Nombre: We found love
Aurtor: Faby Estrada
Pareja: JongTae
Género: AU
Advertencias: Lemon & Palabras fuertes :/
Nota: Para el concurso :c me quedó más o menos, lo sé, pero hice lo que pude ^^ ¡Gracias por leer!






—Quiero chupársela a Onew

—¡¿Qué demonios?!

Taemin soltó una carcajada cuando vio la expresión de asombro y enojo en la cara de Jonghyun. No le daba vergüenza en absoluto decirle sus fantasías sexuales a su amigo y amante. Al contrario, siempre le había gustado decírselo porque, cuando Jonghyun ponía esa cara furiosa con el ceño fuertemente fruncido, Taemin era el chico más feliz sobre la tierra. Era la única manera en la que Jonghyun le demostraba que de verdad le importaba.

Dobló las piernas hasta que sus rodillas tocaron su pecho y las sostuvo ahí con sus brazos. Se encontraba en casa de Jonghyun y ambos estaban sentados en el césped del patio trasero. Jonghyun negó con la cabeza, soltando un sonido de exasperación y se recostó con los brazos flexionados y la cabeza apoyada en sus manos, Taemin se limitó a observarlo. Dios, tenía que admitir que Jonghyun era hermoso y sexy como el infierno.

La imagen de Jonghyun, recostado, vistiendo solo unos pantalones ajustados y rotos por las rodillas con una playera negra y pegada a su musculoso torso, era suficiente para ponerlo cachondo en un parpadeo. Su mirada viajó hasta su cara y, sin poder resistirse a la tentación de tocar aquella fina nariz, alzó la mano y pasó el dedo desde el puente hasta la punta. Jonghyun sonrió e hizo ademán de morderle el dedo.

Taemin se rió e, inmediatamente después, se puso completamente serio.

—Jjong —ronroneó, deslizando el dedo hacia el sur. Pasó por la mandíbula, el cuello y la playera ajustada. Se detuvo cuando llegó al pantalón y alzó la mirada, encontrando los ojos entrecerrados de Jonghyun.

—¿Qué? —Le contestó él con voz ronca.

Taemin alzó una ceja, sugerente.

—Vamos a tu habitación —se inclinó y lamió lentamente su ombligo—, ¿sí?

Sabía que Jonghyun no se iba a negar. Lo que había entre ellos era simplemente estupendo. No se comparaba con nada que hubiera experimentado antes. Hasta podría atreverse a decir que se había enamorado del mayor. Pero nunca se lo diría, sabía que Jonghyun no sentía lo mismo por él y se negaba a demostrar que eso le dolía. Aquello que compartían era algo carnal y nada más.

—¿Y me la vas a chupar como quieres hacérselo a Onew?

El tono de reproche que Jonghyun usó al hacer esa pregunta lo dejó momentáneamente pasmado. ¿Qué había sido eso? ¿Acaso Jonghyun estaba realmente celoso? Taemin contuvo una risita de alegría y se mordió la lengua, estaba muy consciente de que si se reía o hacía una pregunta estúpida, Jonghyun y él acabarían peleándose y eso significaría no tener sexo durante una semana. Claro, aunque las reconciliaciones bien valían la pena.

—Te lo voy a hacer mejor —contestó, tratando de ignorar la forma en que su corazón comenzaba a acelerarse.

Supo que había ganado cuando Jonghyun gruñó y rodó para ponerse sobre él.

—Eres un diablo tan tentador, Lee Taemin.

Se acercó a su cara y lo besó de una forma desesperada y ardiente que Taemin le devolvió. Enroscó los brazos alrededor de su cuello y le mordió el labio. No supo cuanto tiempo había pasado, pero estaba lo suficientemente excitado como para romper el frente de sus pantalones.

Dios, ya no aguantaba.

—Házmelo, Jjong —pidió, jadeante.

—¿Aquí?

Él sólo pudo encogerse de hombros antes de escabullirse y obligar Jonghyun a ponerse boca arriba. Le importaba una mierda quien los viera, además, el pensamiento de ser descubiertos hacía la situación más excitante.

Con una última sonrisa, se acomodó para hacer su próximo movimiento y fue rápido en lo que hizo. Le bajó los pantalones, después la ropa interior y agarró con la mano el pene que, desde hacía mucho tiempo, le había dado tantos orgasmos en su vida como para volverlo loco. Comenzó a mover la mano de arriba abajo, lentamente, consiguiendo que Jonghyun se arqueara y emitiera uno de esos sonidos tan eróticos que salían de su garganta y que a Taemin lo ponían más caliente que el infierno.

Mordiéndose el labio, bajó la cabeza y chupó la punta, después la lamió y presionó un beso. Las manos de Jonghyun se aferraron a su cabello cuando se lo comió entero. Taemin recorrió desde la base hasta la punta, mientras dirigía una de sus manos hacia sus testículos. Supo que no faltaba mucho para el final cuando Jonghyun comenzó a mover las caderas y follarle la boca.

—¡Mierda!

Jonghyun se corrió cuando él lo chupó con fuerza mientras deslizaba su boca por toda aquella longitud. Pero no le bastó con eso, siguió chupando hasta que se sació de saborearlo.

Cuando alzó la mirada, el ancho pecho de Jonghyun subía y bajaba con dificultad, tenía los ojos fuertemente cerrados, la boca abierta, las aletas de la nariz dilatadas y las manos cerradas en puños. Taemin quiso gruñir cuando notó a Jonghyun agrandándose y endureciéndose en su mano nuevamente.

Le mordió el hueso de la cadera, antes de sonreír y ponerse a horcajadas sobre él.

—¿Y bien? ¿Qué tal lo he hecho? ¿No crees que me merezco una recompensa?

Jonghyun abrió los ojos mientras alzaba una mano para acariciarle los labios con sus dedos.

—¿Sabías que ese maldito piercing en tu lengua es lo mejor que pudiste haberte puesto?

Taemin lo golpeó de forma juguetona. ¡Por supuesto que lo sabía!, por eso se lo había hecho.

—¿Jonghyun?

—¿Mmh?

—Estoy esperando —abrió la boca y le mordió suavemente el dedo. Jonghyun gimió y se movió un poco.

Taemin trató de contener un jadeo cuando unas manos fuertes lo agarraron de las caderas y lo obligaron a girar. Su cuerpo quedó atrapado entre el verde césped y el fuerte cuerpo de Jonghyun.

Fue despojado de su camisa en un santiamén y al instante tenía una boca despiadada jugando con su pezón. Se retorció mientras echaba la cabeza hacia atrás y abría los labios para soltar un grito de satisfacción. Las manos de Jonghyun salieron disparadas hacia el botón de su pantalón, y él alzó las caderas para que su amante pudiera quitárselos sin ningún problema. No llevaba ropa interior, así que ahora estaba completamente desnudo en el patio trasero de Jonghyun con el riesgo de que alguien pudiera venir y verlos, pero a él le importaba un bledo.

Taemin soltó un fuerte gemido cuando Jonghyun acercó el cuerpo al suyo y sus miembros se rozaron. Oh, Dios, la sola sensación fue suficiente para hacer que casi se corriera. Enroscó los brazos en el cuello y las piernas en la cintura de Jonghyun. Ancló los talones en su culo, instándolo a pegarse más a él. La necesidad de tenerlo cerca era tan fuerte que no le importó demostrarle lo desesperado que estaba por su contacto.

Jonghyun se cernió sobre él y el gemido que estaba sacando se amortiguó cuando le capturó la boca. Taemin estaba jadeante y le faltaba el aire pero, ¿a quién mierda le importaba respirar cuando tenía los labios de Jonghyun reclamando los suyos de una forma tan apasionada?

Hizo un sonido de protesta cuando Jonghyun se apartó de él y se alzó para mirarlo a los ojos.

—Me querías aquí, aquí me vas a tener —gruñó.

Y esa fue la única advertencia que tuvo antes de sentir la punta de su pene sobre su entrada. Taemin se tensó y enterró la cara en su cuello. Mordió aquella tostada y cálida piel y se aferró a los anchos hombros.

—Jjong —gimió.

Las sensaciones eran demasiadas y estaba seguro de que, si Jonghyun no se daba prisa, se iba a correr sin siquiera haber comenzado. Empezó a mover las caderas, empalándose cada vez más en la dura y caliente erección. Jonghyun hizo un sonido casi animal cuando lo embistió fuerte y se hundió en él hasta la empuñadura. Taemin gritó, arqueó la espalda y hasta arrancó un poco de césped en el desesperado intento de aferrarse a algo al sentir aquellas caderas chocar contra su trasero. Juraría que vio estrellas cuando cerró los párpados y se concentró en disfrutar de la sensación de ser llenado y estirado por el hombre por el que tenía verdaderos sentimientos.

Dios, ¡sí! Era simplemente increíble.

Jonghyun bajó la cabeza y unos dientes se aferraron a su oreja. Mierda, en esa posición Taemin podía escuchar claramente los sonidos que estaba haciendo Jonghyun al balancearse hacia adelante y hacia atrás y cada vez más rápido.

Una mano buscó la suya para entrelazar sus dedos y otra agarró su miembro. Aquella mano comenzó a masajearlo con descaro y él al instante sintió que iba a llorar, su liberación estaba llegando con demasiada rapidez y no era justo. Él quería disfrutar de esto mucho tiempo más, quizá quería disfrutarlo para siempre.

Taemin tuvo el orgasmo más increíble de su vida. Y mientras sus paredes se contraían y exprimían el sexo de Jonghyun, él capturó su boca y fue consciente cuando el cuerpo sobre él se sacudió violentamente ante su liberación.

Jonghyun se desplomó y rodó, llevándolo con él. Le rodeó la cintura con un brazo y lo atrajo hacia él. Sus cuerpos estaban sudorosos y su respiración acelerada. Taemin sonrió y se acurrucó más contra ese pecho cálido.

—Eso fue fantástico.

Jonghyun se rió entre dientes.

—Lo fue.

Taemin alzó la mirada y le dio un corto beso en la mandíbula. Estaba indeciso en si debía decir lo que tenía atascado en la garganta, le daba miedo lo que Jonghyun pudiera responderle, pero al final, se encogió de hombros y optó por correr el riesgo.

—Mañana es mi cumpleaños.

—Lo sé.

—¿Me vas a dar algo?

Jonghyun se movió, le puso un dedo en la quijada y lo obligó a mirarlo.

—Eso es secreto.

—Pero quiero saber —hizo un mohín con los labios—. ¿Me lo dirás?

—No —Jonghyun separó sus cuerpos en un rápido movimiento, haciéndolo gemir por la sorpresa. —Si he preparado algo o no, mañana lo sabrás.

Taemin se puso de pie e ignoró el dolor que tenía en el culo. Ahora estaba demasiado molesto porque era evidente que el mayor no había planeado nada para él. Inclusive le pasó por la cabeza la idea de que Jonghyun ni siquiera se acordaba de su cumpleaños. Eso lo hizo gruñir.

Le dio la espalda y comenzó a vestirse.

—Bien —murmuró, poniéndose el pantalón—, ¡por mi puedes irte a la mierda, entonces!

Jonghyun intentó agarrarlo del brazo, pero Taemin se sacudió. Sujetó su camisa y comenzó a caminar hacia la puerta de la casa sin mirar atrás. Ya había soportado demasiado y, aunque con cada paso que daba le dolía el pecho, se obligó a seguir adelante.

Joder, estar enamorado de la persona equivocada apestaba.





Su cumpleaños no estaba siendo la maravilla que él había esperado que fuera. Empezando porque sus padres iban a estar todo el día fuera de casa, habían sido pocos los que lo habían felicitado en la universidad y, por si eso no bastara, no había visto a Jonghyun en todo el día. ¿En dónde demonios se había metido?

Taemin sabía que debería de estar enojado con él, ahora más que nunca ya que se hacía evidente que Jonghyun nunca había tenido la intención de sorprenderlo por ser su cumpleaños. Pero eso ahora no le importaba. Necesitaba verlo y obtener un abrazo de él.

Caminó por el pasillo que llevaba al aula del mayor y se detuvo en seco cuando vio a Kim KiBum abrazado de alguien que era muy, muy similar a Jonghyun.

Taemin se demoró un poco en reconocerlo, observó las piernas, el torso, la altura y el porte, y llegó a la conclusión de que eran lo mismo, pero su cabello había cambiado. Ahora era rubio, casi plateado. La rabia inundó su sistema al darse cuenta de que se trataba de Jonghyun, ¡y Kim KiBum tenía sus manos sobre él!

Sus piernas comenzaron a moverse, cada vez más rápido. Taemin gruñó cuando llegó a ellos y apartó a KiBum de un fuerte empujón.

—¡Aléjate de él, maldita gata! —Gritó, fulminándolo con la mirada.

KiBum lo miró con recelo, y después, su mirada se desvió hacia Jonghyun. No dijo nada, giró sobre sus talones y se alejó de ellos.

Taemin respiraba con dificultad cuando sintió que una mano agarró la suya, se dio la vuelta y sus ojos se encontraron con unos hermosos y expresivos ojos marrones. Tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo, se quedó congelado y la boca se le secó completamente. ¡¿Qué mierda acababa de hacer?!

—Taemin —quiso huir de ahí, pero el agarre en su mano se hizo más firme. Se mordió el labio y jadeó cuando fue jalado con brusquedad y fue encerrado en un cálido abrazo. Su respiración se aceleró y estaba casi seguro que Jonghyun podía sentir cada latido de su corazón. —Feliz cumpleaños, Taem.

Unos suaves labios se presionaron en la piel expuesta de su cuello. Taemin no sabía qué hacer, el shock por lo que acababa de hacer lo tenía paralizado. Dios, ¿cómo iba a explicarlo?

Jonghyun se alejó y lo agarró por los hombros. Taemin abrió los ojos de par en par cuando el mayor comenzó a empujarlo para que entrara a un salón. Estaba vacío, pero le dio miedo. ¿Ahora Jonghyun le iba a decir que estaba completamente mal de la cabeza si creía que tenía derecho de hacerle esas estúpidas escenitas de celos?

La imagen de KiBum abrazando a Jonghyun inundó su cabeza de nuevo. La furia lo dominó por completo y la determinación lo golpeó como un rayo. Ya había abierto la boca y no podía remediarlo, así que si Jonghyun lo iba a rechazar, entonces lo rechazaría sabiendo todo. Absolutamente todo.

—¡Te amo! —Sus rodillas casi cedieron por la vergüenza, pero se negó a retractarse y ser tan cobarde. Cerró los ojos y los puños y comenzó a decir todo lo que tenía guardado en el pecho desde hacía mucho tiempo. —Te amo desde que puedo recordar, Jonghyun y no soporto la idea de alguien más tocándote. No puedo, eres mío, te quiero solo para mí. Te deseo tanto que me duele.

Bien, ya estaba, lo había dicho.

Se mordió el labio y el silencio abrumador casi lo mata. ¿En serio Jonghyun no iba a responder? Estaba a punto de salir corriendo de ahí cuando aquella húmeda boca que conocía tan bien se adueñó de la suya.

Taemin gimió y se aferró al cabello de Jonghyun, sintió unas palmas agarrar su trasero e impulsarlo hacia arriba. Taemin saltó y enredó las piernas en esas estrechas caderas. Abrió los labios para permitir que la lengua de Jonghyun se encontrara con la suya. Inclinó la cabeza y se aseguró de poder devorar tanto como pudo de aquella boca.

Mmm.

—Tonto —Jonghyun rompió el beso—, ¿es eso lo que más deseas? ¿A mí?

Taemin parpadeó constantemente para evitar que las lágrimas cayeran.

—Sí. Te quiero a ti.

Jonghyun suspiró y le dio la vuelta para que su espalda quedara apoyada en la pared.

—Soy tuyo, Taemin, siempre lo he sido —negó con la cabeza y sonrió—. Pero acabas de arruinar la sorpresa que tenía para ti.

—¿Qué? —Frunció el ceño. —¿Cuál sorpresa?

—Hoy es tu cumpleaños y quería hacer las cosas bien. Hasta me teñí el cabello con la esperanza de verme mejor y que las posibilidades de tener un “no” por respuesta fueran nulas.

Taemin ladeó la cabeza.

—¿De qué demonios estás hablando?

Jonghyun lo soltó y él apoyó los pies en el piso.

—De esto —señaló el pizarrón, y a Taemin casi se le desencaja la mandíbula cuando volteó y leyó lo que estaba escrito en el pizarrón.

Volvió la mirada y saltó nuevamente para aferrarse a ese cuerpo perfecto.

—¡Sí! —Gritó mientras soltaba una carcajada de alegría. —Es lo más cursi de la vida, pero sí, Jonghyun. ¡Sí!

Taemin supo que nunca olvidaría ese cumpleaños y las horribles letras impresas en el pizarrón formando las palabras: Te amo, ¿quieres ser mi novio?

Sonrió, inclinando la cabeza y dándole un beso a su ahora novio. Tenía de novio a Kim Jonghyun, el hombre al que amaba y eso era más de lo que podía pedir…





—Por cierto, ¿por qué carajos estaba KiBum abrazándote?

Jonghyun palideció.

—No lo sé.

—Jonghyun, más vale que me digas la verdad —gruñó él.

—Soy irresistible, ¿qué querías?... ¡Ouch! ¿Por qué me pegas?

Taemin se dio la vuelta y sonrió al escuchar a Jonghyun detrás de él intentando aclarar la situación. Dios, sí, tenía el novio más perfecto sobre la tierra, pero primero muerto antes que tener que admitirlo.

Sip, estaba tan jodidamente enamorado.