-Y ha dicho que lo llevará al partido de fútbol de esa noche, ¡esas entradas son carísimas!

Taemin escribió con más fuerza los números de su cuaderno de matemáticas.

-Pues eso no es nada, Krystal ha contratado al famoso cantante Kangta para declararse.

A causa de las voces que llegaban sin permiso hasta él, cerró el cuaderno abruptamente, incapaz de descifrar los problemas.

-Realmente todas las unnies se están esmerando mucho en declararse a Choi Minho… pero tú sabes, este es el último año que Minho estará en el instituto y todas planean declararse en San Valentín en un intento desesperado antes de que se vaya al extranjero…

-¡Ya!-exclamó Taemin colocando sus manos a cada oreja, ganando algunas miradas de sus compañeros de clase, pero nadie le prestó realmente atención.

-¿Qué te pasa, Minnie, de nuevo te molestan tus duendes?-Key se dirigió a su pupitre y se sentó encima observando a Taemin mientras chupaba una paleta, aquella hora el profesor había faltado al instituto y todos podían darse el lujo de descansar de las agotadoras clases excepto Lee Taemin, que hasta ese momento había adelantado materia.

-No, ¡son esas noonas de allí que no callan! Intento no escucharlas pero es tan difícil…

-¿Y por qué te molesta? Todos hablamos.-Key alzó los brazos para envolver el conjunto que formaban en el aula llena de cuchicheos, Taemin suspiró y cogió un boli para golpearlo sucesivamente en la mesa, nervioso.

-Es que… me siento agobiado. Pronto es catorce de febrero y aún no sé como declararme a Minho.-confesó rojo de la vergüenza, Key asintió comprendiendo.

Desde que llegó a aquel instituto Taemin no había apartado sus ojos del popular futbolista Choi Minho, probablemente el chico con más pretendientas de toda la escuela. Sin embargo, por su timidez, nunca se había replanteado declararse hasta que se vio con el apuro de no verlo al año siguiente, y quería preparar algo especial por San Valentín. Pero, esa peligrosa fecha se acercaba y si bien era bueno estudiante no tenía demasiada imaginación sobre como declararse.

-Acepta de una vez que necesitas mi ayuda, tú tienes la sensibilidad de una patata cuando se trata de amor.

Taemin se llevó una mano a sus pelirrojos cabellos, frustrado.

-Quería que fuera algo personal…

-Tú decides, pero mi novio es su amigo y tengo información confidencial. Y hay una noona que incluso ha preparado fuegos artificiales…

-¡Hyung, sálvame!-suplicó el menor agarrándolo del pantalón, el rubio sonrió poniendo los ojos en blanco y se bajó de la mesa para coger una silla y sentarse sobre ella.

-Pero hay algo que no entiendo, tú nunca has hablado con Minho, ¿no?

Taemin negó con la cabeza.

-Entonces… ¿te gusta solo por su físico como al resto de chicas?

-¡No!

Key lo miró fijamente.

-Taemin… ¿qué es lo que buscas realmente en tu pareja?

-¿Lo que busco?-el pelirrojo parpadeó, sorprendido por la pregunta y meditando ésta, se quedó mirando sus blancos dedos sobre la mesa- Busco a alguien cariñoso y protector pero no posesivo. Que sea inteligente y educado, pero no corrija a todo el mundo. Responsable, guapo…

-Taemin, que buscas un novio común, no al chico de las mil maravillas.

-¿Acaso Minho no es así?-preguntó el menor con inocencia, Key lo miró detenidamente con una ceja alzada.

-Mejor dejemos eso de lado… escucha, ¿has oído decir que a veces lo tradicional supera lo moderno?-Taemin asintió sucesivamente- Minho es un chico muy tradicional por lo que yo creo que una carta es algo típico pero si cuidas los detalles puede ser mejor que cualquier estatua de oro que cualquiera de estas pánfilas le regale.

-Pero es demasiado simple…

-¡Exacto! Los chicos son simples, simplemente escribe tus sentimientos, cítalo a un lugar para encontraros y listo.

-Pero entonces tendría que darle la carta antes de fecha…-Taemin pensó en voz alta llevándose un dedo a sus labios, de pronto el timbre sonó y cogió apurado su cartera vertiendo en su interior los cuadernos que tenía esparcidos por la mesa.-Pensaré en ello, ¡gracias Key!

El otro le contestó con un ademán con la mano, cuando el menor salió susurró para si mismo.

-¿Y si el chico de las mil maravillas existiera?

Taemin salió deprisa del aula pero estuvo a punto de chocar contra alguien.

-¡Lo siento!-se disculpó de inmediato haciendo una reverencia.

-¡Minnie!-Taemin levantó su mirada y descubrió quien era la persona contra quien había chocado.

-¡Onew Hyung! Lo siento, llevaba prisa.-hizo un puchero que se acentuó cuando el mayor agarró una de sus mejillas.

-Siempre con prisas, pequeño, debes darte un descanso.

-No es eso-se llevó una mano a su mejilla adolorida-es que-se inclinó hacía adelante para poder hablar al oído de su Hyung, éste le imitó-Key me va a ayudar a declararme a Minho.

-Oh-el mayor se puso derecho-¿ya te has decidido?

-No lo tengo muy claro-confesó el pelirrojo-¡Pero daré mi mejor esfuerzo! ¡Debo ir a clase, adiós Hyung!-dio media vuelta y comenzó a correr.

-Fighting-se despidió alzando un brazo cerrado en puño, no desvió la mirada del menor hasta que desapareció.


-¡Ya está!-exclamó Taemin satisfecho, miró detenidamente la carta entre sus manos, no era corta pero tampoco excesivamente larga, contaba todos sus sentimientos sin resultar demasiado cursi y, lo más importante, lo tenía citado en un recodo del patio para verse. Miró hacía su cama donde Key tumbado se enviaba mensajes con su novio, Taemin lo zarandeó del hombro.

-Key, he acabado.-repitió, el rubio lo miró y alzó una mano para que le entregara la carta, Taemin se la dio tragando saliva, tratando de leer las expresiones del mayor.

-No está mal-sentenció, Taemin sonrió-. Ahora debemos trazar un plan para entregársela.

-Mm…-entrecerró los ojos, pensativo- Podríamos pedirle a Onew Hyung que se la coloque en su pupitre, como es delegado…

-Ser delegado no le da derecho a entrar a clases que no son suyas-dijo Key, si bien Onew y Minho estaban en el mismo curso el estricto colegio tenía una norma que prohibía a todos los alumnos entrar a un aula que no fuera la propia.

-Podía pedirle a Puppy… ellos están juntos…

-¡No, ni hablar, tu novio es demasiado gafe!-rehusó Taemin, Key lo miró irritado.

-¿Dices?

-Que mejor se la doy yo.-corrigió el menor, Key se tumbó de nuevo a la cama dejando a un Taemin preocupado.


-Sé como un ninja, sé como un ninja…-se repetía en voz baja Taemin en los transitados pasillos, los estudiantes se lo quedaban mirando pero él solo tenía ojos para la alta figura que estaba a pocos metros por delante de él, sobre su espalda llevaba una mochila deportiva con uno de los bolsillos abierto, apretó contra su pecho aquella carta que contenía todos sus sentimientos y disimuladamente fue colocándose detrás suyo, había esperado hasta el trece de febrero para entregársela y ahora no quería echarse atrás. Tragó saliva y alzó un brazo tratando de seguir los movimientos de Minho tratando de no ser notado, acercó lentamente su mano a aquel bolsillo y conteniendo el aliento dejó caer la carta.

¡Lo había logrado! Una sonrisa se formo en sus labios, ahora solo faltaba que él la leyera y al día siguiente se vieran el uno al otro en el patio para pasar juntos San Valentin.

-¿Pasa algo?

Taemin parpadeó y quedó pálido cuando vio que Minho se había girado y lo miraba fijamente, no había apartado la mano del bolsillo.

-¿Eh? Yo, ehh… creo haber visto algo aquí… y... quise evitar que cayera.

-Oh-para horror de Taemin, Minho había comenzado a escarbar en su bolsillo y sacaba la carta, cerró los ojos deseando que fuera posible morir realmente de la vergüenza.

-No te preocupes, era solo un sobre.-sonrió Minho-Gracias.-añadió, y parecía que iba a irse, pero lo miró de nuevo- Eres amigo de Key, ¿verdad?

-¿Eh? Sí.-contestó Taemin sorprendido sintiendo su corazón golpear muy fuerte su pecho.

-Me sonaba haberte visto antes.-comentó mientras abría la carta desinteresadamente, a Taemin solo le llegaba el sonido de los latidos de su corazón mientras veía como la hojeaba.

-Sí…

-Bah, otra carta más confesándose.-bufó el alto, y arrugando de nuevo el papel lo metió de nuevo en su maleta.

-¡Eh!-Taemin impidió que siguiera caminando y olvidó por un momento que era un chico vergonzoso- ¿Simplemente tirarás así la carta?

-Claro.-lo miró como si fuera obvio- ¿Qué sentido tiene mandar una carta de amor anónima?

Taemin quedó pálido.

-¿Anónima?

-Sí, ya he recibido como cincuenta cartas sin firmar de chicas que supuestamente me quieren. ¿Qué debo hacer si no sé quienes son? Oh-miró su reloj- la práctica. Nos vemos.-alzó una mano sonriendo y dio media vuelta, Taemin lo imitó lentamente. Debería estar feliz de que la persona que le gustaba le hubiera dirigido la palabra pero tenía otra cosa en mente.

-No lo firmé… ¡idiota! ¡Idiota! ¡Idiota!-comenzó a darse cabezazos contra la pared, logrando de nuevo que todos se lo quedasen mirando.


Se sentó en uno de los bancos del patio y hundió su cara entre las manos, en cierto modo comprendía el punto de vista de Minho; si no sabes quien te envía una carta no tiene sentido corresponder a sus sentimientos.

-Eh, Minnie.-alguien se sentó a su lado.- ¿Te pasa algo?

-Hyung-gimoteó-. Soy un desastre.

-¿Por qué?-preguntó Onew sorprendido, Taemin mantenía agachada la cabeza por pura vergüenza.

-Intenté declararme a Minho pero me salió mal… ¡estoy acabado!-se quejó, notó una mano alborotar sus rebeldes cabellos.

-Eh, no te sientas tan mal… ¿querías algo especial por San Valentín, no?

-Sí.-asintió Taemin.

-¡Entonces tienes hasta mañana! ¿No presume Key de sus habilidades de alcahuete? Aún tienes una segunda oportunidad.

Taemin miró fijamente a su Hyung.

-¿Crees que tengo alguna oportunidad?

Onew sonrió con todos sus dientes.

-Claro que sí.

Taemin sonrió reconfortado por las palabras de su Hyung, si había algo que apreciaba en aquella escuela era la presencia permanente de Onew a su lado desde que entró al instituto, quien le había cuidado como un hermano pequeño. Definitivamente pediría ayuda a Key para llevar a cabo su San Valentín ideal.


-¡Taemin, estás quemando el chocolate!

-¡Pero…!

-¡Taemin, has tirado la nata montada!

-Si…

-¿¡Qué haces echando agua a la cazola!? ¿¡Quieres arder la cocina!?

-Key, no puedo.-Taemin se apoyó sobre la encimera.- Creo que lo de hacer bombones ha sido mala idea, no soy bueno cocinando y no está saliendo bien el resultado…

-¡Tonterías! Si yo te ayudo de aquí salen los mejores bombones del país, simplemente trata de no quemar tu casa, a tu madre no le gustaría.

-¿Pero de verdad crees que es buena idea prepararle bombones? ¿No pareceré muy… muy niña?

-¡Bobadas! Te pondré labial rosa y una adorable diadema y será perfecto.

-¡Key!

-Solo bromeaba… pero a ver… estas preparando bombones de chocolate a la diez de la noche para el chico más popular del instituto del que estás enamorado desde que tengo memoria. ¿En serio quieres encontrar tu masculinidad ya perdida?

-Sí, puede que no sea un gran momento.-gruñó Taemin cruzándose de brazos, Key rió y removió el chocolate caliente, como se hacía tarde tuvo que irse a casa encomendando a Taemin la fácil tarea de dejar los bombones, aún líquidos, en el frigorífico desde sus perspectivos moldes. Taemin lo hizo con una sonrisa imaginando mil situaciones en su mente sin darse cuenta del bote con la tapa rota que cayó cuando cerró el frigorífico.


-Me da demasiada vergüenza.-decía Taemin apretando con fuerza la caja roja que llevaba entre sus brazos, Key lo empujaba como podía desde la espalda para hacerlo entrar a la clase de Minho.

-Con lo pesado que has estado toda esta semana no permitiré que ahora te eches atrás. ¡Te declaras aunque deba llevarte yo de la mano!

-No… ugh...-Taemin se agarró del marco de la puerta pero por culpa de la rodilla de Key tuvo que dar un paso dentro del aula y todos se lo quedaron mirando, como de costumbre.

-Camina, camina…-ordenada Key detrás de él pinchándolo con un dedo en la espalda, Taemin caminó como un robot en dirección del pupitre de Minho, que compartía con Jonghyun.

El pelirrojo tragó saliva sintiéndose a punto de desfallecer, el aire no entraba como debía a sus pulmones y creía desmayarse en cualquier momento por la mirada constante de Minho.

-Yo... yo…-articulaba rojo mirando a Minho, repentinamente cambió la dirección de su mirada y entregó el paquete a Jonghyun.

-¡Ayer hice bombones y Key me dijo que te gustaban, te los regalo!-exclamó hablando muy rápido y notando sus orejas arder, Jonghyun lo miró con sorpresa.

-¿Qué…? Oh… gracias.-agarró el paquete parpadeando, Minho apoyó su barbilla sobre el hombro de Jonghyun para mirar.

-Oh, dinosaurio afortunado, dame uno.-dijo dirigiendo su mano a los chocolates, Jonghyun bufó.

-Te han regalado montones de cajas de chocolate, échate atrás dichoso alien.

-Pero tú sabes que no se me tiene permitido aceptar regalos por San Valentín…

Taemin quiso echarse a llorar cuando su plan se echó a perder por la misma cobardía que impedía que hablase con el chico que le gustaba, apretó los puños y sin aviso salió rápido de la clase consciente de la mirada que Key le dedicaba.


Las clases habían finalizado hacía horas pero una cabeza pelirroja seguía apoyada sobre un pupitre ocultado su rostro, los chicos de los clubes ya habían acabado el entrenamiento y pronto vendría alguien a echarlo de su clase pero no quería salir todavía de la escuela, sentía que ya se había acabado toda esperanza de estar con Minho y eso lo rompía por dentro.

Sintió como la puerta era abierta pero no alzó la cabeza, se quedó en la misma posición con los ojos cerrados.

-Minnie.-arrugó la nariz, se trataba de Onew Hyung y aunque era la persona que mejor le consolaba en aquel momento quería estar a solas- ¿Cuándo piensas volver a casa?

-Nunca.-murmuró, sintió una silla chirriar y Onew se sentó sobre ésta.

-¿De verdad no hay nada que pueda hacer para hacerte sentir mejor?-murmuró en voz baja, Taemin alzó brevemente la cabeza para mirarlo.

-Puedes hacer que volvamos atrás en el tiempo y le de esos dichosos bombones a Minho.

-Eh, lo parezco pero no soy Dios.-rió, pero al ver que Taemin no le imitaba se puso serio de nuevo.

-Key me lo ha contado todo pero no le veo el sentido a que estés así, otro día será, ¿no?

-¡Tenía que ser hoy!-levantó la cabeza con rapidez para fulminarlo con la mirada- Imagino lo que piensas, de nuevo el pequeño Taemin llorando por chorradas, ¡pero esto era algo serio para mí!

-Lo sé.-murmuró Onew con calma.

-Siento… siento que éste día… aunque otros digan que no es verdad, tiene algo especial. Que tendría más coraje en San Valentín y podría confesarme a Minho. Pero… si no lo he hecho hoy sé que nunca lo podré hacer.

-Aún tienes tiempo, hoy es un día cualquiera…

-¡No hay tiempo, ya no!

-¿Qué esperabas de hoy?

-Yo… esperaba-colocó ambas palmas sobre la mesa notando como sus ojos se aguaban de pura frustración, sabía con certeza que no actuaba correctamente pero tampoco quería hacer nada para evitarlo- ¡esperaba de hoy un día especial! ¡Que… que ocurriese algo único! ¡Cambiar mi monotonía! ¡Creía con certeza que sería hoy… y ya es tarde para todo! ¡Es un día más y no hay nada que pueda cambiarlo porque la persona que me gusta ya está lejos de mí!

-¿Un día especial? ¿Qué querías que ocurriese?

-No sé… algo…-susurró el menor cansado, le daba vergüenza la impresión que debía estar dando a su Hyung, era por eso que quería estar a solas.

Levantó la mirada esperando una regañina por parte del castaño, incluso que se burlara de su inocencia pero sorpresivamente notó unos labios chocar con delicadeza contra los suyos, levemente, dio un respingo de la impresión y abrió sus ojos lo máximo que pudo notando una extraña sensación nacer en su estomago y subir por su pecho.

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