Solo. Vivía solo, caminaba solo, comía solo. Estaba solo. Su vida era un círculo vicioso, vacío y solitario. No es que lo quisiera, no lo había decidido, o tal vez sí.
Hacía tiempo que se había mudado a su departamento al entrar a la universidad. Todos sus amigos iban a escuelas diferentes por lo que no había nadie con quien compartir habitación. Desde hacía un año que todo lo hacía solo. Ni siquiera tenía una novia con quien pelear. En toda su vida solo había tenido dos novias; lamentablemente las dos le habían entregado una infidelidad como regalo. Y aunque en su momento le dolió como no tenía idea, eso le ayudó a darse cuenta de que lo que había sentido por ellas no era amor. Al menos, no amor de verdad. Pero sufría, porque aún así, lo había dado todo por ellas sin medidas o límites.
Así que el amor ahora pasaba sobrando. Se había resignado y no quería enamorase, no en aquél momento; claro, tenía gustos, era hombre y no podía evitarlos, pero no como para iniciar algo o tomarse más tiempo del que estaba dispuesto a dar. Debía aceptar que muchas veces se había preguntado si algún día encontraría a alguien. Si su destino era estar solo a partir de ese momento, pero ahora trataba de convencerse que el amor no le importaba.

Pero llegó ella…



—Oppa… ¿estás bien?

Una tierna voz sonaba por arriba de su cabeza, y unas delgadas manos tocando su espalda. —Oppa…—JinKi alzó su mirada al escuchar esa voz que le llamó tanto la atención.
Cuando terminó de levantar su mirada, se topó con unos bellos ojos marrones. El pudo sentir como toda aquella mentalidad, nada optimista sobre el amor, se derrumbó. Tal fuera una escultura de naipes; como cuando una persona llega de la nada y te empuja haciéndote caer estrepitosamente al suelo.

—Oppa… contéstame~.

Pero como se le ocurría a aquella chica pedir que él le respondiera si ella era la responsable y causante de su distracción.

— ¡Ya! ¡Lee JinKi! —Un grito sumamente agudo y estruendoso se escuchó a la distancia.

Aun hincado, y con las manos en el suelo, dirigió su mirada esta vez al frente y divisó a unos diez o quince metros de distancia a su amigo, Key. Normalmente diría un “que ruidoso”, pero en su condición no estaba ni siquiera para pensar en eso.

—Oppa, me tengo que ir. — vio como aquella chica se agachaba y acomodaba todos sus libros y hojas que se encontraban regados en el suelo las acomodaba todas juntas en el suelo. — ten más cuidado ¿Si?

El no respondió, ni siquiera asintió con la cabeza; estaba tan perdido que su mente no procesaba y su cuerpo no se movía. Solo admiró como aquellos bellos ojos se iban rápidamente.

Acabo de encontrar mi amor
Ven a mi ¿Serias mia?

— ¡Ya! —Sintió un golpe en su cabeza.

No fue tan duro como para exagerar, pero si lo suficiente mente fuerte como para regresar a JinKi a la realidad. — ¿Onew por que sigues en el piso? — ¿Onew? Ah, Onew. Por un momento olvidó completamente que a él le gustaba que sus amigos lo llamaran Onew.

Y efectivamente, bajó su mirada y aun se encontraba con sus manos sobre el suelo. Con ayuda de su amigo pudo levantarse y tomar sus cosas.

—Oh… — la voz de Key sonó con un tono muy curioso e hizo que el volteara a mirarlo. —un celular…

Onew giró su cabeza y en las manos de su amigo se encontró con un móvil de color blanco con detalles amarillo vainilla y unas lindas orejas de conejo. Miró muy detenidamente aquella obra de la tecnología, y ahora una obra del destino. ¿Sería correcto llamarlo destino?

— ¡Mío!

Escuchó nuevamente un grito de Key, solo que esta vez muy cerca de él, y vio como este salía corriendo. Su mirada acompañó a su amigo hasta que lo perdió de vista; y fue cuando terminó de reaccionar y pudo juntar cabos.

—Me caí… —muy correcto, JinKi. —el celular…—se lo llevó Key. — ¡Es de ella!

¡Lotería!

Sin más, salió corriendo rogando al cielo no volverse a caer.

La luz brillante que me alumbra
Mi único amor
Te busco todo el día

—JinKi…

La voz de Key sonaba fastidiada, irritada, molesta. —Paremos ya~ —pero eso no hizo que Onew dejara de caminar. —Hyung~. —Pataleos sonaban detrás de él, y cuando menos se lo esperó tenía delante de él a Key tomándolo por los hombros y parándolo abruptamente. —Llevas casi dos semanas buscándola ¿no crees que ya has buscado suficiente?
Onew lo miró confundido y pensó por unos momentos antes de responder. —No. —el chico se revolvió los cabellos desesperado. — JinKi… la has buscado en todos los institutos.
—No, no en todos.
Key quería soltar una maldición pero había mucha gente alrededor. —La buscaré hasta que la encuentre, aun si tardo en ello. —La sonrisa de Onew se mostraba confiada.
Su amigo soltó un largo y profundo suspiro. —Está bien~

Los dos amigos reanudaron su caminata. Muchas veces habían recorrido esa avenida concurrida; aquella avenida donde Onew la había visto por primera vez. —Te debe de gustar mucho hyung. —Key soltó tan de repente, haciendo que el mayor se sonrojara.

—Como no tienes idea.

Cuando te veo, mi corazón, mi cuerpo entero
Se siente como si dejara de funcionar
Pero está bien si te puedo ver

Sentía que moría, que sus mejillas estallarían en cualquier momento. Que su estomago se acalambraría de tantas mariposas volando y chocando dentro de él; o realmente su estomago tenia calambres. Como fuera; pero él sentía que moriría en cualquier momento por ver algo tan perfecto.

—Oppa~

¿Moría? ¡Resucitaba!
Al verla venir hacia él podía sentir como su alma regresaba a su cuerpo después de verla bailar.
Agradecía el hecho de haberse equivocado al entrar a un lugar que no era y encontrarse con esa academia de música y baile hace un año. ¿Cómo iba a imaginar que ella estaría ahí?

— ¿Tienes mucho tiempo aquí? —preguntó apenada.

JinKi negó con la cabeza. —Acabo de llegar. —Blanca, una mentira blanca. No había entrado a su propia clase de canto por que antes de entrar a la puerta de a lado pasó por el salón de baile y la puerta estaba completamente abierta, y para su muy buena suerte ella estaba bailando y le fue irresistible el no sentarse en el suelo y mirarla como un completo bobo.

— ¡Eres genial bailando! —revolvió sus negros cabellos.

— ¡Oh! No, para nada. —sacudía sus manos frente a ella en forma de negación. —Al contrario, tu eres maravilloso cantando. —Venia como sus ojos brillaban cuando dijeron aquellas palabras. Se sentía feliz por lo que ella pensaba de él, pero no era lo suficientemente perfecto como lo era ella.

—Niña… —bajo su mirada fingiendo tristeza. — ¿Por qué nunca dejas que te alabe? —se puso de pié y la miró a los ojos antes de irse de ahí. —Me voy.

No es que se quisiera ir, solo que a veces llegaba un momento donde la presencia de ella lo intimidaba y hacia que fuera tímido. Sus palabras simplemente no salían, y no quería que ella entendiera que tal vez no quería hablarle o que estaba enojado. Simplemente no sabía que decirle, y temía que en algún momento le terminara diciendo “me gustas” en el momento menos indicado.
Ella hacía que todo en él se detuviera.

—Oppa…

Onew miró atrás y la vio seria, el solo pudo sonreír como él solo lo hacía para ella. Pero aun así su sonrisa tenía un toque de tristeza y nostalgia.

—Taeyeon… —Ese nombre.

Cada vez que es cuchaba su nombre la piel se le ponía como piel de pollo. Ama ese nombre, le encantaba escucharlo. Esta vez había provenido de la maestra de baile, pero, el amaba pronunciarlo con sus labios.
Salió rápidamente de ahí y cerró las puertas, no quería correr el riesgo de perder el control e ir a abrazarla. Recargó su espalda sobre la puerta e intentó tranquilizar su respiración.

—Otra vez…

La voz a un lado suyo lo asustó en demasía. — ¡Ya! Jong-ah, ¿quieres matarme?

El nombrado se tapó la boca para no soltar una carcajada. —No. —negó con la cabeza. —Creo que ella lo hace mejor que yo. —Por un momento no entendió, pero logró comprender cuando con su cabeza señaló hacia atrás de donde se encontraban recargados.

—Dios JinKi, te trae loco.

¿En verdad su delirio por ella era tan notable?

Siempre eres mi súper estrella
Tan deslumbrante

¿Por qué era tan perfecta? ¿Por qué todo lo que hacía era tan perfecto? Tratase de lo que tratase, lo hacía perfecto. Todo en ella era perfecto, era única.

—Cierra la boca…— escuchó a alguien susurrar juguetonamente cerca de su oído pero no le dio importancia, en esos momentos solo quería poner todos sus sentidos en la persona que estaba frente a todas esas personas que habían llegado a presenciar un evento por parte de la academia.

Aquel cabello negro, corto y lacio; como le volvía loco. Admiraba su manera de moverse sobre el escenario, sus finas piernas moviéndose perfectamente al compás de la música. Aquellos delgados brazos moverse tan delicadamente y dándole más elegancia a su hermoso cuerpo.
Esos ojos marrones que sobre aquel suelo del escenario brillaban más aun de lo normal.

El sonido de los aplausos resonaron por todo el recinto ayudando a que Onew se despertara de su ensueño e hiciera que el comenzara a aplaudir más fuerte que todos los presentes.
Esta vez, era su turno.


— ¡Hwaiting!

Cuando él iba subiendo al escenario, Taeyeon iba bajando y pronunció aquellas palabras. Por un momento JinKi regresó a su ensueño, pero rápidamente volvió ya que los nervios lo atacaron.

Eres mi única estrella fugaz
Mi todo
Estás en alguna parte esperándome

—Mi canción se la dedicaré. — ya que las presentaciones tenían que ser con dedicaciones y decir algunas palabras a dicha persona, él se debatía entre sí decir su nombre o no. —a una persona realmente muy importante para mí. —Tragó saliva. —Y espero que sepa que me refiero a ella.

“ Ella es…

Única, maravillosa, genial. Realmente, aun sigo buscando una palabra que la describa pero no la he encontrado, lo más cercano a ella es perfecto. Si la describo con tres palabras, serian suficientes para describirla; es tan ella.
¿Puedes verme? Yo si te veo a ti, nunca me canso de verte. Y nunca lo aré.”

La luz brillante que me alumbra
Mi único amor

“ Ella…

Brilla como no tienen idea, te ciega completamente. El día que la conocí brillaba tanto como lo hace hoy, y aun su brillo y resplandor crecerá más de lo que yo me puedo imaginar. Ella es mi estrella.
¿Ya les he dicho que brilla más que las estrellas, más que la luna? No, brilla aun más que el mismo sol.Tanto, que no puedes ver defecto alguno en ella. ¿Qué son para ella los defectos?
No, ella es perfecta.

Mi perfecta.

Mi niña.

Mi ella.