Título del fin: Celos, El chico de las pizzas

Serie: SHinee

Parejas: Jongkey (leve Jongho, 2min)

Tipo: Yaoi

Género: Romance, Drama

Clasificación: NC-17

Advertencias: Lemon

Co-autoría y beteo: luxam9

Nota: tengo este mismo fic pero con otros personajes en HAto

Primera parte[JONGKEY] EL chico de las pizzas


El amor, ese era su dilema desde hacía seis meses, justamente el mismo tiempo que llevaba viendo a su sexy repartidor pelirrojo.

Desde ese mismo día en que había hecho el amor con él, porque sí, para él había sido hacer el amor, aunque sabía que para el repartidor solo había sido una noche más y eso no hacía más que partirle el corazón.

Casi cuatro veces por semana lo visitaba. Como había dicho la primera vez que se vieron, había hablado a la pizzería para pedir a Kim Key como su repartidor particular.

El principal inconveniente era que Key siempre venía con una pizza. A esas alturas, ya estaba más que harto de ella, pero, como se había prometido a él mismo, se había comprado un perro para que se encargara de ella, un pastor alemán. Podía asegurar que, si el perro pudiera hablar, el diría que ya estaba harto de comer pizza.

En la pizzería ya lo conocían a la perfección, tanto que le habían enviado con su repartidor, una tarjeta de cliente frecuente. Aún podía recordar cuando Key le había dicho que sólo podría obtenerla si la buscaba dentro de la bragueta de sus pantalones. Había sido una noche por lo demás interesante.

Aún y contando con la presencia de su sexy repartidor cuatro veces por semana en su departamento, no podía dejar de pensar en él el resto de los días en que no lo podía ver, y fuera por cuestiones de trabajo o porque solía salir con su amigo Minho.

Era suyo. Aunque el pelirrojo dijera que era un alma libre destinada a volar por los cielos —y los pantalones de chicos sexys—, no podía dejar de pensar que era suyo desde la primera vez que lo había marcado, seis meses atrás.

El no poder verlo esos tres días restantes de la semana lo hacían sentir inseguro, le molestaba pensar que al no estar con él, que pudiera estar entregándole pizza a alguien más, y quedándose a ganarse la propina.
Lo peor era que él mismo no se animaba a insinuarle algo más serio...


Ese día había sido agotador. Había trabajado hasta tarde después de hacer más de cincuenta tomas junto a su amigo Minho. Sentía como si una locomotora lo hubiera arrollado por encima y después había regresado y vuelto a pasar.

El hecho de estarse cambiando de ropa cada cinco minutos para la siguiente toma era en realidad agobiante, pero no se quejaba. La paga era muy buena y cada ciertas tomas, tenía un poco de tiempo para bromear.

Llegó a su casa pasadas de las nueve. A había pasado la hora de poder solicitar a su repartidor personal, la pizzería estaba a punto de cerrar y ya no le aceptarían un pedido a domicilio.

Se sorprendió de sí mismo de cuán dependiente se había hecho de Key.

Bien, tendría que esperar hasta mañana, de mañana no pasaba, cenaría pizza... Y al repartidor que venía con ella.


—¡¡Veamos películas!! —gritó Minho en cuanto Jonghyun había abierto la puerta.

Se preguntó de dónde había salido tal impulsividad en su amigo. No solía llegar a su casa sin avisar.

—Minho... No te esperaba...

—¿Es un mal momento? —preguntó elevando una de sus cejas.

—No, claro que no. Pasa —Abrió la puerta para que Minho pudiera entrar—. Estaba a punto de meterme a bañar.

Minho se sentó en la sala y tomó el mando del televisor, encendiéndolo y empezando a cambiar los canales.

—¿Qué película quieres ver?

—Escoge la que quieras, iré a darme una ducha. No tardo.


Jonghyun salió de la habitación. Necesitaba una ducha, después hablaría con su amigo. Esa impulsividad o asombraba un poco.

Minho se paró del sillón y se acercó al mueble del televisión donde estaban los DVD’s de Jonghyun. Leyó los títulos y finalmente escogió uno. Saco el disco de su caja y lo coloco en el reproductor, listo para cuando Jonghyun regresara de la ducha.
Sintió hambre, sería buena idea pedir algo de comer.

Se acercó a la mesa pequeña donde estaba el teléfono y un directorio local. Le llamo la atención una tarjeta de cliente frecuente de una pizzería. No sabía que Jonghyun era tan aficionado a esa comida.

Bien, si era cliente frecuente, de seguro le encantaría que pidiera pizza. Tomo el auricular del teléfono y marco el número de la pizzería. En pocos segundos escucho la voz cantarina de un joven.

—Buenas noches, llama a SUJU pizza. ¿Puedo tomar su orden?
Minho ordeno una pizza grande —sabía que Jonghyun era de buen apetito—, y proporciono la dirección de la casa.

»¿Desea el acompañamiento de siempre? —preguntó el joven a reconocer la dirección.

Minho se extrañó. ¿Acompañamiento de siempre? ¿Sería que Jonghyun siempre pedía algo más? Bueno, no estaba de más pedirlo si era el favorito de Jonghyun.

—Sí, claro —afirmó.

—Su pedido llegara en veinte minutos.

Minho agradeció la atención y colgó el teléfono. Bien, solo le quedaba esperar.

Jonghyun regresó pocos minutos después y juntos se pusieron a ver la película.

—La dirección de siempre Key —indicó el joven de recepción al entregarle el pedido.

—Si claro… —Tomó las llaves de la motocicleta, guardo la pizza en la caja y arrancó.

Ahí estaba de nuevo, no podía creer que Jonghyun no se hubiera cansado ya de él. Jonghyun...

No iba a negar que, esos seis meses habían sido mucho mejores y más productivos que los tres años anteriores. Jonghyun era... intenso... apasionado... fogoso...

Aún podía recordar la primera noche que habían pasado juntos. Había sentido un placer inigualable. Jonghyun había tomado su cuerpo como si lo conociera desde siempre. Había gemido como poseso.

Nunca pensó que esa noche se repetiría, ni mucho menos que la situación seguiría repitiéndose los seis meses posteriores. Cada noche, cada vez que Jonghyun lo mandaba a llamar significaba entregarse por completo al más intenso placer.

¿Por qué no lo había formalizado?

Una sencilla razón. No se sentía listo. Su última relación no había terminado precisamente bien. El sexo había sido bueno, pero sus sentimientos no habían sido del todo correspondidos y eso era algo que él necesitaba. Su excusa era de ser siempre un alma libre.

Aún no estaba listo para dar el siguiente paso con Jonghyun. ¡Ni siquiera le había dado su número de celular! No estaba listo para empezar otra relación. No quería arruinar un sexo excelente con sentimentalismos... ¿O sí?

Pero ya no quedaba nada de qué arrepentirse. Esa noche sería otra más, al menos hasta que Jonghyun diera el siguiente paso o se decidiera a darlo él.



—¿Ya me vas a decir qué es lo que te sucede? —preguntó Jonghyun después de estar quince minutos viendo el semblante de Minho.

Le había estado dando tiempo a que empezara a hablar solo, pero dado que el rubio seguía callado, decidió empezar él.

—No me pasa nada... —contestó con una sonrisa.

—No te creo Minho. Somos amigos desde hace mucho tiempo y sé que nunca vienes a mi casa sin llamarme antes.

Jonghyun tenía razón, él nunca iba a casa de sus amigos sin llamar antes, creía que eso era una falta de respeto. Suspiró.

Jonghyun era su mejor amigo, podría confiarle lo que fuera.

—Peleé con Taemin —dijo con tristeza.

Jonghyun se esperaba algo así, ese era un comportamiento raro en Minho.

—¿Qué sucedió?

Minho empezó a contar.

—En realidad fue una tontería. Yo iba a ir a comer con un chico de la agencia que me había invitado. ¡Sólo en plan de amigos! Yo le hice un favor y quería compensármelo, además él tiene novia. Cuando le dije a Taemin, él me dijo que no lo hiciera, pero yo ya había confirmado. Se enojó, me gritó que si quería al otro más que a él, que si lo estaba engañando —Su mirada había comenzado a empañarse—. ¡Pero te juro que no es nada! ¡¡Sólo una comida!!

Jonghyun lo abrazó antes de que se descompusiera y Minho comenzó a sollozar. No pensó que Taemin actuaría de esa manera. Los celos eran obvios, pro Jonghyun sabía lo enamorado que estaba su amigo. Taemin era un idiota. Siguió abrazando a Minho hasta que se calmó.



Key apagó la motocicleta y guardó sus llaves. Sacó la pizza de su compartimiento y empezó a caminar hacia la casa de Jonghyun.

No iba a negar que en esos momentos se sentía ansioso. Siempre se sentía así minutos antes de entrar a la casa del moreno.

Su mirada se dirigió hacia la ventana inconscientemente y observó que las persianas estaban abiertas. Siempre le decía a Jonghyun que las cerrara, no fuera alguien a velos en un momento de pasión desenfrenada las veces en as que su libido no aguantaba hasta llegar a la habitación.

Aguantó la respiración ante la visión que inundó sus sentidos, no podía creer lo que estaba viendo. No, eso no podía ser verdad.

Podía ver el respaldo del sillón de dos plazas que estaba frente al televisor. Su tapizado en color azul con rayas vedes siempre le había parecido espantoso, pero eso no era lo importante.

Podía distinguir la amplia espalda de Jonghyun inclinada sobre un cuerpo del cual sólo podía ver la cabeza, pero de algo sí estaba seguro. Ese hombre tenía su rostro sobre el cuello de Jonghyun. ¿Lo estaría besando?

Sus peores temores se hicieron realidad. ¿Se habría Jonghyun cansado ya de él? ¿Se había buscado a alguien más? ¿¿Le habría gustado algún otro tipo de pizza??

Con furia mal contenida, caminó a grandes zancadas hacia la puerta y tocó fuertemente con sus nudillos sobre la fría madera.



Jonghyun rompió el abrazo al escucha los fuertes golpes sobre la puerta. Por fortuna, Minho ya se había calmado. ¿Quién llegaría a toca a su casa tan tarde?

—Debe ser la pizza —masculló su amigo.

Pizza. ¿Pizza? ¡¿Pizza?! ¡¿Minho había pedido pizza?!

—¿A dónde llamaste? —preguntó con temor, tratando de que no le temblara la voz a la vez en que su mirada se fijaba rápidamente en su tarjeta de cliente frecuente que reposaba cerca del teléfono.

—A SUJU Pizza. Me dijeron que te iban a mandar el acompañamiento de siempre. Asumí que, como tenías una tarjeta de cliente frecuente, quizás ya sabían qué te gustaba pedir.

Jonghyun sintió que una gota de frío sudor recorría lentamente su columna vertebral. ¿Habían enviado a Key? Demonios. Este era definitivamente un mal momento.

Caminó lentamente hacia la puerta con los nervios recorriéndole por todo el cuerpo, pensando en qué hacer si Key era quien estaba detrás de la puerta. Volteó a ver las ventanas de su casa. Maldición. Las había dejado con las persianas abiertas de nuevo. ¿Key se habría asomado? ¿Lo habría visto abrazando a Minho?

¿Cómo le explicaría la presencia de su amigo? «Oye, disculpa pero no podemos tener sexo hoy, hay un amigo en casa, ¿puedes volver mañana?». Eso definitivamente no sonaba nada bien.

Jonghyun poso con nerviosismo su mano sobre el pomo de la puerta y lo giró. La puerta se abrió lentamente y lo que recibió no fue lo que esperaba.

Una pizza de peperoni con doble queso y salsa extra se estrelló con fuerza en su rostro y se deslizo lentamente por su ropa hasta caer al suelo.

—Ke… Key…

El rostro del pelinegro estaba fruncido. Internamente esperaba que no fuera él pero ahí estaba. El chico que le quitaba el sueño con la cara llena de enojo y rabia se encontraba frente a él.

—Dime —masculló —. ¿Disfrutaste su pizza?

—Key, yo…

—¿Para qué ordenaste a SUJU Pizza?¿Querías mostrarme a tu nuevo repartidor?

¿Nuevo repartidor? ¿De qué estaba hablando? Esto era claramente una confusión.

—No Key escúchame —Jonghyun trató de acercarse a él—, yo…

—¡¡No!! —gritó el pelirrojo, golpeando la mano que trataba de acercarse—. Disfruta la pizza porque es la última que te traeré. ¡¡No vuelvas a llamar a la pizzería!!

Con paso rápido corrió hacia la motocicleta, subió en ella, la encendió y arrancó. Solo alcanzó a ver como el chico salía de la casa y corría hacia Jonghyun con el rostro de asombro.

Dolía. Vaya que dolía. Sabía que entre ellos solo había sexo. Apasionado y candente sexo. Había actuado como un idiota. Un idiota celoso y enamorado.

¿Cuándo habían empezado a cambiar sus sentimientos? No amaba a Jonghyun o eso quería hacerse creer pero de algo si estaba seguro: a Jonghyun lo quería. Era imposible no hacerlo. Jonghyun era carismático, apasionado y risueño. Sin dejar de lado su cuerpo de dios griego.

Muchas veces se preguntó cómo serían las cosas ahora, si hubiera aceptado una cita con Jonghyun. Tantas veces que lo había invitado a cenar y él siempre le decía que no ¿La razón?
No quería una relación que pudiera terminar mal, pero no podía negar que los celos lo habían invadido al ser a Jonghyun abrazando a ese otro chico.

Celos de que Jonghyun lo hubiera reemplazado sin siquiera decirle y que tuviera la desfachatez de llamarle para restregárselo en su propia cara.

No pudo evitar que una lágrima recorriera su rostro. Jonghyun era un desgraciado. Nunca se imaginó que sería capaz de hacerle eso. Quería gritar de la frustración. Se sentía traicionado.

Quería golpearlo, gritarle que era un maldito desgraciado, pero sabía que no podía y todo era su culpa. Su culpa por no haber aceptado los avances del moreno. Por haberse comportado reacio a sus invitaciones a cenar.

Deteniéndose en una luz roja, se limpió sus lágrimas de un manotazo. Era un idiota.


—¡Jonghyun! ¡¿Qué sucedió?! —exclamó Minho al observarlo cubierto de rastros de queso y salsa barbinara justo después de que el repartidor le gritara algo y se dirigiera con paso veloz hacia su motocicleta.

Fue justo en ese momento cuando Jonghyun regresó del shock. Key le había arrojado la pizza, le había gritado una sarta de tonterías y se había ido enojado. ¡¡Enojado!! ¡¡Nunca se habían enojado!!

»¿Jonghyun?

Volteó a ver a su amigo que tenía el ceño fruncido de la preocupación.

—No pasa nada Minho.

—Pero...

Jonghyun caminó hacia adentro de su casa. Necesitaba una ducha.



—¿Ahora sí vas a contarme qué sucedió?

Minho había esperado pacientemente durante casi treinta minutos mientras Jonghyun tomaba un baño.

El moreno volteó a verlo. De nada servía ocultarle algo a su mejor amigo. Si Minho le había confiado su problema con Taemin, él podría confiarle su problema con Key.

—Es una larga historia.

—No tengo prisa —contestó Minho con una sonrisa.

Jonghyun suspiró y tomo asiento en el mismo sillón donde hacía unos minutos consolaba a Minho. Se tomó su tiempo para explicarle cómo había sucedido todo. Cómo se había ido enamorando del chico repartidor pero él parecía no querer corresponderle. Como su relación era de solo sexo.

Se sentía liberado. Hablarlo con alguien le había permitido analizar más objetivamente su situación.

—Tienes que hablar con él.

—Lo sé. Pero ni siquiera tengo su número. No ha querido dármelo diciéndome que no quiere formalizar esto.

—Podrías ir a buscarlo a la pizzería.

—Ya cerró. Hace pocos minutos.

—Entonces ve mañana —insistió Minho con una sonrisa. Conocía a Jonghyun y sabía que ese chico debería representar algo especial para él.

Lo más seguro era que ese repartidor hubiera malentendido la situación y hubiera actuado por impulso. Bien, él no sería quien terminara esa “relación”.

»Mañana temprano, después de las tomas, iremos a preguntar por él.



—Lo siento, pero Key se ha reportado como enfermo y pidió dos semanas de incapacidad.

Jonghyun no reprimió el impulso de golpear con fuerza la madera del mostrador haciéndola crujir. Maldita sea. Key no había ido a trabajar y ahora se reportaba enfermo.

—Podría darme su dirección o su número telefónico.

—Lo lamento —se disculpó el dependiente—, pero es política de la empresa no divulgar la información personal de nuestros trabajadores.

Sin siquiera contestar o agradecer la información, Jonghyun se acercó a cada uno de los meseros y repartidores que había, ignorando las indicaciones del dependiente pero no consiguió nada. Minho se había encargado de disculparse por las molestias para después seguir a Jonghyun al auto.

Al parecer, ese repartidor no era muy sociable con sus compañeros del trabajo o simplemente no se llevaba demasiado bien con ellos. Ninguno tenía su número de teléfono o sabía siquiera dónde encontrarlo.

Maldita su suerte.

—Lo encontraremos, ya verás.

—¡Cómo! —Su enojo ante lo infructuoso de la búsqueda era evidente.

—Si trabaja aquí, lo más seguro es que alguien en los negocios aledaños sepa quién es o donde vive.

Parecía lógico que alguien más de los negocios cercanos lo conociera, pero estaban totalmente equivocados. Parecía que era un fantasma. Muy pocos sabían quién era ese repartidor porque llevaba poco más de seis meses trabajando ahí y había otros que aseguraba nunca había no visto a alguien con las mismas características.

Empezaba a desesperarse y el anochecer era inminente.
»Mañana seguiremos buscando.



Key no tenía ganas de levantarse. Sabía que tenía que salir a buscar trabajo. Después de una semana de “descanso” había decidido que ya no podía seguir trabajando en esa pizzería. No cuando Jonghyun podría llamar en cualquier momento a ordenar y él tendría que ir si no había nadie más disponible.

Le habían dicho que ese chico lo había ido buscar pero solo les había contestado que no le dieran ninguna información suya.

No. No podía verlo de nuevo. No después de las cosas que le había gritado. Aún no podía creer que le hubiera gritado todas esas cosas. ¡Se había visto como el peor novio celoso de la historia! Ni siquiera con sus antiguos novios se había comportado de esa manera. ¿Qué lo había poseído para gritar todas esas cosas?

Bien. Ya no valía la pena arrepentirse. Se levantaría, tomaría una ducha y saldría de su departamento a buscar trabajo. Sus ahorros estaba acabándose, más le valía encontrar algo pronto.


Jonghyun estaba deprimido. Había pasado casi un mes. Un mes sin saber casi nada de Key. Después de regresar un par de meses a la pizzería, le habían terminado diciendo que el pelirrojo había renunciado y les había prohibido dar ninguna información sobre él.

Se sentía perdido.

No tenía ni la menor idea de dónde buscarlo. Ni siquiera conocía su apellido. Era en esos momentos en que se daba cuenta de lo poco que sabía de él. Las constantes negaciones de Key le habían ocasionado que desistiera de saber un poco más. Ahora se recriminaba el no haber sido un poco más insistente.



—Espérame aquí, no tardo, olvidé la factura —pidió Taemin.

—Está bien —contestó Minho.

Gracias a la ayuda de Jonghyun, Minho se había reconciliado con Taemin. Después de que el malentendido quedara aclarado, Minho y Taemin habían vuelto a salir. Su relación se había restablecido. Estaba muy feliz.

Ese día habían salido a hacer unas cuantas compras, acompañando a Taemin a comprar un par de lentes para el sol. Después de eso, se iría a cenar.

—¡¡Oye tú!!



Key iba caminando después de haber dado con un posible empleo en una cafetería. Bien, algo era algo. Fue entonces que lo vio.

Ahí, en medio de la calle estaba ese chico al que había odiado desde la primera vez que lo había visto.

Bien, no se quedaría callado. Era el momento de enfrentarse a ese roba novios... O roba parejas sexuales...

—¡¡Oye tú!! —gritó cuando ya se encontraba a pocos metros de distancia.

El rubio volteó, tratando de ubicar la voz que parecía llamarle hasta que lo vio. Un furioso pelirrojo se acercaba hacia él con paso decidido.

—¿Yo? —preguntó con confusión, trataba de recordar donde había visto a aquel chico.

—Sí, ¡¡tú!! —Fue entonces que lo recordó. ¡Ese era el chico de la pizzería! ¡¡El famoso repartidor!!—. ¡¿Para qué pizzería trabajas?! —¿Pizzería?—. ¡¡Dímelo!!

Key estaba seguro de que ese chico debería trabajar para alguna pizzería, sino, ¡cómo es que Key lo había cambiado!

—Creo que te estás confundiendo, yo...

—No quieras jugar conmigo. ¡Sé que eres el rastrero repartidor que me robó a Jonghyun! —Minho no pudo reprimir una sonrisa. Ya sabía por dónde iba esto—. ¡Y de qué te estás riendo!

Key sabía que estaba haciendo una escena que varias personas lo estaban viendo gritar pero no importaba. Le enseñaría a ese chico que nadie, absolutamente nadie le robaba a su chico y salía invicto. Quizás no podría volver con Jonghyun pero al menos le dejaría en claro que no volviera a meterse con cosas que tenían dueño.

—Creo que te estás confundiendo.

—¡Claro que no me estoy confundiendo! ¡¡Tú me lo robaste!! Pero esto no se quedará así. Yo...

Fue ese momento el que Taemin decidió regresar, tomando a Minho de la cintura y plantándole un pequeño beso en los labios.
Para Key eso fue el colmo.

»¡¡Y aparte eres un player!! ¡¡Cómo puedes jugar con Jonghyun de esa manera!! ¡¡¡Al menos yo si le era fiel!!!

—¿Qué sucede aquí? —preguntó Taemin.

—Nada, todo ha sido una confusión.

Key frunció el ceño ¿Nada? ¡¿Nada?!

—¡Cómo que nada! ¡Tú! ¡¡Traidor!!

—¡Entre Jonghyun y yo no hay nada!

Key detuvo su siguiente argumento. ¿Acaso lo tomaban por loco? Se acercó hacia Minho y lo tomó por el cuello, despertando las alertas de Taemin.

—No quieras jugar conmigo. ¡¡Yo los vi!! ¡Yo...!

—¡Detente Taemin! —gritó al ver reaccionar hacia su novio.

Entonces volteó a ver al pelirrojo—. ¡¡Sólo somos amigos!! —Key relajó ligeramente su agarre—. Ese día me había peleado con Taemin y necesitaba alguien con quien hablar —explicó—. ¡Sólo estaba consolándome! ¡¡Taemin es mi novio!!

Fue en ese momento en que Key comprendió que había cometido un gran error. Había malinterpretado las cosas, había alejado de su vida al hombre del que se había enamorado, estaba seguro que Jonghyun no quería saber nada de él después de todo lo que sucedió ese día.


Había logrado encontrar trabajo en una cafetería llamada SM family, tenía suerte de que lo hubieran aceptado, justamente dos días antes había renunciado alguien del personal.

Estaba en su hora de trabajo atendiendo a los clientes cuando escucho el timbre de la puerta sonar, había llegado un cliente nuevo, no dándole importancia siguió atendiendo las mesas hasta que escucho una voz conocida hablarle.

—¿Ke… Key? —Lentamente el pelirrojo dio la vuelta deseando estar equivocado en cuanto a quien le pertenecía esa voz, pero no… para su mala suerte, la persona que estaba torturando sus pensamientos estaba justo enfrente de él.

—Jonghyun —Muy adentro de él se encontraba feliz de ver al moreno después de un mes de no saber nada de él, pero también estaba el hecho de que se sentía engañado y no podía olvidar la imagen de él y el otro chico abrazándose.

Su mente aun recordaba esos feos momentos por lo que instintivamente se puso de manera defensiva.

—¿ Q-Qué haces…—No pudo continuar la pregunta porque unos brazos lo rodearon fuertemente.

—Al fin te encontré —dijo soltando un suspiro de alivio pegando más su cuerpo al de su ex amante, aspirando su dulce aroma, ese aroma que tanto había extrañado durante todo ese mes de tortura.

—Pensé que ya no te encontraría —susurro contra sus cabellos, acariciando lentamente la cabeza del pelirrojo quien se encontraba aun sorprendido porque su ex amante lo haya encontrado.

Cuando vio que Jonghyun se acercaba a él con intenciones de besarlo, se separó bruscamente de él recordando lo que había sucedido en su departamento un mes atrás.

—Ni siquiera lo pienses Kim —dijo dando un paso atrás viendo la sorpresiva expresión de Jonghyun.

—He…Key déjame explicarte por favor, todo fue un mal enten… —el pelirrojo no lo dejo termina de hablar y justo cuando se iba a acercar a él para abrazarlo de nuevo, Key levanto una mano imponiendo distancia entre sus cuerpos.

—No… No tienes nada que explicarme… yo sé perfectamente lo que vi —dijo el pelirrojo mirándolo a los ojos, estaba tan cegado por la rabia de saber que Jonghyun lo había engañado que solo sabía que tenía que hacer una cosa para salir impune de esto… defenderse, no quería ser él, el que saliera lastimado… no esta vez, así que pensó en lo único que podría hacer para que Jonghyun no lo siguiera lastimando, seria lastimándolo a él.

—P-Pero Key si tengo que explicarte —no podía creer lo que estaba escuchando, él no quería que las cosas terminaran por un mal entendido.

—No Jonghyun, no tienes que explicarme nada, después de todo tu y yo no somos nada fuera de amantes… todo esto fue sexo sin compromiso, sin sentimientos, esto no fue más que un acoston más para mí, no significo nada más para mí que eso, simple sexo.

Jonghyun no podía, o más bien no quería creer ninguna de las palabras que estaban saliendo de la boca del pelirrojo, quería pensar que solo era por la rabia del momento, sentía que sus fuerzas le fallaban, el corazón le latía a una velocidad vertiginosa, utilizando el acoplo de sus últimas fuerzas uso su último recurso.

—Pero Key… yo te… yo te amo

Para Key como hubiera deseado que esas palabras fueran ciertas, sentía que sus ojos le picaban pero no podía darse el lujo de llorar frente a él, sino se daría cuenta de que todo lo que dijo era mentira, por lo que necesitaba acabar con todo esto lo más pronto posible. Logrando que su voz no se cortara y con todo el dolor de su alma solo le respondió a Jonghyun las palabras más dolorosas que escucho jamás.

—Pero yo no… porque crees que jamás te di mi número, porque sabía que esto iba a pasar, tan solo fuiste un acoston más para mí, tu nunca tuviste nada que ver conmigo fuera de mi juguete sexual.

Jonghyun no podía dar crédito a lo que estaba escuchando y deseaba con todo su corazón de que esa fuera una vil y cruel mentira.

—¿Es… eso es mentira… verdad Key?

Key estaba haciendo una tremenda concentración mental para que no se le salieran las lágrimas en ese mismo instante, tenía que parecer lo más sereno posible que Jonghyun viera que sus palabras no le afectaban en lo más mínimo aunque en realidad fuera todo lo contrario.

—No Jonghyun, esto no es una mentira es simplemente la verdad que esto ad que tenía que ser revelada hace mucho tiempo, solo deje pasar esto porque solo eras buen sexo, no negare que lo disfrute…y mucho, pero creo que deje que esto se alargara demasiado.

NO… eso no podía ser verdad, se negaba rotundamente a creerlo, esto tenía que ser una pesadilla, y para ser sincero la peor de todas las que había tenido.

Jonghyun estuvo mirando al piso todo el tiempo tratando de entender cada una de las palabras que le estaba diciendo el pelirrojo.

—Entonces… esto fue tan solo simple sexo para ti… me utilizaste como tu ¡¡maldito juguete sexual!! —levanto la mirada, viendo finalmente al pelirrojo.

Key no pudo evitar sorprenderse internamente cuando vio la cara de su ex amante desfigurada por el odio y la ira, pero eso es lo que había logrado. Eso era lo que quería ¿No?

—Sí, tú estuviste de acuerdo conmigo desde que comenzó todo, te dije que era libre de estar con quien yo quisiera

—¡¡ Pero pensé que eso había cambiado hace mucho tiempo!! —dijo Jonghyun ya gritando

Key se dio cuenta que ya estaba llamando la atención de muchas personas, entonces sintió que lo llamaban volteo y vio que su jefe lo miraba severamente dándole a entender que detuviera el espectáculo que estaba montando.

—Cállate Jonghyun… si quieres seguir esta conversación será mejor que me sigas…—sintió como el moreno le agarraba el antebrazo impidiéndole avanzar pero no podía dejar que Jonghyun siguiera con su espectáculo, con el miedo de que su jefe lo despidiera, se soltó bruscamente del agarre y camino rápidamente hacia la salida sabiendo que el moreno lo seguía de cerca.

Al salir del establecimiento se dirigió rápidamente a un pequeño callejón que se encontraba justo al lado de su trabajo, tan solo entro en ese lugar y sintió como lo empujaban fuertemente hacia la pared del costado, cuando abrió los ojos pudo divisar a un muy enojado Jonghyun, este tenía ambas manos a la par de su cabeza.

—Suéltame

—No

Ambos se miraban seriamente a los ojos, Key sabía que desde un principio debió de haber detenido esto hace mucho tiempo, porque ahora todo esto estaba resultando muy doloroso para él.

Jonghyun ya no podía contener tantas emociones juntas en su interior, todos esos meses en los que pensó que había amado a ese pelirrojo, se habían ido a la basura con tan solo unas cuantas palabras dichas por este.

—¿Entonces… tu nunca sentiste nada?

—¿Tendría que haber sentido algo?

Como… como podía estar haciéndole eso… como podía ser tan sínico.

Hizo un puño con su mano izquierda y rápidamente la estampo justo al lado de la cabeza de Key escuchando un crujido proveniente de esta, importándole muy poco el dolor en esos momentos.

A Key de cierta manera le sorprendió el acto, pero se preocupó más aun cuando escucho el crujido que había hecho su mano al estamparse contra la pared de concreto. Pero no podía cambiar su expresión a una de preocupación porque si no el moreno se daría cuenta rápidamente de que estaba haciendo todo un esfuerzo para no echarse a llorar justo en frente de él.

—A…Aquí termina todo —dijo Jonghyun bajando la mirada al suelo y poniendo sus brazos hacia sus costados, el dolor que sentía en su mano no se comparaba al que estaba sintiendo en su corazón, sentía que cada segundo que pasaba enfrente de Key su corazón se fragmentaba cada vez más.

—Esto tenía que haber terminado hace mucho no crees

—Ci… cierto, yo fui el idiota que deje que… esto continuara —En todo momento nunca levanto la mirada para ver al pelirrojo
Key ya no sabía que decir así que tan solo hizo una mueca de superioridad.

El silencio que se había formado entre ellos dos era sumamente incomodo, pero un segundo más tarde el pelirrojo vio como el moreno daba media vuelta y se dirigía fuera del callejón.

—A…Adiós… Key —espeto para salir casi corriendo de allí.

Adiós… adiós… adiós… esa maldita palabra, sabía la pesadez de cada una de sus letras, puesto que una vez Jonghyun le dijo que solo se decía adiós, cuando nunca más volvieras a ver a esa persona.


No podía creerlo… que había hecho, por un estúpido mal entendido había perdido a su compañero de sexo… para que se engañaba… lo amaba más de lo que podía pensar, y aunque no lo dijera o lo mostrara, lo hacía. Sus estúpidos miedos del pasado lo atormentaban y el impedían ser feliz.

Minho vio la cara póker que puso Key, mientras lentamente se iba aflojando el agarre que mantenía en su cuello. Supo que había dado justo en el clavo al haberle dicho eso.

Taemin todo ese tiempo se había mantenido al margen, en realidad no entendía nada, porque ese pelirrojo estaba amenazando a su novio y este no le dejo intervenir.

—Te sugiero que hables con él —como si le leyera la mente le había sugerido buscar a su mejor amigo y hablar con él, se había dado cuenta por la mirada y sus acciones que este tenía sentimientos hacia Jonghyun.

—N…No creo que quiera verme ahora —dijo Key bajando la mirada, mientras trataba de ordenar el caos que ahora era su cabeza.

—Valla, ¿tan poco valía para ti?

Key levanto la mirada furioso hacia él, el agarre que había mantenido hasta ese momento hacia Minho se fortaleció, obligando a Taemin a actuar, empujando con fuerza moderada al pelirrojo soltando así el agarre que tenía hacia su novio.

—No sé quién demonios seas, pero eso no te da derecho a tratar así a “mi” novio.

—Taemin

Key ignorando olímpicamente a Taemin se dirigió directamente hacia aquel que osaba dudar de sus sentimientos.

—¡¡¡¡Tu no me conoces, no hables de mi como si lo hicieras!!!!, para mi Jonghyun es alguien muy importante en mi vida.

—Entonces haz algo, si Jonghyun es alguien importante para ti no te quedes ahí parado como un idiota sin hacer nada, ve por él antes de que alguien más lo haga —Le estaba hablando de una manera muy fría, pero según el no existía otra manera para hacerle entender.

Para Minho estaba más que claro que el pelirrojo estaba enamorado de su amigo Jonghyun, si no lo estuviera no le hubiera armado tremenda escena de celos en plena calle.

A Key esas palabras le habían caído como balde de agua fría, en cierto modo Minho tenía razón, alguien más podría querer estar con Jonghyun además de él. Pero justo en ese instante viene ese maldito recuerdo donde manda al moreno al demonio.

—El no querrá verme —dijo Key agachando su mirada.

—Si dices que Jonghyun es alguien importante para ti no deberías rendirte tan rápido.

Key se le quedo mirando durante unos segundos, procesando las palabras que el chico le estaba diciendo.

—O al menos… el chico que estuvo a punto de partirme la cara parecía no querer rendirse.

Diciendo esto Minho tomo a un confundido Taemin de la mano y comenzó a alejarse de ahí.

El pelirrojo vio a Minho alejándose con su novio, odiaba admitirlo pero él tenía razón Kim Key no era de los que se rendían fácilmente.

Estaba decidido Kim Key le entregaría a Kim Jonghyun su “pizza” como la prefería él con carne extra.



Todo lo que había restado de ese mes la había pasado muy mal, en el trabajo tenía que hacer acoplo de todo su esfuerzo para posar bien frente a las cámaras. Apenas dormía en la noche pues la sensación de que le faltaba su pelirrojo, lo hacía tener solo pequeños micro sueños.

Las palabras que le había dicho Key hace un mes en la cafetería le habían dolido como miles agujas que atravesaban su corazón, cada una de las oraciones, cada una de las palabras, cada una de las letras que él había dicho seguían vivas en su mente atormentándolo durante todo el día.

Había regresado a su casa después de un largo día de trabajo, se sentía exhausto tanto cambiarse de ropa y diferentes posiciones, lamentablemente ahora no había nadie que hiciera regresar como por arte de magia sus fuerzas, ni quien se las quitara de golpe en una buena sesión de sexo.

Camino rumbo a su cuarto para tratar de dormir pero el sonido de dos notas musicales lo detuvieron, giro mirando a su puerta pensando que había escuchado mal, pero de nuevo se oyó que alguien tocaba el timbre de su departamento. Extrañado se dirigió a ella, cuestionando quien podría ser a tan altas horas de la noche.

Entorno la mirada al ver quien se encontraba del otro lado de la puerta, había pensado que podría ser su amigo Minho diciendo que había peleado nuevamente con su novio Taemin, pero nunca se imaginó que su ex amante fuera quien se encontrara del otro lado de esta.

Se veía como siempre, deslumbrante. Llevaba una playera color rojo junto con un pantalón verde chillante, su mano izquierda estaba posada en el marco de la puerta y en la derecha traía una caja de dudoso contenido.

Ambos se miraban a los ojos sin decir ninguna palabra, solo fue cuestión de segundos para que Jonghyun recordara todo lo que le había dicho Key hace un mes.

—¿Qué quieres?

A Key no le sorprendía la frialdad con la que lo estaba tratando, de cierto modo le estaba doliendo, no quería que el moreno siguiera siendo así con él.

Estaba dispuesto a todo por enmendar sus errores y si lo que necesitaba era olvidar por completo su orgullo…, que así sea.

—Quiero que hablemos.

—Creo que ya hablamos mucho, ¿no crees?

—No… no lo creo

—Pues yo si —dijo cerrándole la puerta en la cara, le había sido imposible cerrarla por completo puesto que Key había interpuesto su pie y mano.

—Lastima… pues no me iré de aquí sin antes hablar contigo.

—Tú dijiste justo lo necesario hace un mes en la cafetería.

—No es cierto, no lo he dicho todo. Así que… tú decides, o hablamos ahora o me quedare afuera de tu casa gritando como una banshee que yo me acuesto contigo.

A Jonghyun no le había quedado otra opción más que apartarse de la puerta, en realidad si creía capaz a Key de gritar por todo el vecindario que se había acostado con él. Y lo que menos quería era armar otra escena.

Key sonrió victorioso al ver que su plan iba marchando a la perfección, solo tenía que ser paciente y decir las palabras exactas para después decirle al moreno la verdadera razón por la que él estaba ahí.

Entro directo a la sala de estar después de que Jonghyun cerrara la puerta tras de él. Escuchó como este gruñía levemente, pero no le importó le iba a decir unas cuantas verdades en ese momento.

—¿Y bien?... Que es lo que tienes que decirme.

—Ni siquiera un… hola como estas, como te ha ido.

—Ve al grano.

Key soltó un suspiro.

—Escúchame bien porque esto solo lo diré una vez —Tomó una larga bocanada de aire—. Yo… lamento haberte dicho todas esas cosas, enserio, pe…

—¿Lo lamentas? —dijo en tono de burla —no crees que debe…

—Por favor, déjame terminar… no me interrumpas, solo… hasta que yo termine.

A Jonghyun no le quedo de otra más que cruzarse de brazos y escuchar todo lo que tendría que decirle.

—Lamento haber mal entendido las cosas, todo lo que ocurrió, todo lo que te dije… lo siento en verdad —al ver que Jonghyun no lo interrumpía continuo —Yo no tuve que haber desconfiado de ti, debí ver que tu no eras como él.

Jonghyun no entendía, porque después de todo lo que le dijo le viene a pedir perdón ahora, y quien demonios era “él”.
Al ver la cara confusa de Jonghyun no tuvo más opción que contarle lo sucedido hace 2 años.

—Hace 2 años, yo conocí a alguien en la universidad… su nombre era Onew, al principio solo hablábamos poco, no nos frecuentábamos mucho hasta que un día de camino a mi casa vi a Onew hablando con la pandilla de un tonto llamado Kang In, como no nos hablábamos mucho no le tome importancia y seguí mi camino.

>>Al cabo de un mes Onew y yo nos hacíamos cada vez más amigos, hasta que un día me dijo que estaba enamorado de mí, como no sabía lo que sentía en ese entonces simplemente le dije que lo pensaría. Paso una semana en la que no nos hablamos mucho, justo cuando era fin de semana le dije que me gustaría intentarlo, quería saber que se sentía poder estar con alguien, que se sentía querer y ser querido, antes de él yo no había estado con nadie. Cuando le dije eso permití que me besara y a partir de ahí empezamos a salir como novios.

>>Llevábamos tres meses de salir como novios, yo estaba feliz, por fin había encontrado a alguien que me comprendiera, mis padres me habían abandonado en un orfanato cuando tenía 9 años —le respondió a la mirada de Jonghyun.
En esos momentos los ojos de Key estaban muy cerca de desbordar cristalinas lágrimas. Camino unos momentos para sentarse en el sillón más cercano. Jonghyun que había estado al pendiente de todo lo que le decía se fue a sentar junto a él sin decir ni una sola palabra.
Soltando un suspiro —Durante toda la semana antes de cumplir nuestro cuarto mes, él había sido indiferente conmigo, me extrañaba su actitud pero pensé que eran simples problemas familiares, todo era de maravilla… hasta ese día.

>>Yo iba pasando frente a la casa de Onew, le quería dar una sorpresa cumplíamos cuatro meses de novios, yo tenía una copia de la llave de su apartamento como él tenía una del mío, no lo había encontrado en la sala así que, me dirigí a su habitación, pero… antes de entrar escuche sonidos, abrí lentamente la puerta, no podía creer lo que estaba viendo. Él la persona que creí amar me estaba engañando con Ryeowook un compañero del salón. Pero mi dolor llego al máximo al escuchar lo que estaban diciendo mientras se besaban salvajemente.

—Aahh Onew cuando… cuando dejaras al… Ahh… estúpido de Ke-Key.

—Mmm No desesperes Wookie… so-solo estoy esperando… ahh, a que se cumpla el… el plazo de los cinco meses que interpuse con… con Kang In. Después de eso… me dará mi dinero, y lo… Ahhh, lo botare.

—Más… más te vale Onew, no creo po… poder aguantar mucho más sin ti, y… ver como ese idiota te besa… Aaahhh.

— So…solo se paciente…mmm.

Pararon todo movimiento al escuchar algo caerse, giraron y vieron a Key llorando y temblando, justo en el sueño se encontraba un pastel hecho trizas solo se alcanzaba a ver en la cubierta “felices cuatro meses… te amo”.

Ambos se separaron rápidamente para ponerse sus camisas. Key no sabía qué hacer, sentía un remolino de sentimientos en su interior dolor, rabia, tristeza… y la lista continuaba, salió de sus pensamientos al escuchar su nombre salir temblorosamente de Onew.

—Ke-Key… no es lo que parece… ¡¡Key!! —Pero ya era tarde Key había salido corriendo.

>>Corrí mucho, por el siguiente mes fui como un zombi, no dormía, no comía, me había cambiado de turno al día siguiente, cambie el cerrojo de mi casa, puesto que Onew nunca me regreso la copia, iba a mi departamento todos los días desde entonces gritando que lo sentía, que si me amaba pero yo sabía que eran mentiras, puesto que como yo iba a la escuela en otro turno él pensó que me había cambiado de escuela… y así fue dos semanas después me cambie de casa y de carrera.

>>A partir de eso, cambie mucho me volví una persona más fría, me metía con cualquiera… total, era solo sexo.

A esa altura Key tenía las mejillas húmedas por las lágrimas y la cabeza mirando hacia el suelo. Jonghyun no podía creer lo que le había pasado, le daban unas ganas tremendas por buscar a ese tal Onew y partirle la cara, ahora entendía por qué el pelirrojo se había puesto así al verlo con Minho.

El moreno tan solo se acercó al pelirrojo y lo en un abrazo de posesividad y protección. Este al terminar de contar su historia se había llevado las manos al rostro para cubrirlo y tratar de limpiar en vano sus lágrimas.

—Lo siento… lo siento tanto —Al sentir los brazos de Jonghyun alrededor de él se sintió protegido, era increíble porque ni con Kibum se había sentido así.

—Shhhh, calma hyung

—Perdóname… por favor perdóname.

—Shhhh, te perdono hyung… te perdono.

Permanecieron abrazados durante quince minutos hasta que los sollozos del mayor cesaron, se separaron lentamente del abrazo, quedándose perdidos en la mirada del otro, se iban acercando inconscientemente, hasta que sus labios dieron un sublime rose. Separándose solo unos centímetros, sintiendo la respiración del otro.

—Enséñame a amar otra vez Jonghyun.

—Eso hare hyung.

—Solo… no me lastimes. —dijo volviendo a unir sus labios.

—Nunca lo haría —murmuro el moreno entre el beso.

El beso cada vez se iba tornando cada vez más apasionado, ambas lenguas luchaban por obtener el poder, pero no paso mucho tiempo hasta que el pelirrojo se rindiera dejándole así el mando al moreno, quien no desaprovecho la oportunidad para recostarlo en el sofá.

Las caricias eran tan apasionadas como delicadas, como si estuviera tratándose con una diva, el pelirrojo podía sentir ahora el amor con el que estaba siendo tratado.

Jonghyun pasó de saborear la boca de su diva a succionar su níveo cuello. La temperatura en esa habitación iba en aumento, así como los ligeros suspiros y gemidos que comenzaban a oírse.

El moreno agarro al pelirrojo que se encontraba recostado en el sofá, para sentarlo sobre sus piernas, mientras volvía a atacar su cuello cual vampiro. Key solo podía soltar suspiros y uno que otro gemido que salía cuando el moreno mordía su piel.

Jonghyun agarro al pelirrojo por debajo de las piernas, iba caminando con Key entre besos y caricias hacia su habitación.
Key al sentir como el moreno lo levantaba tomo rápidamente la caja que había traído de la mesa enana de la sala, mientras que su mano izquierda cargaba el objeto la derecha estaba ocupada sujetando fuertemente la nuca de Jonghyun para así mantenerlo unido a él en un fogoso beso.

Jonghyun en esos momentos lamentaba tener tantos muebles puesto que se le hacía más difícil maniobrar para llegar al fin a su habitación. Aun así eso no impedía que devorara pasionalmente la boca y cuello de Key.

En unos momentos del pasillo el moreno no aguanto más y empotro al pelirrojo contra la pared para seguirlo acariciando sobre la ropa sin importarle que aún no estuvieran en la habitación.

—Tra…Tranquilo Jonghyunie, te…tenemos tiempo de sobra.

—No… creo poder… aguantas más hy…hyung.

— Pues… aguanta, hasta llegar… a la habitación. —dijo mordiendo fuertemente el cuello de Jonghyun, sacándole un gemido de frustración.

Lamentablemente Key tenía razón no podían hacerlo en pleno pasillo por mucho que él quisiera, no era la imagen que él quería dar la primera vez que harían el amor. Porque si, esta vez harían el amor no sería simple sexo, quería transmitir todos sus sentimientos a través de ese acto tan puro… aunque en el modo en que ellos lo harían no lo fuera tanto.

El moreno hizo acoplo de toda su fuerza de voluntad y logro entrar con su hyung a su habitación, inmediatamente después de cerrar la puerta de su habitación, Key lanzo el paquete que tenía a alguna parte de la habitación.

Jonghyun se acercó trastabillando hacia la cama aun con el pelirrojo en brazos, quien no dejaba de besarle toda su cara y cuello, no desaprovechando la oportunidad de dejarle alguna marca.

Lo deposito con suma delicadeza sobre la cama, mientras lo besaba con amor y pasión desenfrenada.

—Quiero… hacerte mío.

—Pues, no te… detengas.

Jonghyun se alejó unos centímetros de Key para verlo directamente a esos ojos. Esos ojos que lo miraban con amor, lujuria, deseo, pasión…

—Quiero hacerte mío, con todas las de la ley. —Key lo miraba sin comprender. —Quiero poder decir que eres mío, y que yo soy tuyo.

—Tú nunca dejaste de pertenecerme — mientras acariciaba su rostro — desde la primera vez... que me hiciste tuyo, tu inconscientemente también me perteneciste.

Jonghyun estaba muy feliz, el también tenia ese sentimiento de pertenecía hacia con él.

—¿Quieres ser mi novio? — dijo mientras se acercaba a escasos centímetros de sus labios.

—Creo que eso había quedado más que claro desde el primero momento en que puse un pie aquí... ¿no crees?

Para Jonghyun esas palabras fueron las mejores palabras que había escuchado en su vida. No pudo reprimir la emoción y comenzó a besarlo con desenfreno.

Key paso sus manos por detrás del cuello de Jonghyun, mientras respondía el beso de la misma manera, mientras sus piernas las enroscaba alrededor de la cadera del moreno haciendo que sus hombrías se rosaran causando suspiros cargados de deseo en ambos.

Jonghyun cuando sintió que el mayo rodeaba su cadera con sus piernas se le ocurrió algo para desesperar a su diva, aun besándolo lentamente movió sus caderas en un movimiento de vaivén simulando la penetración.

Para Key esos movimientos se le hacían una tremenda tortura, anhelaba tener un contacto más directo con el miembro de su ahora novio, esos malditos pantalones comenzaba a odiarlos con todo el alma, pero al parecer no eran los únicos culpables porque al parecer si el objetivo de Jonghyun era desesperarlo... lo había logrado.

El moreno dejo de besar los labios de su diva sin dejar de mover sus caderas, viendo una imagen sumamente afrodisiaca, su diva con los ojos entrecerrados con las mejillas sonrosadas, y con su mano derecha sobre la boca evitando que salieran sus gemidos.

Jonghyun tomo la mano que estaba sobre la boca del pelirrojo y la retiro poniéndola junto con la otra sobre su cabeza impidiéndole algún movimiento.

El pelirrojo no pudo hacer más que aguantarse los gemidos mordiéndose los labios, el ritmo que había interpuesto el moreno estaba yendo en aumento.

—Gime para mi... mi diva —dijo eso ultimo susurrándoselo en el odio, para después morderle el lóbulo de la oreja.

Key ante esas últimas palabras no pudo evitar dejar de morderse los labios y dejar escapar los gemidos que Jonghyun tanto anhelaba escuchar.

Durante un corto tiempo Jonghyun continuo con los movimientos que desesperaban a Key pero eso no evito que al final terminara corriéndose en los pantalones soltando un gemido mezclado entre frustración y alivio, dejando ver al moreno esa cara de satisfacción total.

Por otro lado Jonghyun había terminado si... pero con una terrible erección que necesitaba urgentemente atención.

Key al ver el estado de su moreno, logro zafarse del agarre que este mantenía sobre sus manos, cambio rápidamente los lugares con el moreno quedando el pelirrojo arriba. A Jonghyun no le había dado tiempo de reaccionar cuando ya tenía al pelirrojo arriba de él devorando sus labios. Los besos que le daba el pelirrojo nunca perdían su sabor, una combinación entre miel y fresa.

El pelirrojo fue bajando sus besos hasta el cuello del moreno donde mordió con fuerza sacándole un ronco gemido.

—Diva... no me dejes marcas.

—Eres mío ahora... atente a las consecuencias... todo el mundo debe darse cuenta... de que eres completamente mío ahora.

Key comenzó a quitarle la camisa lentamente mientras le daba una mirada lésbica al moreno quien solo atino a morderse los labios.

Cuando abrió totalmente la camisa comenzó a lamber toda la piel expuesta deteniéndose en los pezones del moreno quien solo soltaba gemidos de placer y desesperación, su erección comenzaba a molestarle de sobre manera.

—Ke...Key... por favor.

—Aún no Jonghyunie... todavía falta mucho por hacer.
Ante eso último Jonghyun soltó un gemido de frustración al no verse su petición cumplida.

Key ante eso sonrió ladinamente mientras mordía los pezones Jonghyun al verlo desesperado porque no le prestara atención. Jonghyun estaba por mover al pelirrojo hacia su miembro cuando la voz de Key lo corto.

—Si lo haces, te dejo con la ganas. —Jonghyun no tuvo opción más que bajar sus manos hacia los costados.

—Ke-Key... por... por favor.

Key al ver la desesperación del moreno decidió darle un poco de atención, dejó los pezones de Jonghyun para bajar hacia su ombligo donde metió su lengua un par de veces mientras escuchaba los jadeos que Jonghyun soltaba, se levanto un poco viendo lo que para él sería un deleite ver todos los días, Jonghyun con los ojos cerrados fuertemente, con las mejillas sonrosadas y la boca abierta soltando sonoros jadeos.

Dirigió sus manos hacia el pantalón del moreno desabrochándolo para finalmente deshacerse de ellos, vio con fingida sorpresa el bulto que se encontraba dentro de los bóxers del moreno.

Humedeció con su lengua el bóxer de Jonghyun, escuchando como este soltaba un sonoro gemido.

—Ke... ¡¡Key!!

El pelirrojo estuvo durante un rato recorriendo con su lengua el miembro del moreno sobre la tela, chupando sobre ella de vez en cuando la punta del miembro que ya se hacía notar, hasta que un gemido más fuerte que los demás le dio a entender que Jonghyun se había venido.

Key vio que Jonghyun aún estaba en los efectos del post-orgasmo por lo que aprovecho para ir hacia la caja que había traído. El pelirrojo al tener el objeto en sus manos volvió a sentarse en las piernas del moreno quien al parecer ya había salido de los efectos del post-orgasmo y lo miraba con curiosidad.

El moreno vio como Key le quitaba sus bóxers lentamente bajo su atenta mirada. No pudo evitar llevar su cabeza a la almohada y arquear su espalda al sentir las manos de su diva en su miembro, masturbándolo rápidamente.

Rella vio con lujuria como el miembro de su novio se levantaba fervientemente bajo sus caricias. Paro toda acción intenta la atenta y desesperada mirada de Jonghyun, mientras agarraba el sobre de cajeta que había traído y derramaba una generosa cantidad sobre el miembro erguido de Jonghyun, causando en este un gemido al sentir la fría sustancia en su pene.

Key comenzó a lamber toda la extensión del miembro saboreando cada espacio, podía sentir el sabor entre salado y dulce, el sabor entre el semen de Jonghyun y la cajeta era sumamente delicioso, estaba seguro que nunca en su vida podría cansarse de ese sabor tan peculiar.

Jonghyun cansado de recibir y no poder dar, volteo rápidamente a Key quedando el nuevamente arriba.

—En tu boca no es el lugar en donde quiero terminar diva.
Key sonrió mientras volvió a besar salvajemente a su moreno, sintiendo como este le arrancaba rápidamente su camiseta. Comenzó a gemir entre el beso al sentir como Jonghyun le apretaba sus pezones.

Estuvieron besándose durante unos segundos hasta que la falta de aire los obligó a separarse. El moreno comenzó a lamber el blanquecino cuello del pelirrojo mordiendo, succionando y lambiendo, dejando como resultado varias marcas que permanecerían durante varias semanas. Mientras una de sus manos se dirigía hacia el pantalón de su diva quitándolo lentamente.

Después de marcar el cuello de él, dirigió su boca hacia esos rosados pezones que se veían a simple vista duros de tanto haberlos pellizcado. Key no podía hacer nada más que gemir puesto que sus manos habían sido sujetadas por el cinturón de Jonghyun hacia la cabecera de la cama.

Cuando los pezones del pelirrojo estuvieron los suficientemente duros, el moreno siguió un camino de besos hacia el vientre de su diva. Quito el bóxer del pelirrojo ante la atenta mirada de este.

—Si...Jonghyun.

—¿Que pasa diva?

—Qui...Quiero sentirte... dentro.

—Pronto diva... pronto.

Recorrió con dulces besos el miembro de su pelirrojo, escuchando la dulce melodía de sus gemidos. Besando la punta fue el último de los besos para finalmente meterse toda la extensión en su boca escuchando el ronco gemido del pelirrojo al sentir su caliente boca rodear su miembro.

Al ver que su pelirrojo estaba a punto de acabar retiro el miembro de su boca viendo como este lo miraba con exasperación.

—Es momento de disfrutar al máximo cariño.

Abrió y flexiono con sus manos las piernas del pelirrojo mientras se posicionaba sobre ellas para tener un mejor ángulo de la entrada de su diva.

Estaba a punto de darle a Key tres dedos para que los lamiera cuando una idea le cruzo por la mente. Agarro el sobre de cajeta y esparció un poco de liquido sobre sus dedos.

—¿Qu-Que planeas hacer... con eso?

—Tranquilo cariño... ya verás que lo disfrutaras.

Jonghyun dirigió sus tres dedos hacia la entrada de Key metiendo lentamente uno por uno viendo las expresiones del pelirrojo al empezar a dilatarlo. Key al sentir esos dedos bailando en su interior no pudo reprimir ligeros jadeos, sentía incomodidad en su entrada puesto que eso obviamente no era lubricante natural o artificial, al contrario era una sustancia pegajosa, pero hacia las cosas más interesantes y eróticas en ese momento.

El moreno al ver que la entrada después de un rato ya se encontraba dilatada, esparció un poco de la cajeta en su miembro para facilitar el trabajo. Dirigió su miembro hacia la entrada del pelirrojo colocando la punta de su glande sobre ese orificio, antes de comenzar en acto, beso con fervor los carnosos labios de Key.

—¿Estas... listo para que te... haga el amor? —Key solamente sonrió mientras lentamente se acercaba al moreno para besarlo con amor.

—Si... Siempre estuve listo.

Podía sentir que las palabras del pelirrojo eran totalmente sinceras y eso lo estaba llenando de una felicidad y ternura infinita, el quería que ese momento no terminara nunca, ese instante en donde ambos se miraban con sentimientos infinitos.

Jonghyun comenzó a adentrarse a esa estrecha cavidad con algo de fuerza, porque la cajeta aún utilizándola como lubricante no estaba haciendo de mucha utilidad. El pelirrojo por su parte soltó un pequeño grito de dolor, y placer que lo hacía sentir el miembro de Jonghyun completamente en su interior.

El moreno al escuchar el gritillo de dolor que dio el pelirrojo supo que le estaba haciendo daño por lo que comenzó a salirse, pero sus esfuerzos fueron en vano al sentir las piernas de Key rodear fuertemente sus caderas evitando así cualquier salida.

—T...Tú te sa...sales y yo te ma...mato.

—Pero ca...cariño te estoy haciendo daño.

—Solo...n-no te muevas.

Espero pacientemente sin moverse hasta que su pelirrojo estuviera listo, lo que menos quería hacer en esos momentos era lastimarlo. Sintió como el pelirrojo movía sus caderas lentamente en señal de que ya se podía empezar, por lo que lentamente comenzó las embestidas hacia Key.

Tras un par de embestidas Key se había venido, puesto que el moreno le había hecho sexo oral antes de penetrarle, pero eso no fue impedimento para que Jonghyun continuara con sus embestidas causando que el pelirrojo volviera a excitarse.

Los gemidos, los besos, las caricias, las embestidas iban en aumento. Después de unos minutos los pequeños gemidos de dolor fueron remplazados por gemidos de puro placer.

Key sentía que no podía sentir más placer de que estaba sintiendo, pero se equivoco rotundamente al sentir como Jonghyun tocó ese punto dentro de él que le hizo mandar corrientes eléctricas por todo su cuerpo.

—Ha... Hay Si... Jonghyun... hay ... Aahhh... m-más fuerte.

—Ahhh.... Ke-Key. —Jonghyun al ver que encontró el centro de placer del pelirrojo, dirigió todas sus embestidas hacia ese lugar.

Key sólo podía retorcerse de placer, además de que Jonghyun estaba dándole en ese punto exacto, su miembro estaba siendo masturbado por ambos vientres tras las fuertes embestidas del moreno.

—Si...Jonghyun ya no... ya no puedo... me-me vengo.

—Ta-También yo... di-diva.

Y tras un par de embestidas más ambos se vinieron nuevamente, el pelirrojo por tercera vez en la noche entre sus vientres, mientras que Jonghyun se derramaba dentro de su diva marcándolo como suyo.

Ambos se encontraban con tratando de regular sus respiraciones, el moreno aún sin salir del pelirrojo, para ellos a pesar de a verse acostado por más de seis meses, era la primera vez que hacían verdaderamente el amor. Había sido una experiencia que ninguno de los dos quería darle fin.

Cuando el moreno estaba por salirse del pelirrojo este le retuvo con sus piernas.

—A...Aún no te salgas...déjame se-sentirte... un poco más.

Jonghyun ante eso sonrió para después besar lentamente al pelirrojo quién recibió gustoso el beso.

Después de un rato Jonghyun salió del pelirrojo quién dejo salir un jadeo de inconformidad al no sentir al moreno dentro de él. Agarró las sábanas que hasta ese momento habían estado tiradas en el suelo, para cubrir con ellas ambos cuerpos que después de hacer tan sublime acto de amor cayeron rendidos en los brazos de Morfeo.


A la mañana siguiente Jonghyun fue el primero en abrir sus ojos y lo que encontró fue para él lo más hermoso que había visto haciendo que una sonrisa se instalara en su cara. Su pelirrojo con los ojos cerrados señal de que todavía seguía en el mundo de los sueños, se veía tan bello, con tanta paz, nada que lo perturbara.

Se acercó lentamente y depositó un ligero beso en sus labios para no despertarlo. Se levanto cuidadosamente y se dirigió hacia el cuarto de baño tratando de no tropezar con las ropas que habían sido regadas durante la noche.

Entró al cuarto dirigiéndose al lavabo frente al espejo abriendo un poco la llave para mojarse la cara, al levantar la visto observo su cara que lucía una hermosa sonrisa, al ver más minuciosamente su imagen en el espejo noto manchas moradas por todo su cuello haciendo que su sonrisa se ensanchara aun mas.

Se metió a la regadera sintiendo las gotas de agua recorrer su cuerpo haciendo que sus músculos se relajaran, estaba absorto en sus pensamientos cuando sintió unas manos recorrer lentamente sus pectorales haciéndolo sonreír de lado.

—¿Pensabas bañarte sin mi? —El pelirrojo al ver que su moreno no estaba a su lado al despertarse decidió ir en su búsqueda, estaba por levantarse cuando un agudo dolor en su parte baja le hizo parar todo movimiento haciendo que una mueca de inconformidad apareciera en su cara, pero eso no lo detuvo por mucho tiempo para buscar a su Jonghyun en el cuarto de baño.

—No quería despertarte.

—Mala elección porque ahora tendré que castigarte por no haberlo hecho. —dijo mientras acomodaba sus brazos en el cuello del moreno y se mordía el labio inferior, dando una imagen sugerente.

—A ¿si?, y como planeas hacerlo... o más bien dicho... ¿podrás hacerlo? — espetó el moreno mientras agarraba con sus manos las caderas del pelirrojo, que al igual que él estaba como dios lo trajo al mundo.

—Tengo mis métodos —dijo Key casi rosando sus labios. El moreno ya no aguantó la tentación y terminó por unir sus labios con los del pelirrojo en un candente beso.

Al principio el moreno recorría la piel de su pelirrojo pero se detuvo al ver la mueca de inconformidad de este en su parte baja, aún así no pudo evitar que una mueca de arrogancia se asomara por su rostro al ser el causante de eso.

—De-De que te ríes. — el moreno simplemente cargo a su diva haciendo que este enroscara sus piernas alrededor de su cadera.

—Tenemos que lavar aquí no crees.—dijo Jonghyun cuando poso sus dedos en la entrada de Key sintiendo como este se tensaba al tacto.

El pelirrojo por su parte le daba algo de razón al moreno puesto que anoche como lubricante habían utilizado la cajeta haciendo que se sintiera raro y pegajoso en su parte baja.

Jonghyun no dudo un segundo más esta vez usando el agua que caía por sus cuerpos como lubricante metió dos dedos de una sola vez, escuchando el jadeo de su diva entre placer y dolor. Comenzó a mover sus dedos en forma de tijera limpiando con ellos las paredes internas del pelirrojo eliminando cualquier residuo de la cajeta.

Después de haberlo lubricado lo había penetrado lentamente para hacerle ver las estrellas nuevamente. Estuvieron cerca de una hora y media haciéndolo en la ducha, entre jadeos, gemidos y embestidas ambos llegaron al clímax.


Después de la ducha Jonghyun se dirigió con solo los pantalones puestos hacía la cocina para comenzar a hacer el desayuno. Estaba poniendo el sartén en el fuego cuando el sonido del timbre preguntándose quien podría ser.

Antes de abrir la puerta miro por el visor para darse cuenta que era su vecina. Ella no lo había dejado de acosar desde la vez en que ella había tocado la puerta y el la abrió olvidando que estaba desnudo, ahora ella cada vez que podía iba con él a coquetearle e intentar llegar más lejos que unas simples palabras.

—Hola Jojo.

—Hola Jonghyunnie. —dijo ella en tono seductor al ver a Jonghyun con solo unos pantalones dejando ver su bien formado abdomen.

—¿Se te ofrece algo?

—A... de hecho Jonghyunnie, estaba pensando que quizás quisieras no se... pasar por mi casa a cenar por eso de las siete u ocho... ¿que dices?

—Aa... veraz, yo... —Pero Jonghyun no alcanzo a terminar cuando sintió que algo o más bien alguien se le colgaba por el cuello.

—Bling... ¿porque tardas tanto?

El pelirrojo había salido de la habitación al escuchar lo que la rubia le decía a su Jonghyun. La situación no podía estar de los más divertida para Key, al ver como la rubia se quedaba boca abierta al verlo a él con solo la sábana puesta alrededor de la cintura colgado al cuello de Jonghyun lo mas melosamente posible.

A Jonghyun le encantaba la forma en que Key trataba de gritarle silenciosamente a Sunny que él le pertenecía. Amaba que su pelirrojo sintiera celos.

—Cr-Creo que... volveré en otra ocasión.

—No, no lo creo querida, no volverás aquí, no al menos que yo esté aquí. Jonghyun es mío desde ahora, te guste o no — tras esas palabras le cerró la puerta en la cara a la chica, dejándola boquiabierta.

Después de haberle cerrado la puerta en la cara a esa rubia, se giro rápidamente para estampar sus labios hacia los del moreno, quien los recibió con una sonrisa en cara.

—Mas te vale no abrirle la puerta a ella a no ser que yo este aquí, ¿me escuchaste Kim Jonghyun?.

—Perfectamente mi diva. —dijo el moreno mientras le quitaba lentamente la sábana de la cintura.

Key sonrió mientras subía sus piernas a la cintura del moreno y comenzaba a besarlo apasionadamente. Se dirigieron nuevamente a la habitación prometiendo no salir de ahí, hasta que sus cuerpos estuvieran saciados de la persona amada.

FIN