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Catching Stars - Jongkey
Titulo: Atrapando estrellas.
Genero: Fantasía - Misterio
Autor: Sou-Tan
Catching Stars
-No es tan complicado -solía decir el – De hecho no lo es ni un poco. Venimos del mismo lugar, tu y yo estamos hechos de polvo estelar, así que no veo mucha diferencia. Si yo puedo y tu también, ¿no crees que vale la pena?
>>Algún dia voy a morir, y tu también. Todos tenemos un fin y un comienzo y si puede estar contigo el tiempo que me dure esta vida, entonces la eternidad no vale nada si puedo morir en tus brazos.
..
..
...
Jonghyun no supo como, solo pudo asombrarse y maravillarse aquella noche solitaria y aburrida del verano de 1790. Las farolas servia de nada a los transeúntes nocturnos mientras la niebla lo cubriese todo. Atravesaba el callejón del degollado cuando un escalofrió recorrió su cuerpo. Ansioso, como quien tiene la sensación de que algo importante ocurrirá. Se acomodo el sombrero, como era de esperarse, su ropa de dia no le servia de mucho en la noche. Llego a casa bastante entrada la noche. Tuvo que señalar a uno de los criados para que hiciera silencio.
Cierto era que luego de ir al mercado se había escapado para ir al circo y ahí se había quedado hasta que se dijo que era hora de volver y, luego de escapar de las prostitutas y cruzar el viejo puente, ningún amigo de lo ajeno le ataco y llego sano y salvo a su casa.
Su padre era un humilde comerciante que trabajaba duro y podía darse algunos lujos, pero Jong estaba tan acostumbrado a lo rustico y tosco de su antigua vivienda que a veces llegaba a odiar el estilo de vida cómodo que llevaba. Era un tipo bajito, de buen porte, corpulento y dado al trabajo duro. Pero admiraba los esfuerzos del viejo y solo tenia 16 años , así que debía concentrarse en ser un buen aprendiz del viejo carpintero de la ciudad para poder algún dia independizarse y tener su propia caja de zapatos, como solía llamar a su vieja casa.
Corrió escaleras arriba y al llegar a su habitación se despojo de sus prendas para después, rápida y audazmente, salir por la ventana de un salto y alcanzando el techo, como era su costumbre.
Admirando el paisaje se dijo, guardando una sonrisa, que Londres era sin duda mucho mas aterradora de dia y, aun así, la vieja ciudad rebosaba de vida incluso de noche.
Sentado en el tejado miro al cielo mientras se hacia la misma pregunta de siempre.
¿Como seria alcanzar las estrellas y tocar el cielo con las manos?
Como un acto reflejo, alzo sus manos y cerro los ojos, imaginándose la sensación de tener entre sus dedos a esos puntitos de luz y, por unos escasos segundos, suficientes para deslumbrar a ese espíritu aventurero que llevaba dentro, pudo ver un pequeño pedazo del universo en toda si inmensidad, donde las estrellas no eran pequeños puntos, sino pequeños soles deslumbrantes.
De pronto la imaginario se volvió tan real que tuvo que abrir los ojos para comprobar que si, estaba sosteniendo un puñado de estrellas. Anonadado, estallo en carcajadas, incrédulo, ante lo que veían sus ojos y tocaban sus manos. Corrió presuroso a buscar su sombrero y dejo caer dentro de el las estrellas. Tentando a su suerte, no muy seguro y sin borrar su sonrisa, estiro sus brazos al cielo de nuevo y vio como sus manos se hundían en un mar de estrellas, entonces tomo todas las que pudo y las dejo en el sombrero. Repitió el proceso varias veces hasta que el sombrero estuvo mas que lleno y, cuidando de no caer, volvió a entrar por su ventana. Una vez dentro, contó hasta tres y lanzo el sombrero al aire y pronto observo maravillado como el techo se había convertido en un cielo a pequeña escala.
Esa noche se tumbo en su cama y se durmió casi con los ojos abiertos soñando con galaxias enteras, estrellas muertas, un millón de soles y polvo estelar. Sueños susurrados en su oído por una voz que le recordaba a la miel, pero que en la mañana al despertar no podía recordar.
Atrapar estrellas se convirtió en una rutina, para el era como cazar mariposas. Se hizo con una pequeña red y un balde, y pronto comenzó a ser mas selectivo con las estrellas que escogía, aunque algunas eran escurridizas y se escapaban en un intento por volver al cielo y se veía obligado a atraparlas con las manos.
Hubo una noche donde atrapo tantas estrellas que su habitación ya no parecía serlo mas, estaba hasta el tope de estrellas. Encantado con su logro, empezó a dar brincos en su cama. De entre miles de casa donde reinaba la oscuridad había una, la suya, desde donde salia tanta luz como para iluminar una ciudad entera. Desde el cielo, el cuidador de estrellas reía encantado ante el espectáculo que le regalaba Jonghyun. Las estrellas reían con el, haciendo eco en el cielo.
-Son hermosas, incluso después de morir.
La misma voz de sus sueños llamo su atención. Busco pero no encontró nada.
-¿Quien esta ahí?
-Ustedes, los humanos, tienen una extraña admiración por la muerte. - Frente a el apareció un joven de piel sonrosada y ojos estrellados.
Su corazón latió con tanta fuerza que su pecho dio un pequeño brinco. Esa voz era hipnótica y deliciosa para sus sentidos. La piel se le erizaba mientras mas se acercaba el joven y su aliento rozaba su piel morena debido al sol. Miro a esos ojos estrellados y se hundió en los mares de aquella criatura. Luego miro su rostro perfecto y supo que si fuese menos bello, no importaría.
-Dime, dime cual es tu nombre, por favor- Suplico de repente.
-Las estrellas no tenemos nombres, los nombres sirven para quienes necesitan sentirse identificados. Yo me siento identificado conmigo mismo, soy una estrella y mi brillo no es igual a ningún otro. -El joven de cabellos claros se acerco y susurro contra sus labios- La pregunta es, ¿Con que te identificas tu?
Entonces se alejo y sonrió travieso. -Mi nombre es Kibum, un amigo alla en el cielo insiste en que no puede recordarnos si no tenemos un nombre.-Luego miro a su alrededor y dijo: Vaya desastre que te haz formado aquí, Jonguie.
-Espera, ¿Como sabes mi nombre y como me conoces?
-Tu sabes quien soy.
-Bueno, eso no ayuda si no puedo recordarlo.
-Me viste en el cielo. El dia en que Lucy murió. Fue duro para ti, y aun así, abriste tu corazón y recibiste todo el amor que le tenia a ella.
-¿Conociste a mi madre?
-Te quiso tanto...tanto...
Y desapareció sin decir adiós. Su mirada se perdió en las estrellas, que una a una se escapaban por la ventana. Aquel chico tan misterioso, no podía explicarse como, si apenas sabia su nombre, podía amarlo de esa forma tan avasalladora y salvaje. Esa noche la misma voz volvió a susurrar sus sueños, donde una mujer de ojos rasgados y cabellos negros le sonreía a un pequeño niño en sus brazos.
Pasaron muchas noches antes de que Kibum volviese. Noches en las que su cuerpo se descontrolaba de las ansias de ver de nuevo esos esos estrellados, ansias por sentir ese cálido aliento chocar contra su piel y escuchar la voz dulce de aquella estrella. Incluso lleno de nuevo su habitación de estrellas en un intento por volverle a ver. Pero nada.
Con el tiempo, Jonghyun no pudo tomar mas estrellas del cielo. Luego, sus manos no tenían el poder de acariciar el firmamento. Sentía que la cordura se le iba de las manos. Estaba loco, alucinaba. Eso pensaba durante dia y noche hasta que de repente todo regreso a el.
Llego a casa tarde y al subir a su habitación todo estaba como la noche en que le vio. Un pedacito de universo. Juro que su corazón dio un vuelco al ver tan maravilloso espectáculo.
El llamado Kibum descansaba tumbado en su cama, con los ojos cerrados. Cuando cerro la puerta tras de si escucho como susurraba: Espero que tengas suficiente con eso.
Confundido, solo sonrió. No estaba loco, después de todo. O si lo estaba, pero ya no importaba, lo único que sabia era que sus impulsos le decían que necesitaba el calor del chico que las estrellas. Necesitaba enloquecer escuchando su voz, fundirse en su piel, surcar sus cielos y navegar en su océano de estrellas. Perderse en el, volverse loco adorando un ser que podía no ser real. Que demonios. No le importaba nada mas que besar sus labios hasta dejarle sin respiración. Perderse en el, y ser encontrado por nadie mas que no fuese el. No tenia sentido, lo sabia.
Todas las noches, desde aquella en que le viera, su vida sin su presencia no era mas que un infierno solitario. Le extrañaba, le soñaba y no había razones.
-Para el amor no hay razones, Jonghyun. Para otra cosas – señalo las estrellas – como tomar estrellas con las manos, si las hay. Siento hacerte sufrir mi ausencia de esa manera tan agobiante, te veía y creía que no podía vivir viéndote sucumbir ante el amor inevitable que sentimos. Pero necesitabas esto.
-¿el que?
-Necesitas aprender una cosa. Y eso es que nací para amarte, todo este tiempo en el cielo, observándote lamentarte, reír y llorar, he deseado hablarte, hacerte saber que brillo solo por tus latidos y tu respiración. Te convertiste en un hombre, algún dia...morirás. No podía dejarte solo, como a ella, sin nadie a quien amar. Sin nadie que la amara.
-Cuando hablas de ella, te refieres a mi madre – aseguro tumbándose a su lado, boca arriba.
-Lucy...yo nací como una estrella para tu madre, es verdad, pero solo para ayudarla a que tu vivieras. Yo era tuyo antes de que nacieras, y tu eres mio desde entonces. Tan sencillo como eso. Ella te quiso como nunca pudo querer a tu padre, y me quiso a mi. Yo la quise, siempre he estado agradecido con ella por traerte.
Escuchándolo hablar tomo su mano, ambos mirando al techo lleno de estrellas.
-En el cielo se esta tan solo. Fue una suerte que un niño se enamorara de las estrellas. Se la pasa haciendo bromas y contándonos historias de la humanidad. Del amor y el odio. No supe de que hablaba hasta que te vi, tan pequeño, tan frágil. Entonces creciste y si algo aprendí viendo a los humanos es que aun después de vivir 50 años siguen siendo frágiles. Yo quiero arreglarte, darte todo este amor que me he guardado por años.
-Yo... - Jonghyun aun no asimilaba lo que estaba a punto de decir. Reflexiono. Mirando hacia el pasado recordó que nunca había amado a nadie. A su madre, Lucy, solo la recordaba como una imagen fugaz y sonriente, amorosa, pero demasiado lejana. Su padre, el nunca estuvo realmente, era un hombre ocupado y distante, aburrido y no estaba relacionado con el amor o los sentimientos. Tal como el, pensó, era igual a su padre, vació y sin amor, hasta que ese joven Kibum que afirmaba amarle llego una noche – También te amo, tanto, a ti, un desconocido. No se como, pero te metiste tan dentro que no creo que pueda sacarte nunca de mi vida.
-Te di las estrellas que querías. Feliz cumpleaños. Jong.
Jonghyun sonrió al recordar como le había rogado a su padre, a la edad de cinco años, que le bajase las estrellas como regalo de cumpleaños. Se conformo con una tarta y una vela en la soledad de se habitación. Solo, como las estrellas en el cielo. Solo, como toda una vida.
El pecho se le oprimió al de ojos caninos. Ese sentimiento de abandono era tan grande. Necesitaba alguien que le salvase. Necesitaba a Kibum, a su estrella, para que le iluminase las noches y limpiase su llanto.
-¿Tu no vas a irte nunca, verdad?
-Las estrellas tenemos una vida mucho mas larga que la de un humano. Me quedare contigo en esta vida y tal vez en otras cinco vidas mas. Hasta que se apague mi luz. Entonces si en esa vida tuya donde yo no exista me llegas a recordar, mira al cielo y busca un pequeño destello azulado, ese seré yo, brillando para ti aun después de partir.
Jonghyun se carcajeo sonoramente: No puedo creer que con la sola idea de una vida sin ti pueda sentirme miserable, no te conozco pero te amo tan intensamente como te amaría si estuvieras aquí mi vida entera.
-Tu y yo venimos del mismo lugar, tal vez, algún dia, caminaremos por las mismas calles, te amare teniendo un corazón, durante el dia y la noche, te seguiré.
Sin darse cuenta estaban tan cerca como para respirar el mismo aire. Frente a frente, sus manos aferradas al cuerpo del otro. Unieron sus labios en un beso que les hizo ver una fantastica lluvia de estrellas. Se amaban, sin mas motivos que ninguno. Tan loco como enamorarse de una estrella, si le preguntaban al cuidador de estrellas.
-Yo podría respirar, e incluso soñar, todo para estar a tu lado. Si yo viviera de la misma forma que lo haces tu, todo seria por ti y solo para ti, siempre.
-Siempre – Murmuro Jong sintiendo el sueño adueñarse de sus sentidos,
-Siempre...hasta que se apague mi luz.
Y Jonghyun durmió.
#%$#
2018. Seúl.
Despertó agitado en medio de la madrugada. Su corazón bombeando frenético. Había tenido un sueño tan triste y hermoso, feliz y angustiante que le desesperaba al recordarlo. Se acerco a la ventana y al ver a través de esta hacia el cielo, busco y busco, pero nada, no había rastro de ningún brillo azul. Era solo un sueño.
No, no podía serlo. Sentía ese amor recorriendo su ser por completo, llenándolo, haciéndole sentir vivo.
Sonrió.
-Tal vez le encuentre, como el dijo, andando por las mismas calles que yo, respirando el mismo aire, con su corazón latiendo igual que el mio, en algún lugar...hasta que se apague mi luz, ¿no?
Y Jonghyun durmió susurrando el nombre de una estrella en sueños, sueños susurrados en su oído por la voz de un recuerdo y la certeza de una vida que le esperaba a la vuelta de un nuevo día.
Genero: Fantasía - Misterio
Autor: Sou-Tan
Catching Stars
-No es tan complicado -solía decir el – De hecho no lo es ni un poco. Venimos del mismo lugar, tu y yo estamos hechos de polvo estelar, así que no veo mucha diferencia. Si yo puedo y tu también, ¿no crees que vale la pena?
>>Algún dia voy a morir, y tu también. Todos tenemos un fin y un comienzo y si puede estar contigo el tiempo que me dure esta vida, entonces la eternidad no vale nada si puedo morir en tus brazos.
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Jonghyun no supo como, solo pudo asombrarse y maravillarse aquella noche solitaria y aburrida del verano de 1790. Las farolas servia de nada a los transeúntes nocturnos mientras la niebla lo cubriese todo. Atravesaba el callejón del degollado cuando un escalofrió recorrió su cuerpo. Ansioso, como quien tiene la sensación de que algo importante ocurrirá. Se acomodo el sombrero, como era de esperarse, su ropa de dia no le servia de mucho en la noche. Llego a casa bastante entrada la noche. Tuvo que señalar a uno de los criados para que hiciera silencio.
Cierto era que luego de ir al mercado se había escapado para ir al circo y ahí se había quedado hasta que se dijo que era hora de volver y, luego de escapar de las prostitutas y cruzar el viejo puente, ningún amigo de lo ajeno le ataco y llego sano y salvo a su casa.
Su padre era un humilde comerciante que trabajaba duro y podía darse algunos lujos, pero Jong estaba tan acostumbrado a lo rustico y tosco de su antigua vivienda que a veces llegaba a odiar el estilo de vida cómodo que llevaba. Era un tipo bajito, de buen porte, corpulento y dado al trabajo duro. Pero admiraba los esfuerzos del viejo y solo tenia 16 años , así que debía concentrarse en ser un buen aprendiz del viejo carpintero de la ciudad para poder algún dia independizarse y tener su propia caja de zapatos, como solía llamar a su vieja casa.
Corrió escaleras arriba y al llegar a su habitación se despojo de sus prendas para después, rápida y audazmente, salir por la ventana de un salto y alcanzando el techo, como era su costumbre.
Admirando el paisaje se dijo, guardando una sonrisa, que Londres era sin duda mucho mas aterradora de dia y, aun así, la vieja ciudad rebosaba de vida incluso de noche.
Sentado en el tejado miro al cielo mientras se hacia la misma pregunta de siempre.
¿Como seria alcanzar las estrellas y tocar el cielo con las manos?
Como un acto reflejo, alzo sus manos y cerro los ojos, imaginándose la sensación de tener entre sus dedos a esos puntitos de luz y, por unos escasos segundos, suficientes para deslumbrar a ese espíritu aventurero que llevaba dentro, pudo ver un pequeño pedazo del universo en toda si inmensidad, donde las estrellas no eran pequeños puntos, sino pequeños soles deslumbrantes.
De pronto la imaginario se volvió tan real que tuvo que abrir los ojos para comprobar que si, estaba sosteniendo un puñado de estrellas. Anonadado, estallo en carcajadas, incrédulo, ante lo que veían sus ojos y tocaban sus manos. Corrió presuroso a buscar su sombrero y dejo caer dentro de el las estrellas. Tentando a su suerte, no muy seguro y sin borrar su sonrisa, estiro sus brazos al cielo de nuevo y vio como sus manos se hundían en un mar de estrellas, entonces tomo todas las que pudo y las dejo en el sombrero. Repitió el proceso varias veces hasta que el sombrero estuvo mas que lleno y, cuidando de no caer, volvió a entrar por su ventana. Una vez dentro, contó hasta tres y lanzo el sombrero al aire y pronto observo maravillado como el techo se había convertido en un cielo a pequeña escala.
Esa noche se tumbo en su cama y se durmió casi con los ojos abiertos soñando con galaxias enteras, estrellas muertas, un millón de soles y polvo estelar. Sueños susurrados en su oído por una voz que le recordaba a la miel, pero que en la mañana al despertar no podía recordar.
Atrapar estrellas se convirtió en una rutina, para el era como cazar mariposas. Se hizo con una pequeña red y un balde, y pronto comenzó a ser mas selectivo con las estrellas que escogía, aunque algunas eran escurridizas y se escapaban en un intento por volver al cielo y se veía obligado a atraparlas con las manos.
Hubo una noche donde atrapo tantas estrellas que su habitación ya no parecía serlo mas, estaba hasta el tope de estrellas. Encantado con su logro, empezó a dar brincos en su cama. De entre miles de casa donde reinaba la oscuridad había una, la suya, desde donde salia tanta luz como para iluminar una ciudad entera. Desde el cielo, el cuidador de estrellas reía encantado ante el espectáculo que le regalaba Jonghyun. Las estrellas reían con el, haciendo eco en el cielo.
-Son hermosas, incluso después de morir.
La misma voz de sus sueños llamo su atención. Busco pero no encontró nada.
-¿Quien esta ahí?
-Ustedes, los humanos, tienen una extraña admiración por la muerte. - Frente a el apareció un joven de piel sonrosada y ojos estrellados.
Su corazón latió con tanta fuerza que su pecho dio un pequeño brinco. Esa voz era hipnótica y deliciosa para sus sentidos. La piel se le erizaba mientras mas se acercaba el joven y su aliento rozaba su piel morena debido al sol. Miro a esos ojos estrellados y se hundió en los mares de aquella criatura. Luego miro su rostro perfecto y supo que si fuese menos bello, no importaría.
-Dime, dime cual es tu nombre, por favor- Suplico de repente.
-Las estrellas no tenemos nombres, los nombres sirven para quienes necesitan sentirse identificados. Yo me siento identificado conmigo mismo, soy una estrella y mi brillo no es igual a ningún otro. -El joven de cabellos claros se acerco y susurro contra sus labios- La pregunta es, ¿Con que te identificas tu?
Entonces se alejo y sonrió travieso. -Mi nombre es Kibum, un amigo alla en el cielo insiste en que no puede recordarnos si no tenemos un nombre.-Luego miro a su alrededor y dijo: Vaya desastre que te haz formado aquí, Jonguie.
-Espera, ¿Como sabes mi nombre y como me conoces?
-Tu sabes quien soy.
-Bueno, eso no ayuda si no puedo recordarlo.
-Me viste en el cielo. El dia en que Lucy murió. Fue duro para ti, y aun así, abriste tu corazón y recibiste todo el amor que le tenia a ella.
-¿Conociste a mi madre?
-Te quiso tanto...tanto...
Y desapareció sin decir adiós. Su mirada se perdió en las estrellas, que una a una se escapaban por la ventana. Aquel chico tan misterioso, no podía explicarse como, si apenas sabia su nombre, podía amarlo de esa forma tan avasalladora y salvaje. Esa noche la misma voz volvió a susurrar sus sueños, donde una mujer de ojos rasgados y cabellos negros le sonreía a un pequeño niño en sus brazos.
Pasaron muchas noches antes de que Kibum volviese. Noches en las que su cuerpo se descontrolaba de las ansias de ver de nuevo esos esos estrellados, ansias por sentir ese cálido aliento chocar contra su piel y escuchar la voz dulce de aquella estrella. Incluso lleno de nuevo su habitación de estrellas en un intento por volverle a ver. Pero nada.
Con el tiempo, Jonghyun no pudo tomar mas estrellas del cielo. Luego, sus manos no tenían el poder de acariciar el firmamento. Sentía que la cordura se le iba de las manos. Estaba loco, alucinaba. Eso pensaba durante dia y noche hasta que de repente todo regreso a el.
Llego a casa tarde y al subir a su habitación todo estaba como la noche en que le vio. Un pedacito de universo. Juro que su corazón dio un vuelco al ver tan maravilloso espectáculo.
El llamado Kibum descansaba tumbado en su cama, con los ojos cerrados. Cuando cerro la puerta tras de si escucho como susurraba: Espero que tengas suficiente con eso.
Confundido, solo sonrió. No estaba loco, después de todo. O si lo estaba, pero ya no importaba, lo único que sabia era que sus impulsos le decían que necesitaba el calor del chico que las estrellas. Necesitaba enloquecer escuchando su voz, fundirse en su piel, surcar sus cielos y navegar en su océano de estrellas. Perderse en el, volverse loco adorando un ser que podía no ser real. Que demonios. No le importaba nada mas que besar sus labios hasta dejarle sin respiración. Perderse en el, y ser encontrado por nadie mas que no fuese el. No tenia sentido, lo sabia.
Todas las noches, desde aquella en que le viera, su vida sin su presencia no era mas que un infierno solitario. Le extrañaba, le soñaba y no había razones.
-Para el amor no hay razones, Jonghyun. Para otra cosas – señalo las estrellas – como tomar estrellas con las manos, si las hay. Siento hacerte sufrir mi ausencia de esa manera tan agobiante, te veía y creía que no podía vivir viéndote sucumbir ante el amor inevitable que sentimos. Pero necesitabas esto.
-¿el que?
-Necesitas aprender una cosa. Y eso es que nací para amarte, todo este tiempo en el cielo, observándote lamentarte, reír y llorar, he deseado hablarte, hacerte saber que brillo solo por tus latidos y tu respiración. Te convertiste en un hombre, algún dia...morirás. No podía dejarte solo, como a ella, sin nadie a quien amar. Sin nadie que la amara.
-Cuando hablas de ella, te refieres a mi madre – aseguro tumbándose a su lado, boca arriba.
-Lucy...yo nací como una estrella para tu madre, es verdad, pero solo para ayudarla a que tu vivieras. Yo era tuyo antes de que nacieras, y tu eres mio desde entonces. Tan sencillo como eso. Ella te quiso como nunca pudo querer a tu padre, y me quiso a mi. Yo la quise, siempre he estado agradecido con ella por traerte.
Escuchándolo hablar tomo su mano, ambos mirando al techo lleno de estrellas.
-En el cielo se esta tan solo. Fue una suerte que un niño se enamorara de las estrellas. Se la pasa haciendo bromas y contándonos historias de la humanidad. Del amor y el odio. No supe de que hablaba hasta que te vi, tan pequeño, tan frágil. Entonces creciste y si algo aprendí viendo a los humanos es que aun después de vivir 50 años siguen siendo frágiles. Yo quiero arreglarte, darte todo este amor que me he guardado por años.
-Yo... - Jonghyun aun no asimilaba lo que estaba a punto de decir. Reflexiono. Mirando hacia el pasado recordó que nunca había amado a nadie. A su madre, Lucy, solo la recordaba como una imagen fugaz y sonriente, amorosa, pero demasiado lejana. Su padre, el nunca estuvo realmente, era un hombre ocupado y distante, aburrido y no estaba relacionado con el amor o los sentimientos. Tal como el, pensó, era igual a su padre, vació y sin amor, hasta que ese joven Kibum que afirmaba amarle llego una noche – También te amo, tanto, a ti, un desconocido. No se como, pero te metiste tan dentro que no creo que pueda sacarte nunca de mi vida.
-Te di las estrellas que querías. Feliz cumpleaños. Jong.
Jonghyun sonrió al recordar como le había rogado a su padre, a la edad de cinco años, que le bajase las estrellas como regalo de cumpleaños. Se conformo con una tarta y una vela en la soledad de se habitación. Solo, como las estrellas en el cielo. Solo, como toda una vida.
El pecho se le oprimió al de ojos caninos. Ese sentimiento de abandono era tan grande. Necesitaba alguien que le salvase. Necesitaba a Kibum, a su estrella, para que le iluminase las noches y limpiase su llanto.
-¿Tu no vas a irte nunca, verdad?
-Las estrellas tenemos una vida mucho mas larga que la de un humano. Me quedare contigo en esta vida y tal vez en otras cinco vidas mas. Hasta que se apague mi luz. Entonces si en esa vida tuya donde yo no exista me llegas a recordar, mira al cielo y busca un pequeño destello azulado, ese seré yo, brillando para ti aun después de partir.
Jonghyun se carcajeo sonoramente: No puedo creer que con la sola idea de una vida sin ti pueda sentirme miserable, no te conozco pero te amo tan intensamente como te amaría si estuvieras aquí mi vida entera.
-Tu y yo venimos del mismo lugar, tal vez, algún dia, caminaremos por las mismas calles, te amare teniendo un corazón, durante el dia y la noche, te seguiré.
Sin darse cuenta estaban tan cerca como para respirar el mismo aire. Frente a frente, sus manos aferradas al cuerpo del otro. Unieron sus labios en un beso que les hizo ver una fantastica lluvia de estrellas. Se amaban, sin mas motivos que ninguno. Tan loco como enamorarse de una estrella, si le preguntaban al cuidador de estrellas.
-Yo podría respirar, e incluso soñar, todo para estar a tu lado. Si yo viviera de la misma forma que lo haces tu, todo seria por ti y solo para ti, siempre.
-Siempre – Murmuro Jong sintiendo el sueño adueñarse de sus sentidos,
-Siempre...hasta que se apague mi luz.
Y Jonghyun durmió.
#%$#
2018. Seúl.
Despertó agitado en medio de la madrugada. Su corazón bombeando frenético. Había tenido un sueño tan triste y hermoso, feliz y angustiante que le desesperaba al recordarlo. Se acerco a la ventana y al ver a través de esta hacia el cielo, busco y busco, pero nada, no había rastro de ningún brillo azul. Era solo un sueño.
No, no podía serlo. Sentía ese amor recorriendo su ser por completo, llenándolo, haciéndole sentir vivo.
Sonrió.
-Tal vez le encuentre, como el dijo, andando por las mismas calles que yo, respirando el mismo aire, con su corazón latiendo igual que el mio, en algún lugar...hasta que se apague mi luz, ¿no?
Y Jonghyun durmió susurrando el nombre de una estrella en sueños, sueños susurrados en su oído por la voz de un recuerdo y la certeza de una vida que le esperaba a la vuelta de un nuevo día.
Re: Catching Stars - Jongkey
Hermoso sueño, espero que sus luces nunca se apaguen. Quisiera encontrar un ser de polvo de estrella.
Muchas gracias por compartir tu lindo shot.
Muchas gracias por compartir tu lindo shot.
Re: Catching Stars - Jongkey
Hola!! Que lindo shot!! Me ha encantado como Kibum lo declara suyo y que Jong es de él.
Realmente lindo!
Realmente lindo!
xeronew
Onew
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