo lograst y es padre podr sentir cosas cuando lees algo xq signifik q d vdd estas metida en la historia
y luego la kncion!! esta lindisimaaaa keda mucho con la historia
eres bna escribiendo deberias d escribir mas fics wuuuu
LO AME d vdd!!
:D
Última edición por annienoona_minho el Lun Mar 22, 2010 7:48 pm, editado 2 veces
annienoona_minho
Minho y Jonghyun <3 446
Re: ~ Spica ~
por Vagui Lun Mar 22, 2010 3:51 pm
;__;
en serio en serio lamento mucho el haberme tardado en editar y leer
esto en serio ;__;
ari ;_; ok ya
esto esta muy bueno
asi todo
el hecho que haya salido asi de tu sueño, esta mas genial ;_;
me gusto mucho ademas como escribes asi las cosas ;_; lo haces muy bien.
y el final T^T
te quedo excelente
gracias por escribir algo asi <3
en serio en serio lamento mucho el haberme tardado en editar y leer
esto en serio ;__;
ari ;_; ok ya
esto esta muy bueno
asi todo
el hecho que haya salido asi de tu sueño, esta mas genial ;_;
me gusto mucho ademas como escribes asi las cosas ;_; lo haces muy bien.
y el final T^T
te quedo excelente
gracias por escribir algo asi <3
Última edición por Vagui el Jue Mayo 27, 2010 12:24 pm, editado 1 vez
Vagui
Minho 1075
Re: ~ Spica ~
por Desu Lun Mar 22, 2010 10:25 pm
askdñaksñdasd
asñodkñasdasd
:dead: :dead: :dead:
OOMG!!!!!!!!!!
._.
*impactada por tan bella-cruel-trágica historia*
No ma!!!
Medusita tu si eres una MG
*o*
Se me cumplieron muchas de mis fantasías XD
Pero es q tener a Key y al meduso juntos es aksdjñasd
De verdad eso estuvo Increíble O_O
Me encanto!!
Fue tan… omg!
Nonononono
Estuvo tan triste
Y_Y
Pero era necesario en la historia
Este fic estará siempre dentro de mis favoritos X_X
Nonononono
Me encanto medusita *-*
Que sueños!
Como escribes *_*
Nonononono
Tu si sabes!
Ya nose que poner
Es que no reacciono XD
Omgs
Aksdlasdasd
Me encanto!!!!
asñodkñasdasd
:dead: :dead: :dead:
OOMG!!!!!!!!!!
._.
*impactada por tan bella-cruel-trágica historia*
No ma!!!
Medusita tu si eres una MG
*o*
Se me cumplieron muchas de mis fantasías XD
Pero es q tener a Key y al meduso juntos es aksdjñasd
De verdad eso estuvo Increíble O_O
Me encanto!!
Fue tan… omg!
Nonononono
Estuvo tan triste
Y_Y
Pero era necesario en la historia
Este fic estará siempre dentro de mis favoritos X_X
Nonononono
Me encanto medusita *-*
Que sueños!
Como escribes *_*
Nonononono
Tu si sabes!
Ya nose que poner
Es que no reacciono XD
Omgs
Aksdlasdasd
Me encanto!!!!
Desu
Onew 2613
Re: ~ Spica ~
por zaii ♥ Sáb Mar 27, 2010 6:47 pm
no ma heeri :(
mi estomago duele y quiero llorar XDDD
te quedo hermosisisisissisimo
me encantó T__________________T
pobrecita :(
amar a alguien que jamas te correspondera T_________________T
me gusto muchisimo heeri *O*
adema tarde años en saber que era Taemin hahahaha
si no m dices XDDD
:)
mi estomago duele y quiero llorar XDDD
te quedo hermosisisisissisimo
me encantó T__________________T
pobrecita :(
amar a alguien que jamas te correspondera T_________________T
me gusto muchisimo heeri *O*
adema tarde años en saber que era Taemin hahahaha
si no m dices XDDD
:)
zaii ♥
ｂａｎａｎａ ｍｉｌｋ 1174
Re: ~ Spica ~
por SunHi Dom Mar 28, 2010 6:35 pm
:BUA:
mis respetos
este fic es totalmente un drama de verdad
en cada capitulo estaba impactada
pero al final no me pude contener y llorar como loca
de solo imaginarte en una situacion asi es muy dificil
primero un cambio radical de hogar
segundo 2 chicos por los que estas confundida
tercero una amiga extraña que te ignora la mayoria del tiempo
cuarto que esa amiga este enamorada de ti
quinto que haya terminado con un final tan crudo y triste
en fin simplemente una gran historia y la canción fue lo mejor
de por si que la musica de fondo le daba el ambiente perfecto
:T.T: :BUA:
aun no dejo de llorar
espero que sigas escribiendo asi en el foro
en mi ya te ganaste una seguidora con esta historia
en verdad mis respetos
uno de los mejores fic que he leeido
mis respetos
este fic es totalmente un drama de verdad
en cada capitulo estaba impactada
pero al final no me pude contener y llorar como loca
de solo imaginarte en una situacion asi es muy dificil
primero un cambio radical de hogar
segundo 2 chicos por los que estas confundida
tercero una amiga extraña que te ignora la mayoria del tiempo
cuarto que esa amiga este enamorada de ti
quinto que haya terminado con un final tan crudo y triste
en fin simplemente una gran historia y la canción fue lo mejor
de por si que la musica de fondo le daba el ambiente perfecto
:T.T: :BUA:
aun no dejo de llorar
espero que sigas escribiendo asi en el foro
en mi ya te ganaste una seguidora con esta historia
en verdad mis respetos
uno de los mejores fic que he leeido
SunHi
Onew 247
Re: ~ Spica ~
por ' ★ ｢ нeeгι~ ｣ Dom Mar 28, 2010 6:40 pm
Akjshdkjshksj, gracias ;__________;! Enserio, creí que
a nadie le gustaría, pero necesitaba desahogarme xD
Les conté a las chicas, que casualmente ayer me pasó
algo parecido. Bueno, no sucedió, en sí fué una actuación
en que una chava se me declaraba & yo ya esperaba que
se suicidara, pero solo lloró & me reí nerviosamente
porque yo quería llorar, ya que me acordé de Kumiko & Minna
;______________________;! GRACIAS! Enserio, que bueno
que les gustó X3
a nadie le gustaría, pero necesitaba desahogarme xD
Les conté a las chicas, que casualmente ayer me pasó
algo parecido. Bueno, no sucedió, en sí fué una actuación
en que una chava se me declaraba & yo ya esperaba que
se suicidara, pero solo lloró & me reí nerviosamente
porque yo quería llorar, ya que me acordé de Kumiko & Minna
;______________________;! GRACIAS! Enserio, que bueno
que les gustó X3
' ★ ｢ нeeгι~ ｣
「ĸ℮y●๋•」 peгo 「мιnнo●๋•」 me tιentα♥ 592
Re: ~ Spica ~
por dany_minho Dom Abr 04, 2010 11:28 pm
aaa
no
puedo dejar d eleer esta
mega bueno
me guato mucho
aa
sigue a si
no
puedo dejar d eleer esta
mega bueno
me guato mucho
aa
sigue a si
dany_minho
MUNHO y KEY "!!!!! 395
Re: ~ Spica ~
por Satsuki Sáb Abr 17, 2010 1:18 am
OMG OMG OMG
esta genial Heeri nunca imagine que acabaria asi *.*
OMG
me gusto *c*
esta genial Heeri nunca imagine que acabaria asi *.*
OMG
me gusto *c*
Satsuki
Jonghyun♥ 3170
Re: ~ Spica ~
por dolgorae_510 Lun Mayo 17, 2010 7:35 pm
interesante esta muy buena la historia.
dolgorae_510
Key 7
Re: ~ Spica ~
por Taeminfans!! Mar Mayo 18, 2010 3:29 am
wawawawawawa
morii kon el fic!!
mis lagrimas kaen solas esk alomejor ando muy sencible!!
Pero u.u pobre ella no tenia la kulpa de sentir eso!!
:L
ojala agas mas fics ^^
gracias por este :)
morii kon el fic!!
mis lagrimas kaen solas esk alomejor ando muy sencible!!
Pero u.u pobre ella no tenia la kulpa de sentir eso!!
:L
ojala agas mas fics ^^
gracias por este :)
Taeminfans!!
Taemin (L) y Bling Bling :) 438
Re: ~ Spica ~
por ziari Lun Jun 28, 2010 9:50 am
O.o eSta mui bueno graciaz ^^
pobre ... [llora]
que le haiga pasado algo asi u.u
pobre ... [llora]que le haiga pasado algo asi u.u
ziari
OnTae (: 2485
Re: ~ Spica ~
por thalis Mar Nov 16, 2010 9:39 pm
me gusto mucho no espere q terminaria asi amo leer asi q si escribes mas cuenta conmigo para leerlos es genial la facilidad de palabra q tienes y me encanto la musica gracias :HI:
thalis
onew y key 4
Re: ~ Spica ~
por Talkingbunee Dom Dic 12, 2010 1:16 pm
Dios uniie estubo estubo mas que bueno T^T
nose que me pasa pero en algo me identifico con
Minha U^U
estubo genial y yo aqui sin enterame de este fic antes UU
es algo que nunca antes había leido y me gusto muchoo
nose que me pasa pero en algo me identifico con
Minha U^U
estubo genial y yo aqui sin enterame de este fic antes UU
es algo que nunca antes había leido y me gusto muchoo
Talkingbunee
진기요미 2071
Re: ~ Spica ~
por Phanys Dom Dic 12, 2010 8:12 pm
omggg!!!! STOY LLORANDOOO!!!
KE BELLOO FIC!
OMO.....
....
NO SE!!!!! YA NO KIERO NADA!!!
OMO!!!
NO NOO NO!!
BE BELLA ES LA IMAGINACION...
KE BELLO Y TRAGICO ESTE SUEÑO, esta historia la TUYa.....(*LLORANDO*)...LA HISTORIA OMG...
ARIMURA ESTA HERMOSO TU FIC!!!
...*vaya ke en ocasiones es un consuelo...no todos tenemos el valor de confesar a esa persona ke keremos cuanto es importante para nosotros..cuanto deseariamos estar con ella...porke no es correcto...lo que sentimos...por ke no es posible...*...
BN BELLO TU FIC! BN BONITO...(confieso me haz echo llorar con el final...
ay ya me largo a!!! ya no kieroo!
biEN BONITO!! HERMOSHO!
AHHHH-----
BELLISIMO....
SALUDOS n_n!
Phanys
mi nena Kibum~ 788
Re: ~ Spica ~
por Penny Mar Dic 14, 2010 8:07 pm
Lita!!!! WOOOOOOOOOOOOOOOOOH me escape un ratito de mis estudias y lo leí extraño andar en twitter diciendo estupideses!! TT__TT malditos examenes de hecho te tengo que contar algo que me paso O: pero sera hasta el viernes
te quedo PKM! y me rei mucho de esto xD
"Las medusas… los pandas… Me gustaría ser una medusa."
y sabias que la palabra bizarras o bizarro no es raro!
dato cultural* [ D: el estudio me afecta]
Huyo* :KEKE: por cierto.... gracias a tu fic siento el estomago rarito...
te quedo PKM! y me rei mucho de esto xD
"Las medusas… los pandas… Me gustaría ser una medusa."
y sabias que la palabra bizarras o bizarro no es raro!
dato cultural* [ D: el estudio me afecta]
Huyo* :KEKE: por cierto.... gracias a tu fic siento el estomago rarito...
Penny
Minho 304
Re: ~ Spica ~
por -SoMorphous Jue Dic 16, 2010 6:22 pm
que tragica y hermosa historia T_T
escribes muy bien! ^^ me gustaria leer algo mas de ti
espero que escribas mas (:
escribes muy bien! ^^ me gustaria leer algo mas de ti
espero que escribas mas (:
-SoMorphous
Minho ♥ pero Onew me tienta xD 62
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