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Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
Hola ^^
De nuevo yo :3 esta vez regresando con un JongKey, debo admitir que este es uno de mis oneshotmás largos que más me ha gustado, es especial para mí y tambien al principio lo escribí pensando en un MinJoon de SS501 si soy TS x) Espero les guste, y perdón si por alli ande un nombre mal escrito x) kekek
Título: Un ángel convertido en demonio.
Género: Drama, extraño (?)
Tipo: Oneshot, Yaoi.
Pareja: JongKey.
No. Palabras: 4.809
Descripción: La curiosida y el destino juntos puede traerte muchas sorpresas, inclusive ponerte al amor de tu vida frente a tus ojos en forma de ángel. ¿Pero qué es lo que sucede cuando los humanos estropean la pureza de este? Un demonio es en lo que se convierte, el humano es tan capaz de convertir a un ser tan puro en algo tan retorcido en tan solo segundos.
Un ángel convertido en demonio.
Estaba sentado sobre una banca, de esas sin chiste que se encuentran en los parques, esperando que el día pasara como siempre. Mi vida se había tornado algo aburrida después de que terminé con mi novia, mis amigos habían decidido estudiar en diferentes universidades, diferentes lugares. Yo había logrado entrar en una escuela de Seúl, por lo cual yo era el más apartado… Estaba tan ensimismado en la escena que se formaba frente a mí con unos pequeños niños de no mas de 6 años jugando entre si, cuando de pronto observé como algo caía rápidamente del cielo, era como una luz que por unos momentos me nubló la vista. Corrí al lugar inconscientemente, para ver que era lo que había caído. Curiosidad.
Tal fue mi sorpresa al llegar y ver una persona herida en medio de un gran cráter que me quedé completamente mudo e incluso mis piernas no reaccionaban como yo deseaba. Lo único que podía pensar era una sola pregunta tan sola como estúpida en toda mi mente: ¿Era una chica o un chico?
Pude observar que tenía heridas en el rostro y en la espalda, corrí a ayudarlo cuando mis piernas por fin me respondieron; total nadie más estaba cerca. Vestía un conjunto completamente blanco, de pies a cabeza. Su rostro, a pesar de tener heridas, era hermoso. Su cabello era corto y negro... Perfecto. Me acerqué lentamente, estaba inconsciente como me lo imaginaba. Lo levanté como pude y lo llevé a mi departamento, no podía dejarlo en ese estado y mucho menos llevarlo al hospital después de haberme metido en problemas nuevamente con la policía tan solo tres noches atrás.
Lo acosté en mi cama, abarcaba más espacio de lo que imaginaba. Comencé a limpiar sus heridas, me di cuenta de algo raro al voltearlo: su camisa estaba rasgada por atrás y se podía ver como unas heridas del mismo tamaño en su espalda cicatrizaban velozmente. Sus labios eran muy tentadores, tenía un rostro perfecto. Podría jurar que estaba viendo a un ángel, pero aun seguía mi absurda pregunta ¿era un chico o una chica? Su rostro no me ayudaba en absoluto al tener rasgos tanto femeninos como masculinos, su cuerpo tampoco después de todo había chicas extremadamente planas.
Fui a la cocina por más agua y alcohol para curarlo. Cuando llegué estaba gritando al cielo apunto de aventarse por la ventana que hace unos segundos atrás estaba completamente cerrada.
-¿Esto era lo que querías? ¡¿Cómo pudiste arrebatarme mis alas?! ¡Ya veras como las recupero! –Estuvo apunto de aventarse, corrí para detenerle ya que estábamos en el 10mo piso.
-¡No lo hagas! –Lo abracé por la espalda para detenerlo.
Volteó a verme, separó mis brazos de su cuerpo y me sonrió. Sentí que el aire me faltaba y mi corazón se detenía, esa sonrisa me había paralizado. Era sumamente bella, podía ver sus dientes blancos y sus labios que resaltaban sobre su piel de porcelana. Quise decir mi nombre pero ninguna palabra salió de mi boca, estaba completamente idiotizado.
-Tú eres Kim JongHyun ¿Cierto? –Su voz era angelical, pero era la de un chico, asentí a su pregunta ni siquiera me importaba como sabía mi nombre.-Mucho gusto.
-¿E-e-ere-s un chico? -¡¿Me había puesto así por un chico?!
-Si así tú lo deseas, pero…-Su cabello creció, su cuerpo cambió por completo. Sus rasgos se volvieron más afeminados, más suaves. ¡Era una chica de pies a cabeza!
Retrocedí asustado, ¿Qué diablos era? Porque una persona no era, ¿estaba soñando? ¡Si! Eso debía ser, me pellizqué para despertarme pero solo sentí dolor. Le miré horrorizado, no estaba soñando. Él era real tanto como yo. Comencé a caminar, quería alejarme de él pero me siguió. Cada paso que yo daba hacia atrás, él lo daba hacia delante.
-No tengas miedo Jjong. –Me dijo con una voz angelical, su cuerpo volvió a ser el de antes en tan solo milésimas de segundo.
Era de nuevo un chico, mi espalda al fin chocó contra la pared. Él se acercó lo suficiente como para poder acorralarme con sus dos brazos sin dejarme escapatoria. Era más alto que yo, sus ojos eran castaños y tenían una mirada pura, indescriptible.
-No muerdo. –Su voz era como un canto de ángeles para mis oídos, estaba embobado en su rostro, con su voz.
Aún seguía esa sonrisa, que me paralizaba, surcando su rostro. De pronto un sentimiento se apoderó de mí al tenerle tan cerca: Quería besarle, quería saber más acerca de él, quería tenerlo para mí y jamás alejarme de él. Me acerqué lo suficiente como para sentir su aliento en mi rostro, para oler su fragancia y en definitiva: olía maravilloso. No pude más y por impulso lo besé, no me importaba si estaba soñando, si era chico o era chica, si era real o no, incluso si era de este mundo o incluso si era de Plutón. No me importaba nada, solo quería besarlo. Me separé de él al darme cuenta de lo que hacía, ¿Qué rayos me sucedía?
-Con ese beso lo has sellado.
-…-Me puse histérico, tenía miedo.- ¿Qué sellé?
-De ahora en adelante estaré junto a ti como chico, tú serás el que me ayudará a recuperar mis alas.
No supe que decir, sus palabras me tomaron con la defensa baja, mi mente tardó un poco en asimilar sus palabras. ¿Qué yo que…? ¿En qué me había medido?, ¿Sus alas? Ni que fuera pájaro. Salí de su encierro, corrí a la puerta y la abrí. Le grité que se fuera pero no me hizo caso, ni siquiera se movió de su lugar ni unos milímetros.
Miré de nuevo su rostro y me sorprendí al ver que sus heridas ya no estaban, ni en su rostro ni en su espalda, había sanado por completo.
Yo no era responsable de nada, solo le había ayudado por amabilidad. Sabía que lo debía de haber dejado en algún hospital, pero por no querer meterme en el rollo de la policía de nuevo quise ahorrármelo y ahora estoy pagando las consecuencias. Estaba con algo en mi casa, por que no podía decir que fuera alguien, y ese algo me estaba diciendo que yo le ayudaría a recuperar sus alas. Estaba completamente chiflado, ¿acaso en el parque me habían drogado y yo no me di cuenta? Bien, ahora yo también estaba completamente loco.
-No puedes echarme de tu vida tan fácil Jjong, me besaste y tienes que asumir tu responsabilidad. –Seguía insistiendo con aquella voz tan hermosa, ya comenzaba a acostumbrarme a ella.
-¡Ni que estuvieras esperando un hijo mío! –Estaba completamente fuera de mis casillas, ¿Cómo quería que me hiciera responsable solo por un beso? –Además tú lo provocaste al acercarte tanto a mí.
-Esos fueron tus deseos.
-¡Maldita sea! ¡Yo no desee nada!
Cerré la puerta, haciendo un ruido que de seguro se escuchó hasta el primer piso. Caminé pensando en una solución a todo esto. Bien, si yo le ayudaba a conseguir sus alas, corona, bandera lo que sea que tenía que conseguir, me dejaría en paz. No debía de ser tan difícil. Me detuve y le miré directamente a los ojos, lo miré de pies a cabeza. No estaba tan mal después de todo. Sacudí mi cabeza, ¿Qué estaba pensando? ¿Ahora era bisexual?
-Esta bien, te ayudaré solo si… -Comenzó a desvestirse.-Que diablos, ¿Qué haces?
-Solo lo que tú deseas. –Lo detuve, antes de que también se quitara el pantalón.
-No, yo no quiero eso. ¡No soy gay!
-Yo te di a elegir y decidiste que fuera chico, tus pensamientos me dicen que me deseas y yo solo cumpliré tus deseos.
¡¿WTF?! Este no era un ángel, ¡era un demonio! Era la tentación andante, si hubiera sabido lo hubiese dejado como chica.
-Dijiste que cumplirías mis deseos. Entonces vuelve a ser una chica. –Le exigí como si fuera su dueño.
-Lo siento, pero eso no lo puedo hacer sellaste el trato siendo yo un chico.
Suspiré, tendría que suprimir mis deseos sexuales si era un chico. Me senté en el sofá, tratando de restarle importancia al hecho de que un ser de otro mundo estuviera en mi departamento en estos instantes. Y sin darme cuenta en que diablos me estaba metiendo. Encendí el televisor para poder meterme en mi propio mundo pero fue en vano, su dulce voz me sacó de él cuando estaba por entrar.
-No preguntaras como puedes ayudarme.
-Para que lo hago, total me obligaras a hacerlo.
-No puedo obligarte.
-Pero si quiero que me dejes en paz lo tengo que hacer. –No pudo luchar contra mi lógica. –Bueno, ¿que diablos tengo que hacer para que te largues?
-Solo encontrar a alguna persona que amé puramente.
-Eso no es tan difícil, mira solo sal y búscate unos enamorados y ya esta.
Se echó a reír, al parecer no sería tan fácil como lo tenía pensado. Se sentó a mi lado, quizá tendré que pasar mucho tiempo a su lado de ahora en adelante. Amor… esa palabra que contenía 5 letras su significado era enorme, amor aquella palabra que tantos usan sin saber realmente que tanta importancia tiene. Aquellas cinco letras que encerraban un sentimiento enorme y difícil de explicar. Amor no era sinónimo de deseo carnal, amor puro definitivamente no iba en la definición de sexo por que esto es lo que hoy en día los jóvenes buscan, buscan solo sexo disfrazándolo de un amor inexistente de un simple enamoramiento que no duraría ni dos semanas, ni siquiera un día al obtener lo que se deseaba inconsciente o conscientemente. Si, sería una tarea extremadamente difícil pero no imposible gracias a los fieles amantes, a los corazones que daban todo a cambio pero que muchas veces no eran correspondidos, a aquellos corazones que no tardarían en romperse pero que aún así juntaban sus pedazos y se lo entregaban a la persona que los pisoteaba sin piedad alguna al tenerlos bajo su poder... Me había sumergido tanto en mis pensamientos hasta que uno vino a mi cabeza de repente entre tantas divagaciones, una pregunta que no le había hecho al chico en el poco tiempo que llevaba de conocerlo.
-¿Tienes nombre? –Solté al instante, negó con la cabeza. –Ummm entonces te llamaré Key.
-Hey, ese no es un nombre.No soy una herramienta. –Infló los cachetes en forma de berrinche, yo reí por su actitud tan infantil.
-Kim KiBum. –Dije sin pensar, las palabras fluyeron libremente de mi boca como si alguien más decidiera por mí, como si ese nombre ya se le había asignado al ser que estaba frente a mí.
Asintió rápidamente, le iba de maravilla. Platicamos el resto del día y estuvimos de acuerdo en lo que tendría que hacer de ahora en adelante, tenía que ayudarme con los gastos de la casa y asistir a la misma escuela que yo. Esto último le sería muy difícil de realizar debido a que solo aceptaban a gente con excelencia si querían entrar en medio de los cursos. Para mi suerte, o desgracia, lo aceptaron en seguida su mente era sumamente increíble. No dudaron ni un segundo en aceptarlo, incluso pudo elegir el salón al que quería asistir y aun que insistieron en meterlo en la mejor clase él eligió la mía como era de esperarse.
Cuando lo vi entrar por la puerta, los celos me invadieron. Todas las miradas estaban puestas en él, las chicas empezaron a gritar e incluso los chicos; después de todo su belleza era difícil de ignorar, se presentó ante la clase con el nombre que le había puesto y con una sonrisa hermosa corrió hacia mí haciendo que los gritos se convirtieran en amenazas y palabras de desilusión. Sonreí satisfecho al ver que todos sabían que él era mío y de nadie más, no se acercarían a él si no querían meterse en problemas conmigo. Key al parecer no se dio cuenta de esto y con su sonrisa ingenua se sentó a mi lado, dándome un pequeño beso en la mejilla…
Los días pasaron de igual forma o eso creí, íbamos juntos a la escuela e incluso comenzaron a rondar rumores sobre nuestra relación. Yo trataba de no tomarle mucha importancia y concentrarme en lo que tenía que buscar para deshacerme de él. Pero conforme el tiempo pasaba su presencia ya era normal en mí, poco a poco comenzó a tomar una personalidad, una personalidad más humana: su propia personalidad. Era más vanidoso e incluso egoísta algunas veces, en algunos momentos su personalidad me hacia distanciarme de él pero por alguna extraña razón esto me incitaba a no dejarlo ir fácilmente de mi lado; mi vida estaba llena de sorpresas diariamente gracias a su presencia y forma de ser. Nos habíamos metido en muchos problemas debido a nuestra “misión” aunque pasado el mes eso se me empezaba a olvidar y tomaba a Key como una persona más, alguien sumamente importante en mi vida diaria. Él ya no mencionaba tanto ello y se limitaba a vivir junto a mí las cosas que jamás hubiera podido disfrutar de no haber perdido sus alas.
Las chicas se derretían ante él, más de lo que alguna vez lo hicieron por mí pero esto no me importaba por que yo sabía que él era inocente, inexperto cuando se trataba del amor estudiantil, de las revoluciones de las hormonas humanas. Eso pensé hasta que un día lo vi besándose con una chica, esto hizo que mi sangre hirviera y mis sentidos se nublaran por completo; caminé con pasos gigantescos hacia los dos. Les separé bruscamente, la chica me miró horrorizada y salió corriendo antes de que yo pudiese hacerle algo. Key me miró con su sonrisa ya tan característica de él y con su mirada felina.
-Solo estaba jugando, quería saber que se sentía besar a una chica. –Su voz ya no tan angelical sino con un toque de arrogancia no pudo calmarme como otras veces lo haría.
Estuve a punto de gritarle pero como siempre me detuvo con un beso, esos besos que se estaban convirtiendo en mi droga, esos que cada noche me daba diciendo que el trato tenía que ser renovado, diciendo que yo se lo pedía a gritos en mi interior, aquellos que me tenían total y absolutamente embobado en este chico con cara de ángel pero con personalidad de demonio. Quise profundizar ese beso a pesar de saber que estábamos en la escuela, quería más de él como siempre pero él no me lo daba en los momentos que más lo necesitaba sino solo cuando él lo quería, quería conocerlo por completo hacerlo mío para siempre, quería que supiera que solo a mí me pertenecía que podía dar todo por él, que el que fuera un chico/ángel no me importaba. Se había vuelto mi todo, el centro de mi universo. Se separó de mí al faltarnos el aire y acercándose a mi oído susurró de la manera más sensual que nunca había escuchado provenir de él.
–Pero sabes, me gusta más besarte a ti. –Mordió mi lóbulo y yo mi labio.
Se alejó, yo solo pude caer al suelo de rodillas. Se suponía que estaba enfadado con él pero solo con ese beso, con esa acción hizo que el enojo, los celos se esfumaran por completo y tenerme bajo su merced. ¿Qué fue de aquel ser angelical? ¿Qué le había pasado a la inocencia que alguna vez tuvo? ¿Qué había hecho con él en un mes? O más bien, ¿Qué había hecho ÉL conmigo? No tenía respuesta para ninguna de estas preguntas ni para las miles que se formaban en mi cabeza cada vez que le veía, cada vez que le recordaba. El chico que me prometió que cumpliría todos mis deseos, se había esfumado por completo ya no hacía nada de lo que yo deseaba sino que YO hacia todo lo que él quería, jugaba a su antojo con todo mi ser pero eso no me importaba en absoluto. Me gustaba, porque así sabía que era una pieza importante para él por que me necesitaba y no tendría a nadie más para hacerlo y deshacerlo a su antojo. De un tiempo acá, mi vida comenzó a girar en torno a él a pesar de saber que algún día se iría que tendría que dejarlo volver al lugar al que pertenecía, por que cada noche después de nuestras actos y besos desenfrenados, después de que nuestros cuerpos dejaban de ser solo uno para volver a ser dos individuos completamente diferentes me recordaba que su lugar no era a mi lado que cualquier día podría ya no aparecer a mi lado desnudo durmiendo plácidamente. Por que su rostro me lo recordaba, él era un ángel y tenía que volver, por eso estaba a mi lado no había ninguna razón que no fuera recuperar sus alas a través de mí, de un simple humano que estaba enamorado de él, que daría su vida si fuese necesario para hacerlo feliz. Por ello adoraba las noches, por que era cuando podía hacerlo mío, posaba su total atención en mí y en nadie más. Las mañanas se convertían en un martirio para mí después de oírlo gritar mi nombre pidiéndome más horas antes, ya que al llegar la mañana después de vestirse yo era un completo cero a la izquierda para él. Su juguete personal, el cual solo deseaba usar por las noches, el cual cobraba vida propia como si fuese un animal que era encerrado por las mañanas y lo dejaba salir solo por las noches, eso era para él un pequeño juguete, un animal salvaje domesticado solo para él.
Los celos, desde ese día, comenzaron a ser más evidentes y sus acciones eran aún peores. Yo solo fingía no saber nada, solo dejaba que mi corazón sufriese cada vez que escuchaba, a través de otros labios, que era lo que hacia a mis espaldas y algunas veces frente a mí sin que le importara mucho. Yo solo era el idiota enamorado que lo hacía como deseaba por que de aquel Kim JongHyun rebelde, sarcástico, que imponía respeto o miedo ya no quedaba nada, KiBum se había encargado de desaparecerlo en un lapso de tiempo tan corto. El buscar sus alas, lo que nos había hecho permanecer juntos durante tanto tiempo ya no importaba, para ninguno de los dos. KiBum se había acostumbrado a ser humano, o eso aparentaba, para mí el que Key fuera humano ya no sabía si era lo correcto o no. Por una parte deseaba que lo fuera pero por otra deseaba que regresara por donde llegó y se llevara todo sentimiento con él, ya no quería sufrir de la manera en que lo hacia pero tampoco quería perderlo para siempre.
A pesar de todo lo que me hacia, que arrastrara mi orgullo por todo el piso, que me pisoteara, seguía a su lado por que simplemente lo amaba, le había entregado mi corazón aun que me lo devolviera convertido en pedazos volvía a repararlo y se lo daba de vuelta por la simple razón de que ya no me pertenecía. Mi amor se estaba convirtiendo en algo enfermizo, ya no tenía salida alguna había caído en sus redes por completo.
Ya habían pasado los 12 meses que completarían un año desde que lo encontré herido sobre aquel cráter, un año desde que mi vida ya no era la misma, un año en el cual habían sucedido tantas cosas que deseaba no haberlas vivido, mi vida estaba completamente a merced de él, ya no tenía caso ni salir sino era a su lado.
-Jjong, saldré no se si volveré para la noche. –Había dicho, yo solo le miré sin saber que decir después de todo no era la primera vez que lo hacia.
Caminé junto a él hasta el primer piso, estaba por cruzar la calle cuando escuché un auto venir a una velocidad extrema. Miré a Key, el cual no se percató de esto y antes de que ese monstruo de cuatro ruedas lo tocara yo le aventé quedando en su lugar. No sentí el golpe del auto, solo sentí hasta que mi cuerpo cayó al frío suelo. Mi cuerpo estaba anestesiado debido al impacto, lo único que sentía era como mis parpados comenzaban a cerrarse lentamente. Escuché el sonido de un grito sordo, un grito proveniente de aquellas cuerdas bocales perfectas, de aquel chico por el cual estaba dando mi vida a cambio. En segundos, se acercó a mí y me sostuvo en sus brazos. Tenía lágrimas en sus ojos cafés, esos hermosos ojos que no podía ver bien debido a que las lágrimas me lo impedían. Sonreí y con las pocas fuerzas que me quedaban acaricié su rostro suave como siempre, tenía maquillaje en su rostro pero esto hacia que resaltara aún más su belleza indescriptible.
-¿Por qué lo hiciste Jjong? ¿Por qué? –Me pidió una respuesta y aun que el aire ya no podía colarse hasta mis pulmones con facilidad se la di.
-No sé en que momento sucedió pero te amo, esa es mi única respuesta Diva estúpida. –Traté de sonreír, no me gustaba verlo con un semblante tan triste, un hilito de sangre salió de mis labios.
Abrió sus ojos como plato, de repente comenzó a brillar de sobre manera. En su espalda comenzaron a dibujarse un par de alas blancas, unas hermosas alas, él no podía decir nada, escuché el sonido de una ambulancia llegar. Su rostro lentamente estaba desapareciendo de mi vista, mis parpados se cerraron por completo no sin antes ver como aquel ser alado desaparecía por completo con una cara de arrepentimiento, de tristeza...
Sentí como el aire entraba rápidamente a mi cuerpo, como se colaba nuevamente hasta mis pulmones con aquella facilidad de siempre, traté de abrir los ojos pero la luz que se colaba por la ventana hizo que los cerrara de nuevo. Los abrí lentamente, hasta que mis ojos se acostumbraron de nuevo a aquella luz que provenía del astro gigante que estaba en el cielo. Miré a mis amigos e incluso a mis padres allí, traté de levantarme pero un dolor enorme se apoderó de todo mi cuerpo. Las imágenes del día anterior se colaron en mi mente, pero aún no sabía la razón del porque me había aventado a empujar algo que no había en la calle. ¿Me quise suicidar? ¿O que diablos estaba imaginando proteger? La imagen de un chico se apoderó de mi mente por completo, ¿Quién era ese muchacho tan hermoso? A mi dolor físico se agregó un dolor de cabeza, el tratar de recordar quien era ese tipo el dolor aumentaba.
-No te esfuerces Jong. –Me dijo Onew, el mayor de mis 3 amigos el cual me sorprendía que estuviera aquí debido a que era uno de los que estudiaba más lejos de la capital.
-¿Cuántos días duré inconsciente? –Pregunté al calcular cuanto tiempo podrían haber tardado en llegar todos.
-Casi una semana. –Esa fue la voz de mi madre, estaba feliz de que despertara. –Hijo llegamos a pensar que no volverías a recuperar la consciencia.
Abrí mis ojos, ¿Tanto tiempo? ¿Tan grave había estado?, entonces debí de haber estado al borde de la muerte. De nuevo, aquel muchacho se coló a mi mente pero esta vez detrás de él un par de alas blancas comenzaban a aparecer ¿un ángel? ¿Qué era lo que había estado viendo en la televisión? Traté de sacarlo de mi mente, el dolor de cabeza estaba aumentando. Solté un pequeño grito de dolor, para volver a caer inconsciente.
Podía ver mi cuerpo acostado en aquella cama blanca de hospital, mis amigos y mis padres estaban con semblantes tristes, deprimidos. Una fuerza estaba arrastrándome hacia arriba, era el cielo. El paraíso. Todo era blanco, reinaba una paz que aunque no podía ver, se sentía. De pronto, frente a mí aquel chico de piel de porcelana con cara de ángel, corre hacia mí pero algo se lo impide; unas cadenas lo tienen aprisionado. Puedo leer sus labios, “Lo siento, Jjong.”, lo miro desconcertado ¿acaso lo conozco? Lágrimas comienzan a salir de sus ojos avellanas, no sé por qué esto hace que mi corazón duela. Camino hacia él, acaricio su rostro: tan suave como se ve desde lejos. Cierra los ojos ante mi caricia, llego a sus labios y por alguna razón no resisto la tentación y lo beso. Imágenes donde estoy junto a él se cuelan en mi mente a una velocidad que me causa un pequeño mareo. Era él, mi KeyBum, mi ángel caído convertido en demonio. Cierro de nuevo los ojos, cuando los abro me encuentro alejado de él. Estoy hasta el fondo, Key esta frente a una persona que no alcanzo a distinguir; están hablando sobre algo, apenas puedo escuchar lo que dicen.
-KiBum, sabes que perderías tus alas para siempre. –Escucho que dice aquel ser sin identidad.
-…-Key se arrodilla. –Lo sé, pero no me importaría perderlas si a cambio él vive.
-No puedes intercambiar tus alas por la vida de un humano, que al final de cuentas morirá algún día. –Sus palabras hacen que Key levante la cabeza.
Su semblante demuestra demasiado dolor, quiero correr hacia él pero mis piernas no responden como si yo fuera un simple espectador el cual no puede hacer nada más que mirar y sufrir junto al personaje. La charla sigue, yo agudizo mi oído para poder escucharla pero no puedo escuchar lo que el ser le dice, Key abre los ojos sorprendido un sentimiento de miedo, temor y decisión se apoderan de él.
-Esta bien, cedo mi libertad. Yo seré su ángel guardián por el resto de sus días, el día en que su final llegué…-Se detuvo y tragó un poco de saliva, al parecer las palabras no podían salir de sus labios tan fácilmente.- Iré al infierno.
-Ese será tu castigo si así tú lo decides. Recuerda que él olvidará por completo todo lo que pasaron juntos, sus recuerdos serán reemplazados por otros y tú tendrás que llevar por siempre la carga de lo que alguna vez llegaron a ser.
-No hay ningún problema por mí, así será más fácil para él y… para mí.
Quedé paralizado, las cadenas desaparecieron del cuerpo de mi amado. Volteó hacia mí con una sonrisa radiante, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin poder evitarlo. Mis ojos se cerraron fuertemente, aquella sonrisa y aquellos ojos llenos de dolor fueron lo último que vi antes de volver al mundo real.
Las voces de mis padres, las de mis amigos comenzaron a retumbar en mis oídos. Abrí los ojos, nuevamente frente a mí estaban todos. Mi cuerpo ya no dolía tanto como en un principio. Sentía como si alguien se hubiera apoderado de mis recuerdos de repente y hubiese jugado con ellos, me llevé las manos a la cabeza.
-¿Te encuentras bien Jong? –Esa era la voz MinHo, lo miré a los ojos y sonreí.
-Creo que si, siento como si me hubiesen quitado algo que aprisionaba mi corazón. Como si la libertad me fuese devuelta.
Todos me miraron con cara de no entender, miraron a Onew y este solo atino a decir: “No me miren a mí, yo no lo dejé entrar a mi mundo”. Todos nos echamos a reír ante su comentario. Miré hacia la ventana, el sol se estaba poniendo, no supe la razón pero quise salir. Mis amigos me ayudaron a hacerlo, ya que mi cuerpo estaba lo suficientemente maltratado como para no poder caminar tuve que usar una silla de ruedas.
Sentí una brisa cálida en mi rostro al instante, como si alguien me abrazara y me revolviera los cabellos. Una voz angelical me pareció escuchar cercas de mi oído, acariciándome con su aliento.
-Adiós Jjong. –Volteé hacia mis amigos, de seguro había sido TaeMin.
-¿Dijiste algo Minnie?
-No, ¿Por qué?
-No por nada, solo me pareció haberte escuchado decir algo.
-Y yo soy el raro, hey Jong no trates de quitarme mi puesto. –Ese Onew siempre haciendo comentarios fuera de lugar.
Un ataque de risa se apoderó de nosotros, sentía como si hace tiempo la felicidad me había sido arrebatada y gracias a este accidente me fue devuelta, pero algo me faltaba. No sabía que, pero el solo hecho de llevar mis manos a mi corazón se sentía como si algo o alguien no estuviera a mi alrededor. Traté de no darle importancia, me volteé a ver a mis amigos que comenzaban a mirarme con una cara medio maniática. Sabía lo que harían, le di rápidamente a mi silla de ruedas para que avanzara pero MinHo me alcanzó y comenzó a darle más aprisa: una carrera por ver quién me sacaba a volar de ella primero… Quizás, solo quizás mis neuronas no habían quedado bien. Si, eso debía ser: Ahora, a disfrutar del momento que el hecho de haber sobrevivido a un accidente mortal no se da todos los días…
De nuevo yo :3 esta vez regresando con un JongKey, debo admitir que este es uno de mis oneshot
Título: Un ángel convertido en demonio.
Género: Drama, extraño (?)
Tipo: Oneshot, Yaoi.
Pareja: JongKey.
No. Palabras: 4.809
Descripción: La curiosida y el destino juntos puede traerte muchas sorpresas, inclusive ponerte al amor de tu vida frente a tus ojos en forma de ángel. ¿Pero qué es lo que sucede cuando los humanos estropean la pureza de este? Un demonio es en lo que se convierte, el humano es tan capaz de convertir a un ser tan puro en algo tan retorcido en tan solo segundos.
Un ángel convertido en demonio.
Estaba sentado sobre una banca, de esas sin chiste que se encuentran en los parques, esperando que el día pasara como siempre. Mi vida se había tornado algo aburrida después de que terminé con mi novia, mis amigos habían decidido estudiar en diferentes universidades, diferentes lugares. Yo había logrado entrar en una escuela de Seúl, por lo cual yo era el más apartado… Estaba tan ensimismado en la escena que se formaba frente a mí con unos pequeños niños de no mas de 6 años jugando entre si, cuando de pronto observé como algo caía rápidamente del cielo, era como una luz que por unos momentos me nubló la vista. Corrí al lugar inconscientemente, para ver que era lo que había caído. Curiosidad.
Tal fue mi sorpresa al llegar y ver una persona herida en medio de un gran cráter que me quedé completamente mudo e incluso mis piernas no reaccionaban como yo deseaba. Lo único que podía pensar era una sola pregunta tan sola como estúpida en toda mi mente: ¿Era una chica o un chico?
Pude observar que tenía heridas en el rostro y en la espalda, corrí a ayudarlo cuando mis piernas por fin me respondieron; total nadie más estaba cerca. Vestía un conjunto completamente blanco, de pies a cabeza. Su rostro, a pesar de tener heridas, era hermoso. Su cabello era corto y negro... Perfecto. Me acerqué lentamente, estaba inconsciente como me lo imaginaba. Lo levanté como pude y lo llevé a mi departamento, no podía dejarlo en ese estado y mucho menos llevarlo al hospital después de haberme metido en problemas nuevamente con la policía tan solo tres noches atrás.
Lo acosté en mi cama, abarcaba más espacio de lo que imaginaba. Comencé a limpiar sus heridas, me di cuenta de algo raro al voltearlo: su camisa estaba rasgada por atrás y se podía ver como unas heridas del mismo tamaño en su espalda cicatrizaban velozmente. Sus labios eran muy tentadores, tenía un rostro perfecto. Podría jurar que estaba viendo a un ángel, pero aun seguía mi absurda pregunta ¿era un chico o una chica? Su rostro no me ayudaba en absoluto al tener rasgos tanto femeninos como masculinos, su cuerpo tampoco después de todo había chicas extremadamente planas.
Fui a la cocina por más agua y alcohol para curarlo. Cuando llegué estaba gritando al cielo apunto de aventarse por la ventana que hace unos segundos atrás estaba completamente cerrada.
-¿Esto era lo que querías? ¡¿Cómo pudiste arrebatarme mis alas?! ¡Ya veras como las recupero! –Estuvo apunto de aventarse, corrí para detenerle ya que estábamos en el 10mo piso.
-¡No lo hagas! –Lo abracé por la espalda para detenerlo.
Volteó a verme, separó mis brazos de su cuerpo y me sonrió. Sentí que el aire me faltaba y mi corazón se detenía, esa sonrisa me había paralizado. Era sumamente bella, podía ver sus dientes blancos y sus labios que resaltaban sobre su piel de porcelana. Quise decir mi nombre pero ninguna palabra salió de mi boca, estaba completamente idiotizado.
-Tú eres Kim JongHyun ¿Cierto? –Su voz era angelical, pero era la de un chico, asentí a su pregunta ni siquiera me importaba como sabía mi nombre.-Mucho gusto.
-¿E-e-ere-s un chico? -¡¿Me había puesto así por un chico?!
-Si así tú lo deseas, pero…-Su cabello creció, su cuerpo cambió por completo. Sus rasgos se volvieron más afeminados, más suaves. ¡Era una chica de pies a cabeza!
Retrocedí asustado, ¿Qué diablos era? Porque una persona no era, ¿estaba soñando? ¡Si! Eso debía ser, me pellizqué para despertarme pero solo sentí dolor. Le miré horrorizado, no estaba soñando. Él era real tanto como yo. Comencé a caminar, quería alejarme de él pero me siguió. Cada paso que yo daba hacia atrás, él lo daba hacia delante.
-No tengas miedo Jjong. –Me dijo con una voz angelical, su cuerpo volvió a ser el de antes en tan solo milésimas de segundo.
Era de nuevo un chico, mi espalda al fin chocó contra la pared. Él se acercó lo suficiente como para poder acorralarme con sus dos brazos sin dejarme escapatoria. Era más alto que yo, sus ojos eran castaños y tenían una mirada pura, indescriptible.
-No muerdo. –Su voz era como un canto de ángeles para mis oídos, estaba embobado en su rostro, con su voz.
Aún seguía esa sonrisa, que me paralizaba, surcando su rostro. De pronto un sentimiento se apoderó de mí al tenerle tan cerca: Quería besarle, quería saber más acerca de él, quería tenerlo para mí y jamás alejarme de él. Me acerqué lo suficiente como para sentir su aliento en mi rostro, para oler su fragancia y en definitiva: olía maravilloso. No pude más y por impulso lo besé, no me importaba si estaba soñando, si era chico o era chica, si era real o no, incluso si era de este mundo o incluso si era de Plutón. No me importaba nada, solo quería besarlo. Me separé de él al darme cuenta de lo que hacía, ¿Qué rayos me sucedía?
-Con ese beso lo has sellado.
-…-Me puse histérico, tenía miedo.- ¿Qué sellé?
-De ahora en adelante estaré junto a ti como chico, tú serás el que me ayudará a recuperar mis alas.
No supe que decir, sus palabras me tomaron con la defensa baja, mi mente tardó un poco en asimilar sus palabras. ¿Qué yo que…? ¿En qué me había medido?, ¿Sus alas? Ni que fuera pájaro. Salí de su encierro, corrí a la puerta y la abrí. Le grité que se fuera pero no me hizo caso, ni siquiera se movió de su lugar ni unos milímetros.
Miré de nuevo su rostro y me sorprendí al ver que sus heridas ya no estaban, ni en su rostro ni en su espalda, había sanado por completo.
Yo no era responsable de nada, solo le había ayudado por amabilidad. Sabía que lo debía de haber dejado en algún hospital, pero por no querer meterme en el rollo de la policía de nuevo quise ahorrármelo y ahora estoy pagando las consecuencias. Estaba con algo en mi casa, por que no podía decir que fuera alguien, y ese algo me estaba diciendo que yo le ayudaría a recuperar sus alas. Estaba completamente chiflado, ¿acaso en el parque me habían drogado y yo no me di cuenta? Bien, ahora yo también estaba completamente loco.
-No puedes echarme de tu vida tan fácil Jjong, me besaste y tienes que asumir tu responsabilidad. –Seguía insistiendo con aquella voz tan hermosa, ya comenzaba a acostumbrarme a ella.
-¡Ni que estuvieras esperando un hijo mío! –Estaba completamente fuera de mis casillas, ¿Cómo quería que me hiciera responsable solo por un beso? –Además tú lo provocaste al acercarte tanto a mí.
-Esos fueron tus deseos.
-¡Maldita sea! ¡Yo no desee nada!
Cerré la puerta, haciendo un ruido que de seguro se escuchó hasta el primer piso. Caminé pensando en una solución a todo esto. Bien, si yo le ayudaba a conseguir sus alas, corona, bandera lo que sea que tenía que conseguir, me dejaría en paz. No debía de ser tan difícil. Me detuve y le miré directamente a los ojos, lo miré de pies a cabeza. No estaba tan mal después de todo. Sacudí mi cabeza, ¿Qué estaba pensando? ¿Ahora era bisexual?
-Esta bien, te ayudaré solo si… -Comenzó a desvestirse.-Que diablos, ¿Qué haces?
-Solo lo que tú deseas. –Lo detuve, antes de que también se quitara el pantalón.
-No, yo no quiero eso. ¡No soy gay!
-Yo te di a elegir y decidiste que fuera chico, tus pensamientos me dicen que me deseas y yo solo cumpliré tus deseos.
¡¿WTF?! Este no era un ángel, ¡era un demonio! Era la tentación andante, si hubiera sabido lo hubiese dejado como chica.
-Dijiste que cumplirías mis deseos. Entonces vuelve a ser una chica. –Le exigí como si fuera su dueño.
-Lo siento, pero eso no lo puedo hacer sellaste el trato siendo yo un chico.
Suspiré, tendría que suprimir mis deseos sexuales si era un chico. Me senté en el sofá, tratando de restarle importancia al hecho de que un ser de otro mundo estuviera en mi departamento en estos instantes. Y sin darme cuenta en que diablos me estaba metiendo. Encendí el televisor para poder meterme en mi propio mundo pero fue en vano, su dulce voz me sacó de él cuando estaba por entrar.
-No preguntaras como puedes ayudarme.
-Para que lo hago, total me obligaras a hacerlo.
-No puedo obligarte.
-Pero si quiero que me dejes en paz lo tengo que hacer. –No pudo luchar contra mi lógica. –Bueno, ¿que diablos tengo que hacer para que te largues?
-Solo encontrar a alguna persona que amé puramente.
-Eso no es tan difícil, mira solo sal y búscate unos enamorados y ya esta.
Se echó a reír, al parecer no sería tan fácil como lo tenía pensado. Se sentó a mi lado, quizá tendré que pasar mucho tiempo a su lado de ahora en adelante. Amor… esa palabra que contenía 5 letras su significado era enorme, amor aquella palabra que tantos usan sin saber realmente que tanta importancia tiene. Aquellas cinco letras que encerraban un sentimiento enorme y difícil de explicar. Amor no era sinónimo de deseo carnal, amor puro definitivamente no iba en la definición de sexo por que esto es lo que hoy en día los jóvenes buscan, buscan solo sexo disfrazándolo de un amor inexistente de un simple enamoramiento que no duraría ni dos semanas, ni siquiera un día al obtener lo que se deseaba inconsciente o conscientemente. Si, sería una tarea extremadamente difícil pero no imposible gracias a los fieles amantes, a los corazones que daban todo a cambio pero que muchas veces no eran correspondidos, a aquellos corazones que no tardarían en romperse pero que aún así juntaban sus pedazos y se lo entregaban a la persona que los pisoteaba sin piedad alguna al tenerlos bajo su poder... Me había sumergido tanto en mis pensamientos hasta que uno vino a mi cabeza de repente entre tantas divagaciones, una pregunta que no le había hecho al chico en el poco tiempo que llevaba de conocerlo.
-¿Tienes nombre? –Solté al instante, negó con la cabeza. –Ummm entonces te llamaré Key.
-Hey, ese no es un nombre.No soy una herramienta. –Infló los cachetes en forma de berrinche, yo reí por su actitud tan infantil.
-Kim KiBum. –Dije sin pensar, las palabras fluyeron libremente de mi boca como si alguien más decidiera por mí, como si ese nombre ya se le había asignado al ser que estaba frente a mí.
Asintió rápidamente, le iba de maravilla. Platicamos el resto del día y estuvimos de acuerdo en lo que tendría que hacer de ahora en adelante, tenía que ayudarme con los gastos de la casa y asistir a la misma escuela que yo. Esto último le sería muy difícil de realizar debido a que solo aceptaban a gente con excelencia si querían entrar en medio de los cursos. Para mi suerte, o desgracia, lo aceptaron en seguida su mente era sumamente increíble. No dudaron ni un segundo en aceptarlo, incluso pudo elegir el salón al que quería asistir y aun que insistieron en meterlo en la mejor clase él eligió la mía como era de esperarse.
Cuando lo vi entrar por la puerta, los celos me invadieron. Todas las miradas estaban puestas en él, las chicas empezaron a gritar e incluso los chicos; después de todo su belleza era difícil de ignorar, se presentó ante la clase con el nombre que le había puesto y con una sonrisa hermosa corrió hacia mí haciendo que los gritos se convirtieran en amenazas y palabras de desilusión. Sonreí satisfecho al ver que todos sabían que él era mío y de nadie más, no se acercarían a él si no querían meterse en problemas conmigo. Key al parecer no se dio cuenta de esto y con su sonrisa ingenua se sentó a mi lado, dándome un pequeño beso en la mejilla…
Los días pasaron de igual forma o eso creí, íbamos juntos a la escuela e incluso comenzaron a rondar rumores sobre nuestra relación. Yo trataba de no tomarle mucha importancia y concentrarme en lo que tenía que buscar para deshacerme de él. Pero conforme el tiempo pasaba su presencia ya era normal en mí, poco a poco comenzó a tomar una personalidad, una personalidad más humana: su propia personalidad. Era más vanidoso e incluso egoísta algunas veces, en algunos momentos su personalidad me hacia distanciarme de él pero por alguna extraña razón esto me incitaba a no dejarlo ir fácilmente de mi lado; mi vida estaba llena de sorpresas diariamente gracias a su presencia y forma de ser. Nos habíamos metido en muchos problemas debido a nuestra “misión” aunque pasado el mes eso se me empezaba a olvidar y tomaba a Key como una persona más, alguien sumamente importante en mi vida diaria. Él ya no mencionaba tanto ello y se limitaba a vivir junto a mí las cosas que jamás hubiera podido disfrutar de no haber perdido sus alas.
Las chicas se derretían ante él, más de lo que alguna vez lo hicieron por mí pero esto no me importaba por que yo sabía que él era inocente, inexperto cuando se trataba del amor estudiantil, de las revoluciones de las hormonas humanas. Eso pensé hasta que un día lo vi besándose con una chica, esto hizo que mi sangre hirviera y mis sentidos se nublaran por completo; caminé con pasos gigantescos hacia los dos. Les separé bruscamente, la chica me miró horrorizada y salió corriendo antes de que yo pudiese hacerle algo. Key me miró con su sonrisa ya tan característica de él y con su mirada felina.
-Solo estaba jugando, quería saber que se sentía besar a una chica. –Su voz ya no tan angelical sino con un toque de arrogancia no pudo calmarme como otras veces lo haría.
Estuve a punto de gritarle pero como siempre me detuvo con un beso, esos besos que se estaban convirtiendo en mi droga, esos que cada noche me daba diciendo que el trato tenía que ser renovado, diciendo que yo se lo pedía a gritos en mi interior, aquellos que me tenían total y absolutamente embobado en este chico con cara de ángel pero con personalidad de demonio. Quise profundizar ese beso a pesar de saber que estábamos en la escuela, quería más de él como siempre pero él no me lo daba en los momentos que más lo necesitaba sino solo cuando él lo quería, quería conocerlo por completo hacerlo mío para siempre, quería que supiera que solo a mí me pertenecía que podía dar todo por él, que el que fuera un chico/ángel no me importaba. Se había vuelto mi todo, el centro de mi universo. Se separó de mí al faltarnos el aire y acercándose a mi oído susurró de la manera más sensual que nunca había escuchado provenir de él.
–Pero sabes, me gusta más besarte a ti. –Mordió mi lóbulo y yo mi labio.
Se alejó, yo solo pude caer al suelo de rodillas. Se suponía que estaba enfadado con él pero solo con ese beso, con esa acción hizo que el enojo, los celos se esfumaran por completo y tenerme bajo su merced. ¿Qué fue de aquel ser angelical? ¿Qué le había pasado a la inocencia que alguna vez tuvo? ¿Qué había hecho con él en un mes? O más bien, ¿Qué había hecho ÉL conmigo? No tenía respuesta para ninguna de estas preguntas ni para las miles que se formaban en mi cabeza cada vez que le veía, cada vez que le recordaba. El chico que me prometió que cumpliría todos mis deseos, se había esfumado por completo ya no hacía nada de lo que yo deseaba sino que YO hacia todo lo que él quería, jugaba a su antojo con todo mi ser pero eso no me importaba en absoluto. Me gustaba, porque así sabía que era una pieza importante para él por que me necesitaba y no tendría a nadie más para hacerlo y deshacerlo a su antojo. De un tiempo acá, mi vida comenzó a girar en torno a él a pesar de saber que algún día se iría que tendría que dejarlo volver al lugar al que pertenecía, por que cada noche después de nuestras actos y besos desenfrenados, después de que nuestros cuerpos dejaban de ser solo uno para volver a ser dos individuos completamente diferentes me recordaba que su lugar no era a mi lado que cualquier día podría ya no aparecer a mi lado desnudo durmiendo plácidamente. Por que su rostro me lo recordaba, él era un ángel y tenía que volver, por eso estaba a mi lado no había ninguna razón que no fuera recuperar sus alas a través de mí, de un simple humano que estaba enamorado de él, que daría su vida si fuese necesario para hacerlo feliz. Por ello adoraba las noches, por que era cuando podía hacerlo mío, posaba su total atención en mí y en nadie más. Las mañanas se convertían en un martirio para mí después de oírlo gritar mi nombre pidiéndome más horas antes, ya que al llegar la mañana después de vestirse yo era un completo cero a la izquierda para él. Su juguete personal, el cual solo deseaba usar por las noches, el cual cobraba vida propia como si fuese un animal que era encerrado por las mañanas y lo dejaba salir solo por las noches, eso era para él un pequeño juguete, un animal salvaje domesticado solo para él.
Los celos, desde ese día, comenzaron a ser más evidentes y sus acciones eran aún peores. Yo solo fingía no saber nada, solo dejaba que mi corazón sufriese cada vez que escuchaba, a través de otros labios, que era lo que hacia a mis espaldas y algunas veces frente a mí sin que le importara mucho. Yo solo era el idiota enamorado que lo hacía como deseaba por que de aquel Kim JongHyun rebelde, sarcástico, que imponía respeto o miedo ya no quedaba nada, KiBum se había encargado de desaparecerlo en un lapso de tiempo tan corto. El buscar sus alas, lo que nos había hecho permanecer juntos durante tanto tiempo ya no importaba, para ninguno de los dos. KiBum se había acostumbrado a ser humano, o eso aparentaba, para mí el que Key fuera humano ya no sabía si era lo correcto o no. Por una parte deseaba que lo fuera pero por otra deseaba que regresara por donde llegó y se llevara todo sentimiento con él, ya no quería sufrir de la manera en que lo hacia pero tampoco quería perderlo para siempre.
A pesar de todo lo que me hacia, que arrastrara mi orgullo por todo el piso, que me pisoteara, seguía a su lado por que simplemente lo amaba, le había entregado mi corazón aun que me lo devolviera convertido en pedazos volvía a repararlo y se lo daba de vuelta por la simple razón de que ya no me pertenecía. Mi amor se estaba convirtiendo en algo enfermizo, ya no tenía salida alguna había caído en sus redes por completo.
Ya habían pasado los 12 meses que completarían un año desde que lo encontré herido sobre aquel cráter, un año desde que mi vida ya no era la misma, un año en el cual habían sucedido tantas cosas que deseaba no haberlas vivido, mi vida estaba completamente a merced de él, ya no tenía caso ni salir sino era a su lado.
-Jjong, saldré no se si volveré para la noche. –Había dicho, yo solo le miré sin saber que decir después de todo no era la primera vez que lo hacia.
Caminé junto a él hasta el primer piso, estaba por cruzar la calle cuando escuché un auto venir a una velocidad extrema. Miré a Key, el cual no se percató de esto y antes de que ese monstruo de cuatro ruedas lo tocara yo le aventé quedando en su lugar. No sentí el golpe del auto, solo sentí hasta que mi cuerpo cayó al frío suelo. Mi cuerpo estaba anestesiado debido al impacto, lo único que sentía era como mis parpados comenzaban a cerrarse lentamente. Escuché el sonido de un grito sordo, un grito proveniente de aquellas cuerdas bocales perfectas, de aquel chico por el cual estaba dando mi vida a cambio. En segundos, se acercó a mí y me sostuvo en sus brazos. Tenía lágrimas en sus ojos cafés, esos hermosos ojos que no podía ver bien debido a que las lágrimas me lo impedían. Sonreí y con las pocas fuerzas que me quedaban acaricié su rostro suave como siempre, tenía maquillaje en su rostro pero esto hacia que resaltara aún más su belleza indescriptible.
-¿Por qué lo hiciste Jjong? ¿Por qué? –Me pidió una respuesta y aun que el aire ya no podía colarse hasta mis pulmones con facilidad se la di.
-No sé en que momento sucedió pero te amo, esa es mi única respuesta Diva estúpida. –Traté de sonreír, no me gustaba verlo con un semblante tan triste, un hilito de sangre salió de mis labios.
Abrió sus ojos como plato, de repente comenzó a brillar de sobre manera. En su espalda comenzaron a dibujarse un par de alas blancas, unas hermosas alas, él no podía decir nada, escuché el sonido de una ambulancia llegar. Su rostro lentamente estaba desapareciendo de mi vista, mis parpados se cerraron por completo no sin antes ver como aquel ser alado desaparecía por completo con una cara de arrepentimiento, de tristeza...
Sentí como el aire entraba rápidamente a mi cuerpo, como se colaba nuevamente hasta mis pulmones con aquella facilidad de siempre, traté de abrir los ojos pero la luz que se colaba por la ventana hizo que los cerrara de nuevo. Los abrí lentamente, hasta que mis ojos se acostumbraron de nuevo a aquella luz que provenía del astro gigante que estaba en el cielo. Miré a mis amigos e incluso a mis padres allí, traté de levantarme pero un dolor enorme se apoderó de todo mi cuerpo. Las imágenes del día anterior se colaron en mi mente, pero aún no sabía la razón del porque me había aventado a empujar algo que no había en la calle. ¿Me quise suicidar? ¿O que diablos estaba imaginando proteger? La imagen de un chico se apoderó de mi mente por completo, ¿Quién era ese muchacho tan hermoso? A mi dolor físico se agregó un dolor de cabeza, el tratar de recordar quien era ese tipo el dolor aumentaba.
-No te esfuerces Jong. –Me dijo Onew, el mayor de mis 3 amigos el cual me sorprendía que estuviera aquí debido a que era uno de los que estudiaba más lejos de la capital.
-¿Cuántos días duré inconsciente? –Pregunté al calcular cuanto tiempo podrían haber tardado en llegar todos.
-Casi una semana. –Esa fue la voz de mi madre, estaba feliz de que despertara. –Hijo llegamos a pensar que no volverías a recuperar la consciencia.
Abrí mis ojos, ¿Tanto tiempo? ¿Tan grave había estado?, entonces debí de haber estado al borde de la muerte. De nuevo, aquel muchacho se coló a mi mente pero esta vez detrás de él un par de alas blancas comenzaban a aparecer ¿un ángel? ¿Qué era lo que había estado viendo en la televisión? Traté de sacarlo de mi mente, el dolor de cabeza estaba aumentando. Solté un pequeño grito de dolor, para volver a caer inconsciente.
Podía ver mi cuerpo acostado en aquella cama blanca de hospital, mis amigos y mis padres estaban con semblantes tristes, deprimidos. Una fuerza estaba arrastrándome hacia arriba, era el cielo. El paraíso. Todo era blanco, reinaba una paz que aunque no podía ver, se sentía. De pronto, frente a mí aquel chico de piel de porcelana con cara de ángel, corre hacia mí pero algo se lo impide; unas cadenas lo tienen aprisionado. Puedo leer sus labios, “Lo siento, Jjong.”, lo miro desconcertado ¿acaso lo conozco? Lágrimas comienzan a salir de sus ojos avellanas, no sé por qué esto hace que mi corazón duela. Camino hacia él, acaricio su rostro: tan suave como se ve desde lejos. Cierra los ojos ante mi caricia, llego a sus labios y por alguna razón no resisto la tentación y lo beso. Imágenes donde estoy junto a él se cuelan en mi mente a una velocidad que me causa un pequeño mareo. Era él, mi KeyBum, mi ángel caído convertido en demonio. Cierro de nuevo los ojos, cuando los abro me encuentro alejado de él. Estoy hasta el fondo, Key esta frente a una persona que no alcanzo a distinguir; están hablando sobre algo, apenas puedo escuchar lo que dicen.
-KiBum, sabes que perderías tus alas para siempre. –Escucho que dice aquel ser sin identidad.
-…-Key se arrodilla. –Lo sé, pero no me importaría perderlas si a cambio él vive.
-No puedes intercambiar tus alas por la vida de un humano, que al final de cuentas morirá algún día. –Sus palabras hacen que Key levante la cabeza.
Su semblante demuestra demasiado dolor, quiero correr hacia él pero mis piernas no responden como si yo fuera un simple espectador el cual no puede hacer nada más que mirar y sufrir junto al personaje. La charla sigue, yo agudizo mi oído para poder escucharla pero no puedo escuchar lo que el ser le dice, Key abre los ojos sorprendido un sentimiento de miedo, temor y decisión se apoderan de él.
-Esta bien, cedo mi libertad. Yo seré su ángel guardián por el resto de sus días, el día en que su final llegué…-Se detuvo y tragó un poco de saliva, al parecer las palabras no podían salir de sus labios tan fácilmente.- Iré al infierno.
-Ese será tu castigo si así tú lo decides. Recuerda que él olvidará por completo todo lo que pasaron juntos, sus recuerdos serán reemplazados por otros y tú tendrás que llevar por siempre la carga de lo que alguna vez llegaron a ser.
-No hay ningún problema por mí, así será más fácil para él y… para mí.
Quedé paralizado, las cadenas desaparecieron del cuerpo de mi amado. Volteó hacia mí con una sonrisa radiante, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin poder evitarlo. Mis ojos se cerraron fuertemente, aquella sonrisa y aquellos ojos llenos de dolor fueron lo último que vi antes de volver al mundo real.
Las voces de mis padres, las de mis amigos comenzaron a retumbar en mis oídos. Abrí los ojos, nuevamente frente a mí estaban todos. Mi cuerpo ya no dolía tanto como en un principio. Sentía como si alguien se hubiera apoderado de mis recuerdos de repente y hubiese jugado con ellos, me llevé las manos a la cabeza.
-¿Te encuentras bien Jong? –Esa era la voz MinHo, lo miré a los ojos y sonreí.
-Creo que si, siento como si me hubiesen quitado algo que aprisionaba mi corazón. Como si la libertad me fuese devuelta.
Todos me miraron con cara de no entender, miraron a Onew y este solo atino a decir: “No me miren a mí, yo no lo dejé entrar a mi mundo”. Todos nos echamos a reír ante su comentario. Miré hacia la ventana, el sol se estaba poniendo, no supe la razón pero quise salir. Mis amigos me ayudaron a hacerlo, ya que mi cuerpo estaba lo suficientemente maltratado como para no poder caminar tuve que usar una silla de ruedas.
Sentí una brisa cálida en mi rostro al instante, como si alguien me abrazara y me revolviera los cabellos. Una voz angelical me pareció escuchar cercas de mi oído, acariciándome con su aliento.
-Adiós Jjong. –Volteé hacia mis amigos, de seguro había sido TaeMin.
-¿Dijiste algo Minnie?
-No, ¿Por qué?
-No por nada, solo me pareció haberte escuchado decir algo.
-Y yo soy el raro, hey Jong no trates de quitarme mi puesto. –Ese Onew siempre haciendo comentarios fuera de lugar.
Un ataque de risa se apoderó de nosotros, sentía como si hace tiempo la felicidad me había sido arrebatada y gracias a este accidente me fue devuelta, pero algo me faltaba. No sabía que, pero el solo hecho de llevar mis manos a mi corazón se sentía como si algo o alguien no estuviera a mi alrededor. Traté de no darle importancia, me volteé a ver a mis amigos que comenzaban a mirarme con una cara medio maniática. Sabía lo que harían, le di rápidamente a mi silla de ruedas para que avanzara pero MinHo me alcanzó y comenzó a darle más aprisa: una carrera por ver quién me sacaba a volar de ella primero… Quizás, solo quizás mis neuronas no habían quedado bien. Si, eso debía ser: Ahora, a disfrutar del momento que el hecho de haber sobrevivido a un accidente mortal no se da todos los días…
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
PRIMER POST~
NO NO NO NO NO! ME MATASTE A MI CON ESTO! >_<
El principio fue raro, pero emocionante a la vez,[Ojala cayera un ángel como key frente a mis ojos] y sin embargo Jong Que quería que se fuera rápido, se termino enamorando<33
Me hiciste llorar cuando Jong arriesgo su vida para salvar a Key a pesar de que el lo trataba así >3<
Y más con el castigo de Key, (espera...si el ya era un "demonio" según jonghgyun, ir al infierno no sera mucha diferencia (? okno)
Y el final >//< dsfjdgdkjdk <3 soy tu fan
Como me hiciste llorar, es uno de los mejores one-shots que habré leído *-*
Adivina que? ahora estoy escuchando musica alegre para sacarme esa sensación de Emoción & tristeza que medejaste >3<
Me encantaría volver a leer algo tuyo :B (más si llega a ser JongKey)
Gracias por compartir :D
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
asainhsaihdiaksda
estuvo hermoso y geniaaal!!!
y muuy trissteeeeeeeeeeee TToTT
asbjaksbajksbaj
jonggggg!! keeeey!!!!! ToT
ahhhhhhhh~
u_________________________u
ToT
gracias por compartir TTuTT
estuvo hermoso y geniaaal!!!
y muuy trissteeeeeeeeeeee TToTT
asbjaksbajksbaj
jonggggg!! keeeey!!!!! ToT
ahhhhhhhh~
u_________________________u
ToT
gracias por compartir TTuTT
enilk
minho *o* siempre el num.1 :D pero onew le sigue muy de cerca con su hermosa sonrisa y su tierna forma de ser ♥ y jonghyun cuando canta no puedo quitar mis ojos de el LoL ohh taemin es una lindura y key dios! es tan genial! *o* los quiero a todos!! pero minho es mi marido num 1 en el mundo ♥.♥ *la patean*
691
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
waaa unnie te quedo hermoso ese oneshot
waa key tan lindo tambien
k malvado fue dios D:
waa key tan lindo tambien
k malvado fue dios D:
Mireille04
Taemin
57
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
ahhh ame el oneshot! ;___; como dicen uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde ;_; ahhh 3 perooooo me encantooo <3 *w*
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
muy lindo este jongkey
muy fantacioso me encanto
muy fantacioso me encanto
shetska
Minho
157
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
Me ha robado el corazón...
Es una excelente historia y la manera que fue narrada, me llegó cada palabra, En verdad no creí que terminaría así... pero .... wow... me haz dejado sin palabras.
Lloré con lo del accidente de Jong (adoré acomo se dio el 'te amo')y con el sacrificio de Key T T.
Si es un amor puro ~ ♥
Es una excelente historia y la manera que fue narrada, me llegó cada palabra, En verdad no creí que terminaría así... pero .... wow... me haz dejado sin palabras.
Lloré con lo del accidente de Jong (adoré acomo se dio el 'te amo')y con el sacrificio de Key T T.
Si es un amor puro ~ ♥
jong_key_min
Key
135
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
noooooooooooooo por por quew lo terminaste asi no conti o conviertelo en una historia mas larga en un fic tiene muy buen argumento p´lis plis plisss por favor isssssssssssssssssssssssssssssssssiiii byeeeeeeeeeeeee actualiza porfavor amo el jongkey (creo que eso devia ir al inicio)
mitaemin
taemin
609
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh
Ha sido un fic muy interesante al principio fue raro pero después de terminar de leerlo fue tan mágico aunque no me gusto qe jjong no recoradara a key t,t
Buen fic, sigue así
Ha sido un fic muy interesante al principio fue raro pero después de terminar de leerlo fue tan mágico aunque no me gusto qe jjong no recoradara a key t,t
Buen fic, sigue así
Re: Un ángel convertido en demonio. [JongKey]
OH DIOS! FUE HERMOSO!! HERMOSO!!
LLORÉ !!!!!! KEY CAMBIO TANTO Y AL FINAL REGRESO A SER EL MISMO Y AUNQUE ME DUELA, ESE CASTIGO DE AMARLO COMO ÁNGEL GUARDIÁN ME GUSTO, TENÍA QUE PAGARLO, ES QUE POBRE JJONGIE!
Y PUPPY AL FINAL OLVIDA TODO , LO AME!
LLORÉ !!!!!! KEY CAMBIO TANTO Y AL FINAL REGRESO A SER EL MISMO Y AUNQUE ME DUELA, ESE CASTIGO DE AMARLO COMO ÁNGEL GUARDIÁN ME GUSTO, TENÍA QUE PAGARLO, ES QUE POBRE JJONGIE!
Y PUPPY AL FINAL OLVIDA TODO , LO AME!
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